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DISCUSIÓN
La sintomatología descrita por Méndez et al, destacando que los afectados que sufren de parestesias,
evidenciadas por sensaciones de picazón, adormecimiento y sensación de frío que inician en los dedos
de los pies y progresan hacia los tobillos y piernas. También señala la reducción de la sensibilidad en
los pies, situación que puede provocar que las lesiones no sean percibidas a tiempo, resultando en daños
más serios en los pies, así como dolor en las piernas y pies, sobre todo cuando se está recostado, que
requieren un manejo multidisciplinario y enfocado.
La prevalencia de úlceras y amputaciones, como indican Castiblanco R, et al; destacan la importancia
crítica de intervenciones preventivas dado que un porcentaje considerable de pacientes con diabetes
desarrollan úlceras en los pies que pueden llevar a amputaciones no traumáticas. “La falta de
información adecuada para el manejo de la diabetes” (6) y la falta de conciencia sobre la condición en
una gran proporción de pacientes, resalta la necesidad de una educación efectiva y accesible sobre la
enfermedad.
En este sentido, la teoría de Orem, aplicada por Ulloa I et al; muestra cómo la educación y el
compromiso de los pacientes en el autocuidado pueden mejorar significativamente el manejo de la
hiperglucemia y la adopción de comportamientos saludables.
La investigación de Carrión en Quito ilustra que una proporción significativa de pacientes diabéticos
reconoce y aplica las actividades de autocuidado en su vida cotidiana, sugiriendo que, con la educación
adecuada, los pacientes pueden tomar un papel activo en la gestión de su enfermedad.
La inclusión de prácticas como la inspección diaria de los pies, el uso de calzado adecuado, y el
mantenimiento de una buena higiene, según Quemba et al, son medidas preventivas efectivas.
La educación sanitaria, destacada por López et al., Fernández et al., y Vidal et al; es fundamental para
prevenir complicaciones a través de la promoción del uso de calzado adecuado, la adopción de una dieta
equilibrada, actividad física, control glucémico adecuado y prevención de infecciones.
Arístegui et al. (2020) destacan que en el cuidado de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), el
rol de la enfermería se centra en el autocuidado a través de la educación. Esta estrategia no solo mejora
los conocimientos de los pacientes, sino que también promueve un cambio positivo en sus actitudes,
facilitando así su autorresponsabilidad en el manejo de su enfermedad. Además, resalta la importancia