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se manifiesta a través de los órganos del poder público, elegidos por el pueblo en elecciones libres y
periódicas. Además, la Constitución reconoce diversas formas de participación directa del pueblo en los
asuntos públicos, como el referéndum, la iniciativa popular y el plebiscito. La actual estructura del
Estado ecuatoriano, establecida por la Constitución de Montecristi en 2008, se caracteriza por ser
pentapartita, lo que significa que está compuesta por cinco funciones : Legislativo Ejecutivo, Judicial y
de Justicias Indígenas, de Transparencia y Control Social, y Electoral. (Constitucion de la Republica.,
2008)
Esta innovadora estructura marca un hito en la historia política del país, contrastando con la tradicional
división tripartita que caracterizó al poder estatal ecuatoriano desde la fundación de la República en
1830. En aquella época, las funciones del Estado se limitaban a la ejecutiva, legislativa y judicial,
conformando el esquema clásico que prevaleció a lo largo de los años. Este cambio estructural,
establecido por la Constitución de Montecristi, refleja un avance hacia un modelo más inclusivo y
participativo, donde se reconocen y fortalecen diversas dimensiones de la función estatal. La inclusión
de entidades adicionales a los órganos convencionales del poder público, como la Jurisdicción Indígena,
Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, y el Consejo Nacional Electoral, demuestra la
relevancia atribuida a la diversidad y la participación ciudadana en tanto en la toma de decisiones como
en la administración gubernamental.
En cambio, la estructura de la República Argentina se define como un Estado Federal compuesto por 23
provincias, con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desempeñando el rol de Capital Federal. Su
sistema político es democrático y presidencialista, adoptando una modalidad de gobierno representativo,
republicano y federal. La representatividad se manifiesta en la elección de representantes mediante
sufragio universal, mientras que la república se sustenta en la división de poderes y la presencia de una
Constitución escrita. La estructura federal se refleja en la autonomía de las provincias, cada una con su
Constitución, administración de justicia propia y elección de gobernantes sin intervención del Gobierno
federal. (Asociacion Argentina de Aministración Pública., s/f)
El Gobierno Nacional está conformado por tres poderes institucionales que operan de manera
independiente y equilibrada. El Poder Ejecutivo Nacional, liderado por el presidente de la Nación
elegido por voto popular, se compone del vicepresidente y el Jefe de Gabinete de Ministros, junto a 20