pág. 10476
INTRODUCCIÓN
Condoto es un municipio colombiano ubicado en el departamento del Chocó, fundado en 1758 por Don
Luis Lozano Escipión. Su extensión es de 890 km² y cuenta con una temperatura de 28°C. El rio de
Condoto con caudal regular es apto para la navegación a lo largo de su desarrollo, pero en su cabecera
presenta fuertes corrientes que dificultan la navegación normal; nace en las estribaciones del cerro
Tarena y desemboca en el rio San Juan, constituyendo la desembocadura de Andagoya; a este rio vierten
sus aguas el rio Tajuato, las quebradas de Mestiza, Viravira, Chirrincha, Corodó, Agostura, Apartadó,
Aportó y Andrapeda (Mosquera Palacios, L. A. 2022).
Es uno de los principales afluentes del río San Juan en el departamento del Chocó y es usado
frecuentemente en: agricultura, recreación, consumo doméstico, producción de alimentos, generación
de energía, mineros, de pesca artesanal, de navegación y como fuente proveedora del acueducto de
Condoto; su lecho, rico en oro y platino, se ha especializado por sus niveles de cristalinidad. Sin
embargo, en los últimos 20 años, la calidad del rio Condoto ha rebajado debido principalmente
a actividades humanas, en especial a las explotaciones mineras con retroexcavadoras (Sánchez Arriaga
& Cañón Barriga, 2010). Esta situación no solo deteriora la calidad del agua, sino que también afecta
la biodiversidad acuática y representa un riesgo para la salud de las comunidades que dependen del río.
Para abordar estos desafíos y promover una gestión sostenible del río Condoto, es fundamental
implementar estrategias pedagógicas ambientales que promuevan la conciencia y la acción en torno a
la preservación del entorno acuático. Las estrategias pedagógicas, cuando se diseñan e implementan
adecuadamente, pueden jugar un papel crucial en la educación de las comunidades locales y en la
transformación de sus hábitos hacia prácticas más sostenibles.
El presente trabajo tiene como objetivo realizar una revisión de las estrategias que desde la pedagogía
ambiental se podrían implementar para mitigar la contaminación de esta fuente hídrica; en donde vale
la pena resaltar la importancia de la integración de la educación ambiental en el currículo de las escuelas
locales, el desarrollo de programas de sensibilización y capacitación para adultos y jóvenes, y la
promoción de iniciativas comunitarias para el monitoreo y la limpieza del río. Asimismo, es esencial
fomentar la participación activa de las comunidades en la toma de decisiones y en la ejecución de
proyectos de restauración ecológica.