COMPETENCIAS BÁSICAS EN EDUCACIÓN
DEL SIGLO XXI EN COLOMBIA THE BASIC
COMPETENCIES IN 21ST CENTURY
EDUCATION IN COLOMBIA
INTERCULTURAL EDUCATION IN BOLIVIA; LESSONS
FROM WARISATA FOR THE CONSTRUCTION OF A
PLURINATIONAL SOCIETY
Yessica Ariani Sánchez Bermúdez
Corporación Universitaria Minuto de Dios - Colombia
Mercemary Del Carmen Rolón Bolaño
Corporación Universitaria Minuto de Dios - Colombia
Dolly Adriana Pabón Méndez
Corporación Universitaria Minuto de Dios - Colombia
Élver Sánchez-Celis
Corporación Universitaria Minuto de Dios - Colombia
pág. 13624
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i5.14815
Competencias básicas en educación del Siglo XXI en Colombia The basic
competencies in 21st century education in Colombia
Yessica Ariani Sánchez Bermúdez
1
yessica.sanchez@uniminuto.edu
https://orcid.org/0009-0000-2756-2634
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Colombia
Mercemary Del Carmen Rolón Bolaño
mercemary.rolon@uniminuto.edu.co
https://orcid.org/0009-0003-2912-4963
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Colombia
Dolly Adriana Pabón Méndez
dolly.pabon@uniminuto.edu.co
adriana-1016@hotmail.com
https://orcid.org/0009-0000-0094-4632
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Colombia
Élver Sánchez Celis
elsanchez@uniminuto.edu
https://orcid.org/0000-0003-0542-2301
Corporación Universitaria Minuto de Dios
Colombia
RESUMEN
Las competencias básicas en educación del siglo XXI en Colombia se refieren a las diferentes
habilidades, saberes y capacidades que deben tener los estudiantes y docentes, con el fin de enfrentar
todas las exigencias de la sociedad globalizada, gracias a la diversidad de enfoques y variables
pedagógicas que entran en el proceso de enseñanza - aprendizaje. El objetivo de la investigación es
analizar cómo se reconocen e implementan las competencias del S.XXI en tres instituciones educativas
de diferentes niveles y regiones de Colombia. La metodología fue de carácter cualitativo descriptivo,
basado en los diferentes factores que se deben tener en cuenta en el proceso formativo. El estudio se
realizó a partir de la discusión, diálogo y triangulación de la revisión de los P.E.I (Proyectos Educativos
Institucionales), las entrevistas semiestructuradas y el estudio del marco teórico y conceptual; así se
pudo establecer que las Competencias del siglo XXI son ratificadas por los diferentes actores del proceso
educativo como fundamentales para el proceso integral no solo de los estudiantes, sino de la comunidad
educativa en general, expresando así algunas estrategias de implementación que a su vez favorecen los
procesos de enseñanza y aprendizaje, permitiendo alcanzar logros en la dinámica escolar.
Palabras Claves: aprendizaje, competencias básicas, habilidades, saberes, educación
1
Autor Principal
Correspondencia: yessica.sanchez@uniminuto.edu
pág. 13625
Basic competencies in 21st century education in Colombia The basic
competencies in 21st century education in Colombia
ABSTRACT
The basic competencies in 21st century education in Colombia refer to the different skills, knowledge
and capacities that students and teachers must have in order to face all the demands of a globalized
society, thanks to the diversity of pedagogical approaches and variables that enter into the teaching-
learning process. The objective of the research is to analyze how the 21st century competencies are
recognized and implemented in three educational institutions of different levels and regions of
Colombia. The methodology was qualitative - descriptive, based on the different factors that must be
taken into account in the formative process. The study was carried out from the discussion, dialogue and
triangulation of the review of the P.E.I (Institutional Educational Projects), the semi-structured
interviews and the study of the theoretical and conceptual framework; Thus, it was established that the
21st Century Competencies are ratified by the different actors in the educational process as fundamental
for the integral process not only of the students, but of the educational community in general, thus
expressing some implementation strategies that in turn favor the teaching and learning processes,
allowing achievements in school dynamics.
Keywords: learning, basic competencies, skills, knowledge, education
Artículo recibido 08 septiembre 2024
Aceptado para publicación: 10 octubre 2024
pág. 13626
INTRODUCCIÓN
De manera globalizada, la educación siempre ha estado presente en la sociedad, donde cumple una
diversidad de funciones de carácter pedagógico social, el cual permite direccionar, orientar, adecuar,
y extraer todas las capacidades, habilidades y competencias que presenta cada uno de los estudiantes
que inicia el proceso académico, por medio de los diferentes procesos enseñanza aprendizaje que se
orienta con metodología constructivista, para llegar a nuevos conceptos que se verá reflejado en el
rendimiento académico. (Navaridas et. Al. 2021)
Igualmente, en el contexto internacional las competencias del siglo XXI, según Mulder et. Al. (2008) se
refieren a un conjunto de habilidades, conocimientos y aptitudes considerados esenciales dentro del
sistema educativo como son: competencia digital, pensamiento crítico y solución de problemas,
comunicación efectiva, habilidades personales y sociales, aprendizaje durante la vida, instrucción
mediática y de información(p. 10), conciencia global, cultural, resiliencia y adaptabilidad; que es
marcado por la globalización, la interconexión, junto a la evolución tecnológica. Estas competencias
van más allá de las habilidades académicas tradicionales y se centran en la adquisición de habilidades
cognitivas, socioemocionales y prácticas que son relevantes en la vida cotidiana y en el lugar de trabajo.
Por otro lado, en el informe Delors (1996) de la UNESCO, donde se destacaron de manera clara los
cuatro pilares de la educación como son: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos
y aprender a ser(p. 95). Cada uno de ellos, sientan las bases para el desarrollo de competencias del
siglo XXI, enfocándose en la educación holística, junto a un aprendizaje formativo - progresivo a lo
largo de toda la vida en cada ser humano.
Asimismo, el Marco de Competencias Digitales de la Comisión Europea (2018) presentó el desarrollo
competitivo de un marco de actividades en torno a las habilidades digitales, para los ciudadanos
europeos, que incluye cinco zonas de competencia digital: mediática, información, alfabetización,
seguridad y solución de problemas, con la creación de contenido digital. Estas competencias son
esenciales en un mundo cada vez más digitalizado y se alinean con las competencias del siglo XXI (CE,
2018).
Para el Estado colombiano, la construcción de competencias ciudadanías, junto a los diferentes enfoques
educativos existentes en las políticas públicas entre los años 2004 2017, los cuales han servido para
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implementar diversas iniciativas, con el fin de poder fomentarlas en el ámbito educativo, donde se debe
incluir la enseñanza de valores cívicos, educación para la convivencia, democracia participativa y
actualmente las competencias ciudadanas para la vida. Todas estas iniciativas pedagógicas han buscado
definir los valores éticos, junto a las responsabilidades de los ciudadanos por su nación, donde a través
de esta investigación se propone examinar cómo se ha definido el concepto de ciudadanía en el Programa
de Competencias Ciudadanas (2004-2017).
Durante este período señalado en el párrafo anterior, el Ministerio de Educación Nacional en Colombia,
colocó en marcha el programa Competencias Ciudadanas que sigue vigente, con el objetivo de fomentar
la ciudadanía activa, por medio de un marco normativo, indicadores de desempeño y orientaciones
pedagógicas obligatorias en todos los centros educativos de educación básica y media, tanto públicas
como privadas.
Cabe destacar que, en el siglo XXI la educación en Colombia, enfrentan los desafíos de una sociedad
caracterizada por la diversidad, la complejidad, lo que subraya claramente la necesidad de crear un
entorno educativo competitivo e innovador que fomente la inclusión, la innovación, la responsabilidad
social, para construir un futuro sostenible en todo el territorio, sin excepción alguna. Por eso, las
competencias educativas deben transcender la mera adquisición de conocimientos teóricos, sino también
en forma conjunta el desarrollo de habilidades prácticas y actitudes esenciales para navegar en un mundo
interconectado. (Hincapié y Clemenza, 2022)
Por eso, la formulación del problema fue: ¿Qué aspectos pedagógicos y normativos deben tener en
cuenta las competencias básicas en educación del Siglo XXI en Colombia?
Este estudio tiene como objetivo general es analizar cómo se reconocen e implementan las competencias
del S.XXI por parte de las Instituciones Educativas Fundación Universitaria Juan N Corpas. Escuela de
enfermería (Bogotá, D.C.), Colegio La Llanita (Simacota Santander) y Centro Educativo El Mundo
de los Niños (Malambo-Atlántico).
Marco teórico
En función del marco téroico que fundamenta esta investigación, se han seleccionado las siguientes
categorías para resumir y analizar los datos en torno a: las Competencias del siglo XXI, Formación
integral en los PEI; Relación entre competencias del siglo XXI y formación integral.
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Competencias básicas en educación del Siglo XXI en Colombia
En el contexto educativo colombiano, las competencias del siglo XXI juegan un papel fundamental, en
lo que tiene que ver con el proceso enseñanza aprendizaje, buscando transformar de manera
competitiva los enfoques tradicionales, porque llevan el desarrollo de nuevas capacidades docentes,
considerando que estamos inmersos en una sociedad basada en el conocimiento y un entorno en
constante evolución que influye en las dinámicas sociales y educativas existentes. Donde las
competencias básicas en educación según Rosso (2024) se representa “como un conjunto de
capacidades, destrezas, dominios, que giran en torno a una fundamentación que traerá beneficios a los
estudiantes en los entornos sociales, religiosos, tecnológicos, ambientales, estilo de vida saludable que
lo llevará a otro nivel”, (p. 3378) para obtener un mejor rendimiento académico en la construcción de
nuevos conocimientos bastante competitivo y acorde a la exigencia de la sociedad del siglo XXI.
De igual manera, el término conceptual de competencia, según Aliaga & Luna (2020) “se refiere a la
adquisición de nuevas habilidades, conocimientos lógicos-racionales, acorde al desarrollo meta-
cognitivos, socioemocionales y psicomotoras que deben de evolucionar en cada estudiante” (p. 11),
donde las actividades pedagógicas ayudarán significativamente a mejorar su desempeña en cada materia
que se encuentre en su currículo en los diferentes niveles pedagógicos.
Por otro lado, el desarrollo de las diferentes competencias educativas implica de manera clara el ajuste
y adecuación de la planeación curricular, donde la experiencia y conocimientos profesionales de los
maestros, junto con la influencia del contexto sociocultural, donde es importante caracterizar a los
estudiantes a una visión integradora y relacional de la enseñanza con el diseño de nuevas rutas de
aprendizajes actualizados. (Ríos Reyes, 2023)
Cabe destacar que las competencias básicas en educación en el siglo XXI, según Ripoll et. Al. (2021)
adquiere mayor compromiso competitivo, porque busca dejar atrás las metodologías tradicionales o
mecánicas, porque los docentes deben ser creativos e innovar en torno a las nuevas exigencias en el
campo tecnológico, vida saludable, cuidado del medio ambiente, aspectos sociales que llevan a mejorar
el aprendizaje significativo donde se hace más vivencia, dinámico y real, la relación de la institución
educativa con el medio productivo, industrial, con tecnología limpia, para que no se afecte el contexto
poblacional, especialmente ahora que se habla del cambio climático.
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En el campo internacional, el tema de las competencias básicas en educación se han múltiples propuestas
que se consideran bastante competencias, como la diseña por la psicopedagoga Nussbaum (2001), citado
por Andrade (2019) la cual centró su proyecto pedagógico en el desarrollo de capacidades humanas
(valores), la interacción social y la relación con el contexto, pero para lograr una integración efectiva en
la sociedad, tanto en el ámbito laboral como educativo, es fundamental asumir el reto de reconocernos
como seres humanos con virtudes, habilidades y limitaciones. (Andrade, 2019, p. 12)
En este sentido es importante que las nuevas generaciones no se encaucen sólo en los conocimientos del
área, sino que reflexionen sobre las realidades que acontecen e impactan al individuo y la sociedad. Esto
se debe a que la interacción humana se basa en el conocimiento y la empatía hacia los demás.
A lo anterior, se añade un ítem también importante como nuevos retos globales y es el pensamiento
crítico, el cual es ontológicamente diverso, amplio y complejo; se precisa en reconocer diversas
perspectivas de pensamiento crítico pero que se encuentran enfocadas en analizar y entender las
realidades y los discursos. En el contexto universitario, el cultivo del pensamiento crítico en estudiantes
en formación es un proceso complejo y multifacético, sustentado por la investigación y la aplicación
práctica. Esta perspectiva crítica se integra en todos los aspectos de su vida, convirtiéndose en una
habilidad esencial para los jóvenes en un entorno social altamente competitivo.
En el proceso educativo, los educadores desempeñan un rol fundamental en el desarrollo del
pensamiento crítico, ya que el entorno de aprendizaje y la orientación docente están diseñados para crear
un ambiente favorable que permita a los estudiantes: Desarrollar habilidades de pensamiento reflexivo,
acceder a experiencias enriquecedoras, desplegar su potencial intelectual, cultivar una mentalidad crítica
y analítica, adquirir conocimientos y competencias esenciales", de acuerdo a Andrade (2019) “los
docentes manifiestan una disposición positiva para abrirse a las temáticas abordadas” (p.49); la
investigación del autor anterior, precisa en reconocer que las relaciones de diálogos entre estudiantes y
maestros, promueve el fortalecimiento de las competencias de los estudiantes.
as instituciones educativas, según Arbeláez & Ossa (2024) señalan que se “deben implementar
transformaciones significativas en materia de competencias, como: reconocer el rol del docente en el
aprendizaje, los currículos enfocados en pensamiento crítico, identificar los contextos y sus cambios, el
diálogo de saberes, la diversidad, entre otros” (p. 151). El estudiantado toma las perspectivas y vincula
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la autonomía de aprendizaje, entre otros. Este proceso enseñanza aprendizaje se está dando con las
herramientas tecnológicas, donde los entornos virtuales utilizan diferentes alternativas como son los
videos, audios, mapas conceptuales, tutoriales puede llegar a reforzar todas las actividades vista en el
aula de clase.
En Colombia, según Casanova et. Al. (2018) las competencias básicas en educación del siglo XXI
“ocupan un lugar primordial en el sistema educativo, donde se buscan grandes cambios o transformación
de los enfoques tradicionales de enseñanza y aprendizaje, para salir de las metodologías tradicionales y
pasar a los entornos virtuales que implica mayor diversidad” (p. 120), motivación y autonomía que lo
llevara a mejores niveles cognitivo de carácter racional y lógico. Esto implica desarrollar nuevas
capacidades docentes, ya que se vive en una sociedad basada en el conocimiento y en un entorno de
constantes transformaciones que influyen en las dinámicas sociales, educativas y laborales, afectando la
forma en que se enseña y se aprende.
También enfocar la formación integral de los individuos, según Muñoz et. Al. (2024) “implica un
enfoque educativo holístico dentro de las instituciones educativas, centrado en el desarrollo y
fortalecimiento de capacidades, habilidades y competencias de los estudiantes” (p. 60), en armonía con
el contexto social, las exigencias del mundo globalizado y la promoción de valores y principios éticos y
morales, con el objetivo de alcanzar una realización personal plena y contribuir al progreso social.
Considerando lo anterior, es crucial fomentar el desarrollo de habilidades del siglo XXI en los centros
educativos, transformando el proceso de formación en una experiencia continua, permanente, dinámica
e innovadora que abarque todas las facetas del ser humano. Esto implica construir el conocimiento de
manera integral, sin fragmentación, y donde los estudiantes sean los principales actores en su propio
aprendizaje, comprendiendo su aplicabilidad en la vida real. Para lograr una formación integral, es
necesario implementarla de manera transversal en todas las etapas educativas, desde la infancia hasta la
vida adulta. (Torres et. Al. 2022)
Es esencial destacar que, todas las competencias según Pozo Sánchez, et. Al. (2020) “para fomentar e
implementar una formación integral en los centros educativos, los educadores deben mantener una
actualización constante de sus competencias profesionales” (p. 148), para que puedan desarrollar
habilidades, con el fin de que puedan interactuar de manera efectiva con los estudiantes y otros actores
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educativos, haciendo que las diferentes competencias estén presenten en el proceso enseñanza -
aprendizaje.
También es crucial mencionar que, en la Corporación Universitaria Minuto de Dios, que se plantea, hace
alusión a la búsqueda de un ser humano desde la formación integral que contribuya en la sociedad y sea
comprometido, para ello se hace énfasis en el desarrollo de las competencias. De esta forma, que más
importante que desde aquí se está trabajando también, por la formación integral de quienes participan y
construyen este proyecto, correspondiendo directamente a lo que se hace relevante aquí sobre la
formación en competencias y contribuir a la formación integral de estudiantes. (Torres Flórez, et. Al.
2022)
METODOLOGÍA
La metodología del presente artículo relacionados con las competencias básicas en educación del Siglo
XXI en Colombia, según Hernández y Mendoza (2018) señalan que es de carácter cualitativo, porque
se basa en todos los factores descriptivos de análisis, y de comprensión en torno a las competencias
básicas en educación del Siglo XXI en Colombia, junto a la incidencia en el proceso de formación
integral(p. 607) de los estudiantes de las instituciones educativas. Este enfoque de manera clara facilita
todo lo relacionado a la descripción e interpretación de las variables asociadas al fenómeno de estudio,
permitiendo a los investigadores obtener una comprensión rica y detallada de cómo se desarrollan estas
competencias en diferentes contextos educativos” (p. 608).
De igual manera, Tamayo (2014), manifiesta que el paradigma cualitativo, se enfoca en su proceso
investigativo principalmente en comprender, evaluar y analizar todos los fenómenos complejos que se
encuentran en un contexto seleccionado, acorde al interés y objetividad de cada participante (muestra)
(p. 71). Al mismo tiempo, se fundamenta claramente en el contexto real, acorde al desarrollo de los
diferentes instrumentos, para identificar sus variables constructivistas y sociales que los investigadores
detallan de la muestra seleccionada dada en un entorno natural. Por eso, se dice que, el paradigma
cualitativo, es pertinente en todo lo que tiene que ver con su exploración en profundidad de los procesos
educativos que se buscan apropiarse en este contexto investigativo.
Por otro lado, el enfoque del presente artículo es de carácter descriptivo, según Martínez (2018) porque
“lleva unas series de actividades planificadas en torno al problema, donde busca soluciones efectivas,
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acorde a los instrumentos seleccionados para el desarrollo de los objetivos específicos planteados”, esta
secuencia jerárquica se hace para tener en cuenta todas las variables necesarias en el estudio que se
plantea.
Asimismo, el enfoque descriptivo, según Guevara Alban, et. Al. (2020) “que tiene por objeto dar a
conocer el paso a paso detallado relacionado con todas las características que presentan la población
objeto de estudio, en torno a un problema identificada” (p. 168) de situaciones, eventos, personas,
interacciones y comportamientos observables, incorporando la voz de los participantes, sus
experiencias, actitudes, creencias y reflexiones tal como son expresadas para explorar cómo las
instituciones educativas reconocen e implementan las competencias del siglo XXI en el proceso de
formación integral de los estudiantes. La muestra que se tomó de manera aleatoria de las tres (3)
instituciones y estuvo conformada de la siguiente manera:
Directivos Tres (3)
Docentes Ocho (8)
Estudiantes Nueve (9)
Como instrumentos de recolección de información, se utilizó la entrevista semiestructurada con
preguntas abiertas. Así, se aplica la entrevista manualmente con soporte de grabación de audio, tras
análisis estadístico de resultados, con sus respectivas gráficas. Se tomó como población las instituciones
educativas Fundación Universitaria Juan N Corpas-Escuela de enfermería, Centro educativo El Mundo
de los niños y Colegio La Llanita desde los roles como directivo, docente y estudiantes de grado décimo
y undécimo y universitario.
En la realización de las entrevistas, se desarrolla un guion con preguntas abiertas y estructuradas,
enfocadas en cómo las competencias del siglo XXI son reconocidas e implementadas en las instituciones
educativas participantes. Las preguntas abordan temas como la incorporación de estas competencias en
los Proyectos Educativos Institucionales (PEI), las percepciones relacionadas a las competencias del
siglo XXI, relevancia y pertinencia en la formación integral, logros y desafíos asociados con su
aplicación.
Previo al inicio del estudio, se debe de asegurar la obtención del consentimiento explícito de todos los
participantes, garantizando que comprendieran claramente los objetivos de la investigación, la
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confidencialidad de sus respuestas y su derecho a abandonar el estudio en cualquier momento. Este
procedimiento es fundamental para mantener la integridad ética en la recopilación de datos y
salvaguardar los derechos de los participantes. Para garantizar la precisión y fiabilidad de los datos, y
facilitar el análisis posterior, las entrevistas se registraron en formato de audio. Estas grabaciones
permitieron capturar con exactitud las respuestas, incluyendo las expresiones verbales y los matices de
la comunicación, esenciales para una interpretación precisa de los resultados.
De acuerdo al Proyecto Educativo Institucional, el cual tuvo en cuenta los siguientes aspectos como son
los objetivos y metas que se estimadas en cada año lectivo, junto a los planes y programas que fomenten
los procesos de enseñanza aprendizaje de la institución educativa en la construcción de una nueva
ciudadanía, acorde a la transformación y adaptabilidad que se busca con los cambios y necesidades
sociales del siglo XXI.
Una vez recolectados los datos, fueron codificados y categorizados utilizando técnicas de análisis
temático. Este proceso permite identificar patrones y temas emergentes, proporcionando una
comprensión profunda de cómo se reconocen y aplican las competencias del siglo XXI en las
instituciones educativas. Además, se realiza una triangulación de datos para asegurar la validez y
confiabilidad de los hallazgos, comparando las perspectivas de los diferentes grupos participantes.
RESULTADOS
Es claro que las competencias básicas en educación, en la sociedad del siglo XXI son fundamentales en
los procesos enseñanza aprendizaje de acuerdo a Rosso Mejía, (2024), Andrade (19), donde manifiesta
que actualmente todas las instituciones públicas y privadas, de las zonas urbanas o rurales deben de
invertir en capacitaciones diversas, especialmente en el manejo de los entornos virtuales de aprendizajes,
para que cambien las metodologías tradicionales y mecánicas por aplicaciones donde se puedan utilizar
tutoriales, videos, audios, mapas conceptuales, donde la práctica pedagógica sea magistral, acorde a las
exigencias del mundo exterior, donde el pensamiento computacional debe ser una realidad.
Igualmente, para Aliaga & Luna (2020), Ripoll et. Al. (2021), Casanova et. Al. (2018), han manifestado
que las diferentes competencias deben trabajarse desde el contexto real, valorando la experiencia de los
nuevos enfoques ambientales, tecnológicos, sociales y con estilos de vida saludable, para apropiarse de
un mejor proceso formativo de carácter racional y lógico en las diferentes materias en los niveles de
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básica primaria y secundaria.
Se reconoce la adopción de habilidades del siglo XXI en las tres instituciones educativas, tras realizar
un análisis investigativo de las entrevistas realizadas a diversos actores educativos. Las directivas, los
docentes y estudiantes enuncian competencias claves e importantes para el desempeño de los jóvenes
tanto en el escenario educativo en desempeños académicos, como pensando en su rol en la misma
sociedad. Se establece una relación de dichas competencias hacia la formación integral, y es claro que
en los P.E.I se mencionan ítems donde se promueve hacia el desarrollo de la formación de manera
holística.
Durante la transcripción y análisis de las entrevistas, y en comparación con los objetivos establecidos
en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI), se evidenció que las tres instituciones educativas
realizan un esfuerzo significativo para diseñar, implementar, desarrollar y evaluar currículos
innovadores que fomenten habilidades y competencias del siglo XXI, como lo manifiesta en las
investigaciones de Andrade (2019) donde trae ejemplo de proyectos educativos en las grandes naciones
que ya llevan más de 20 años y que es una prioridad para los estudiantes como en docentes y líderes
educativos, con el fin de fortalecer la formación integral como ciudadanos globales y contribuir a la
transformación de su entorno, abordando las demandas del mundo contemporáneo y mejorando la
calidad educativa.
Tabla 1. Evidencias de las narrativas de las entrevistas
Muestra
Narrativa
Directivos
“los docentes estamos alineados en el sentido de promover el pensamiento
crítico, de promover la creatividad e innovación, el trabajo colaborativo,
de promover el proyecto ético de vida, que es uno de los pilares también del
modelo pedagógico socioformativo, de cómo, aportamos a que el estudiante
sea capaz de resolver problemas reales de las comunidades con las cuales
interactúa, y pues como puedes ver, todas estas apuntan a la formación de
las competencias del siglo XXI, y son ejes del modelo pedagógico
socioformativo.”( E. 1) Decana escuela Antonina Román FUJNC
pág. 13635
Docentes
“creo que los temas de humanización, los temas de escucha, la resolución
de conflictos, los procesos de comunicación asertiva son elementos que
deberían trazarse en términos generales en la formación. Todo este
conjunto de cosas finalmente concluye en una formación integral, en una
formación holística, en el estudiante, desde luego en su propio desempeño,
le permitirá pues hacer un buen abordaje de su componente disciplinar o de
su componente de formación. En ese orden de ideas creo que pues confluye
un elemento importante del que hoy se habla y es los componentes de
reflexividad, es decir, cómo pones sobre la mesa esas competencias duras
que son muy disciplinares con las competencias blandas y cómo lo pones al
servicio de una comunidad” (E. 2) profesor Fernando Rodríguez FUJNC
Estudiantes
“el pensamiento crítico nos permite analizar de forma objetiva la
información que recibimos en nuestra formación profesional y nos permite
evaluar las diferentes perspectivas y formar nuestras propias conclusiones.
Esto, ¿a qué nos puede ayudar? Pues a tomar decisiones sobre el
aprendizaje y a desarrollar las actividades con un criterio profesional
propio” (E. 3) estudiante Daniel Moreno FUJNC
Fuente. Elaboración propia
Dentro de sus P.E.I, las tres Instituciones se preocupan por mantener una actualización permanente de
sus equipos de trabajo (Directivos y docentes), por lo que se plantean actividades y jornadas de
capacitación en temas como El uso de las nuevas tecnologías en el quehacer pedagógico y se fomenta
el estudio permanente para fortalecer la investigación y el aprendizaje de otros idiomas, otorgando
porcentajes sobre el valor de la matrícula, para realizar dichos estudios.
Tanto en algunas entrevistas, como también en los P.E.I. las instituciones educativas expuestas y
relacionando el presente trabajo de investigación, se hace énfasis por una calidad educativa, dicho
planteamiento es el objetivo número cuatro según los O.D.S (Objetivos de Desarrollo Sostenible)
propuesto por la UNESCO como metas a cumplir a nivel mundial.
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DISCUSIÓN
En este estudio, todos los participantes de las tres instituciones educativas coincidieron en la importancia
crucial de las habilidades del siglo XXI para fomentar el pensamiento analítico, la creatividad, la
innovación, el uso efectivo de la tecnología, la comunicación eficaz, la resolución de problemas
complejos, el trabajo colaborativo y la expresión asertiva.
La investigación reveló la percepción de los agentes educativos sobre las competencias del siglo XXI,
destacando el conocimiento y la relevancia de estas habilidades en la formación integral de los
estudiantes, según la mayoría de los directivos entrevistados.
Las directivas de las instituciones educativas demostraron un compromiso firme para promover
competencias clave del siglo XXI. Además, resaltaron la importancia de que los docentes sean capaces
de abordar y resolver problemas reales en el aula, lo que refleja una educación orientada hacia la
formación integral del estudiante y su preparación para enfrentar los desafíos actuales, promoviendo la
formación de ciudadanos competentes y comprometidos con la sociedad.
Al analizar la aplicación del pensamiento crítico en los estudiantes, se observó que esta habilidad les
permite evaluar información de manera objetiva, tomar decisiones informadas, resolver problemas de
manera efectiva y desarrollar una visión propia. Esto fomenta la autonomía intelectual y prepara a los
estudiantes para enfrentar desafíos complejos en su vida académica y profesional, promoviendo una
participación investigativa y activa en la sociedad.
Desde la perspectiva de las autoridades educativas, el pensamiento innovador es esencial para cultivar
una cultura de creatividad y mejora continua. Fomentar la creatividad en docentes y estudiantes permite
desarrollar soluciones innovadoras a desafíos educativos, adaptarse a entornos en constante cambio y
mejorar la calidad del aprendizaje. Esto promueve el trabajo colaborativo, generando entornos donde se
valoran ideas que contribuyen al crecimiento institucional y al desarrollo integral de los estudiantes.
La innovación es un factor clave que distingue a las instituciones educativas, ya que fomenta una
enseñanza dinámica y prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos de un mundo en constante
evolución. La innovación como competencia del siglo XXI es fundamental para generar ideas y
soluciones creativas que aborden problemas complejos y mejoren procesos, productos o servicios.
Está estrechamente relacionada con la utilización de herramientas tecnológicas, otra competencia
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destacada en las instituciones educativas. Esto implica ir más allá de las metodologías tradicionales y
explorar nuevas propuestas. En el Colegio La Llanita, a pesar de los desafíos, se busca desarrollar esta
habilidad, apoyada por el Ministerio de Educación Nacional, que proporciona herramientas tecnológicas
innovadoras para que los estudiantes exploren nuevos horizontes.
En resumen, tanto las entrevistas, como el Proyecto Educativo Institucional, junto con los diferentes
estudios teórico como: Casanova (2018), Sánchez et. al, (2020), Muñoz et. al. (2024), Rosso (2024),
Arbeláez y Ossa (2024) , se resalta la importancia del trabajo en equipo, apoyado en la colaboración,
como una habilidad y competencia fundamental en las instituciones educativas. La interacción entre
personas se vuelve cada vez más importante, contribuyendo al logro de objetivos comunes. Tanto para
docentes como para estudiantes, es una competencia que requiere práctica constante, como lo demuestra
el Centro Educativo El Mundo de los Niños, que ha apostado por el fomento del trabajo en equipo y ha
progresado significativamente en esta área.
Pues en este mundo con gran posibilidad de creencias culturales, religiosas, políticas y demás, los
jóvenes expresan la inclusión al respeto por la diversidad para ser escuchados ante algo que en sus
contextos están vivenciando.
Articulado a las competencias del siglo XXI la formación integral y la relación entre marcan una
orientación importante, ya que ha puesto en diálogo lo establecido en los P.E.I (Proyectos Educativos
Institucionales), dejando en exposición para cada una de las Instituciones que desde los Modelos
Pedagógicos, principios Institucionales, Misión, Visión, proyectos educativos y la misma filosofía para
cada institución deja en vilo el fomento a la formación integral. Se logró identificar las competencias
en los diferentes documentos educativos y los diferentes actores educativos lo conocen haciendo énfasis
en el prestigio que tiene la formación integral.
En el marco de los proyectos educativos institucionales, la formación integral busca cultivar no solo
habilidades técnicas y cognitivas, sino también competencias humanas y éticas que preparen a los
estudiantes para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Es destacable que las instituciones educativas participantes en este proyecto de investigación han
incorporado un enfoque integral en su modelo pedagógico, caracterizado por ser flexible, centrado en el
estudiante y orientado a fomentar el pensamiento analítico, la creatividad y la capacidad de colaboración.
pág. 13638
Las autoridades educativas y los docentes enfatizan que la educación no se limita a la transmisión de
conocimientos, sino que es un espacio para la construcción de un proyecto de vida, donde los estudiantes
descubren sus aspiraciones y metas, desarrollando un sentido de propósito que guía su vida personal y
profesional.
Así mismo, es importante reconocer que los directivos y docentes, al verse enfrentados a estas
entrevistas y a lo planteado en ellas, pudieron hacer unas reflexiones y a partir de ellas, algunos refirieron
que pueden involucrar en sus P.E.I. más concretamente las competencias del S.XXI como un eje
fundamental, ya que no se hace tan explícito o se alude a ellas de una forma tan relevante. De igual
forma, se observa un progreso en la adopción de tecnologías emergentes y un compromiso por actualizar
habilidades en este ámbito, con el objetivo de innovar en las metodologías educativas y mejorar el
proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, todavía existe una resistencia al cambio por parte de
algunos educadores, lo que genera una brecha entre los objetivos pedagógicos planteados y la realidad
práctica en el aula. Por lo tanto, es fundamental implementar estrategias de monitoreo y evaluación para
analizar los procesos y dinámicas educativas, y así generar nuevas opciones para abordar de manera
integral las competencias del siglo XXI. Esto permitirá contribuir de forma efectiva a la formación
integral de los estudiantes.
CONCLUSIONES
De acuerdo con la presente investigación, existen diferentes enfoques pedagógicos que se han adecuados
fácilmente a las competencias básicas de educación, para mejorar los diferentes procesos enseñanza
aprendizaje que se vienen utilizando para que el rendimiento académico más adecuado, competitivo,
activo, acorde a las exigencias de la sociedad del siglo XXI.
Igualmente, todas estas competencias básicas de educación, se debe de implementar a futuro la
evaluación inclusiva, para determinar los logros y competencias de acuerdo con los estudiantes que
presentan algún tipo de discapacidad, con el fin de que también puedan desarrollar en forma satisfactoria
sus diferentes proyectos de vida.
Por otro lado, todas estas instituciones educativas deben fomentar la competencia inteligencia emocional
para toda la comunidad educativa incluyendo a las familias, siendo hoy en día un tema fuerte para
trabajar en las Instituciones Educativas.
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Asimismo, involucrar aún más a los docentes hacia las competencias del siglo XXI haciendo un
reconocimiento de cómo aplicarlas. Así mismo, incentivar la labor docente ya que estas acciones resaltan
la importancia que desempeña este actor en el contexto educativo.
Por último, las competencias básicas de educación son diversas y eso obedece a la integración de
diferentes sectores contextuales que anteriormente no se tenía en cuenta, por eso, los procesos de
enseñanza aprendizaje son bastante exigentes, donde los entornos virtuales de aprendizajes aparecen
como una herramienta pedagógica competitiva a las exigencia de la sociedad del siglo XXI y se debe
preparar a los estudiantes para que a futuro puedan dar soluciones efectivas en los diferentes campos del
saber pedagógico.
En tal sentido, se hace necesario abordar otras investigaciones sobre competencias en diversos contextos
educativos y en diferentes condiciones socioeconómicas, que permitan profundizar el fenómeno de
manera comparada, para proponer otras posibles competencias y requerimientos contextuales.
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