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discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia
de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones,
busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden” (UNESCO 1982).
Responsabilidad ciudadana. Esta implica la aceptación de derechos y deberes personales y comunes.
Bajo esta idea, los estudiantes formados en la Nueva Escuela Mexicana respetan los valores cívicos
esenciales de nuestro tiempo, como: honestidad, respeto, justicia, solidaridad, reciprocidad, lealtad,
libertad, equidad y gratitud, entre otros.
Al respecto la Nueva Escuela Mexicana establece: “Permite que estos estudiantes sean formados para
responsabilizarse y velar por el cumplimiento de los derechos humanos; desarrollar conciencia social y
económica, lo que significa que están a favor del bienestar social, sienten empatía por quienes están en
situación de vulnerabilidad y promueven sobre todo una cultura de paz para el fortalecimiento de una
sociedad equitativa y democrática.” (NEM, SEP, 2022).
Uno de los preceptos fundamentales para que esta transformación permee, se basa en la práctica
continua de valores como la amistad, bondad, fraternidad, generosidad, gratitud, honestidad,
humanismo, humildad, igualdad, justicia, laboriosidad, lealtad, libertad, perseverancia, prudencia,
reciprocidad, respeto, solidaridad, superación personal, tolerancia. Tratando de que los jóvenes
estudiantes adquieran conciencia social y sientan empatía por quienes están en situación de
vulnerabilidad y promueven una cultura de la paz.
Y es precisamente a través de la Cultura de la Paz que los jóvenes estudiantes encuentran en la
adquisición de saberes y habilidades la base para su desarrollo individual y también la responsabilidad
de utilizarlos en favor de su comunidad.
La Nueva Escuela Mexicana promueve “la participación en la búsqueda del bienestar social,
reconociendo los canales y espacios en que sus causas se pueden atender, fomentan la convivencia
armónica y resuelven los conflictos priorizando el consenso en una cultura de paz y con un hondo
sentido comunitario. Respetan el derecho ajeno y exigen respeto al propio derecho. Favorecen el respeto
y ejercicio de los derechos humanos en el marco de la diversidad para el fortalecimiento de una sociedad
equitativa y democrática.” (NEM, SEP, 2022)