LAS COMPETENCIAS SOCIOEMOCIONALES
DOCENTES:UNA TAREA PENDIENTE EN EL
CONTEXTO EDUCATIVO COLOMBIANO
TEACHERS' SOCIOEMOTIONAL SKILLS:
A PENDING TASK IN THE COLOMBIAN
EDUCATIONAL CONTEXT
Yuly Caterine Espinosa Pineda
Universidad Santo Tomás. Bogotá-Colombia
pág. 2613
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v8i6.15037
Las Competencias Socioemocionales Docentes: Una Tarea Pendiente en el
Contexto Educativo Colombiano
Yuly Caterine Espinosa Pineda
1
yulyespinosa@usantotomas.edu.co
https://orcid.org/0009-0002-7533-5166
Universidad Santo Tomás. Bogotá-Colombia
RESUMEN
El presente artículo se origina a partir de la revisión y el análisis del estado del arte y del marco
normativo del proyecto de investigación doctoral sobre las competencias socioemocionales de docentes,
desde ahora [CSED], la cual se desarrollará con maestros en ejercicio, de instituciones públicas de la
ciudad de Bogotá y que surge de la necesidad de identificar un estado actual de dichas competencias,
para así orientar hacia la reflexión y la toma de decisiones, con el fin de optimizar el rendimiento
docente y junto a ello promover calidad educativa. En las líneas posteriores se sustentan cuatro
argumentos que justifican la importancia de darle una mirada prioritaria a las CSED en el campo de la
educación en Colombia. En primer lugar, se hace referencia a la legislación y lineamientos en relación
con la educación y en particular con las CSED; en segundo lugar, a aspectos relacionados con el
bienestar docente y la salud mental; en tercer lugar, a la humanización del docente quien es un actor
fundamental en los procesos formativos de los estudiantes y, en cuarto lugar, a la investigación en
relación al tema, dado que es necesaria e incipiente en América Latina.
Palabras clave: bienestar docente, competencias socioemocionales, humanización
1
Autora Principal
Correspondencia: yulyespinosa@usantotomas.edu.co
pág. 2614
Teachers' SocioEmotional Skills: A Pending Task in the Colombian
Educational Context
ABSTRACT
This article classified as an essay-reflection originates from the review and analysis of the state of the
art and the normative framework of the doctoral research project on the socioemotional skills of
teachers, from now on [SEST], which will be developed with practicing teachers, from public
institutions of the city of Bogotá. and that arises from the need to identify a current state of these
competences, in order to orient toward reflection and decision-making, in order to optimize teaching
performance and along with it promote educational quality. In the following lines, four arguments are
supported that justify the importance of giving a priority look to SEST in the field of education in
Colombia. Firstly, reference is made to legislation and guidelines relating to education and in particular
to the SEST; secondly, aspects related to teacher welfare and mental health; thirdly, to the humanization
of the teacher who is a fundamental actor in the formative processes of the students and fourthly, to the
research in relation to the subject, since it is necessary and incipient in Latin America.
Keywords: teacher well-being, socioemotional skills, humanization
Artículo recibido 02 octubre 2024
Aceptado para publicación: 10 noviembre 2024
pág. 2615
INTRODUCCIÓN
El tema de las competencias socioemocionales [CSE] se ha puesto de manifiesto en el campo educativo
en los últimos años, debido a que se considera que la dimensión cognitiva debe ir de la mano de la
dimensión emocional, con el fin de que se generen espacios de aprendizaje más armoniosos en los que
se haga una adecuada gestión de las emociones y por consiguiente se logren mejores resultados a nivel
convivencial y académico; sin embargo, la mayoría de investigaciones y programas emprendidos sobre
el tema, giran en torno a las CSE de los estudiantes con el fin de promover su formación integral. De
acuerdo con lo anterior, se ha formulado el proyecto de investigación doctoral en relación con las CSED
y a partir de él, se origina el presente artículo que muestra mediante cuatro argumentos sustentados, la
importancia de brindarle prioridad a dichas competencias en el ámbito docente debido a que son los
maestros los principales actores en los diferentes procesos educativos y formativos de los estudiantes;
no se puede pedir a los docentes que sean los artífices del desarrollo de las CSE de los estudiantes
cuando en muchos casos ellos no tienen fortalecidas esas competencias y requieren de programas de
formación para su desarrollo y acompañamiento posterior; atendiendo a diversas variables relacionadas
como lo son el bienestar, el clima organizacional y la salud mental, entre otras.
De acuerdo con lo anterior, el objetivo principal es mostrar argumentos que evidencien la importancia
de tratar el tema de las CSED, el cual se convierte en una tarea para el contexto educativo colombiano,
dada su importancia, pertinencia y urgencia; dentro de todo el abanico de posibilidades que apuntan a
responder a las necesidades educativas actuales y a la promoción de una educación calidad que fomente
igualdad, equidad y paz. Un primer argumento está relacionado con la normatividad y los lineamientos
que orientan a la educación en Colombia y que vislumbran la reciente necesidad de trabajar sobre las
CSED, siendo estas fundamentales en el trabajo con estudiantes y en el que las emociones bien
gestionadas son mediadoras y artífices de logros en la diversas dimensiones humanas y educativas. Un
segundo argumento se vincula con el bienestar docente, asociado a ese estado de equilibrio que le
permite un desenvolvimiento adecuado a nivel personal, familiar y profesional, promoviendo una
condición adecuada de salud física, mental y emocional. En tercer lugar, se presenta el argumento
asociado a importancia de la humanización del docente en un contexto en el que su labor ha perdido
valor, respeto y estatus; en medio de múltiples exigencias y responsabilidades que se le han asignado,
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asociadas al desarrollo y al progreso de la sociedad. En cuarto y último lugar se desarrolla el argumento
en relación con la investigación sobre el tema de las CSED y que es incipiente en América Latina, en
este caso en particular en Colombia y en el que se requieren datos y resultados procedentes de
investigaciones, que sean divulgados para que promuevan reflexiones y análisis para el planteamiento
de planes, programas y proyectos dentro del marco de Políticas públicas que apunten a suplir las
necesidades sobre dichas competencias en el ámbito docente. Es así como de esta manera se invita al
lector a hacer una lectura reflexiva y crítica para así determinar si las ideas aquí planteadas aplican en
otros contextos diferentes al colombiano y en los cuales se hace necesaria la investigación en relación
con este tema para generar aportes significativos a una educación que se pretende sea de calidad.
METODOLOGÍA
Para la elaboración del presente artículo tipo ensayo-reflexión se ha delimitado el tema de las CSED y
se ha hecho una revisión bibliográfica con análisis crítico; así mismo se ha hecho un análisis documental
con el fin de plantear los cuatro argumentos que se desarrollarán a continuación y que están soportados
por las ideas de la autora, en conjunto con ideas encontradas en artículos de investigación, artículos de
revisión sistemática de la literatura y revisión documental. Las principales bases de datos consultadas
han sido Scopus, Google Scholar, Dialnet, SciELO (Indexado en Scopus), Redalyc, Redined,
OpenAlex, Teseo, DOAJ y JSTOR. Así mismo, los principales repositorios consultados son
Descubridor de la Biblioteca Luis Angel Arango, repositorio de la Universidad Santo Tomás, CRIIE del
IDEP y LA Referencia. En relación con los operadores booleanos, los que se han empleado son
<<AND>>, <<OR>> y <<NOT>>, empleando términos en inglés y español.
Reflexión y argumentos y en torno a las CSED
El constructo de CSE, es relativamente nuevo y se ha visibilizado con fuerza desde el año 1995 con la
publicación del libro Emotional Intelligence” de Daniel Goleman, en el cual se hace mención a la
educación emocional y junto a ella, a las CSE la cuales se constituyen como el conjunto de
conocimientos, capacidades y habilidades para gestionar las emociones de la manera más asertiva
posible, en los diferentes entornos en los que interactúa el ser humano y que permiten una mejor
adaptación a los cambios, en contextos que se fundamenten en una buena comunicación y una mejor
respuesta frente a las diversas situaciones que componen las trayectorias de vida de las personas.
pág. 2617
Las CSE se constituyen en un conjunto de saberes y capacidades que permiten regular los fenómenos
emocionales, promueven la construcción de aprendizajes, una mejor adaptación al entorno, la formación
de una ciudadanía responsable y la resolución de situaciones, favoreciendo las relaciones con las otras
personas, incluyendo las laborales (Bisquerra & Pérez, 2007).
De acuerdo con lo anterior y fijando la mirada en el campo educativo, siendo los docentes quienes
desempeñan un rol fundamental en las diferentes acciones que propenden por la formación integral de
los estudiantes, las CSED se convierten en la base para la buena realización de la labor del maestro, la
cual trasciende en particular a la formación del estudiante y que implica, como reconoce Harari (2018)
el dar prioridad a las competencias para la vida que permiten enfrentar los cambios, la generación de
nuevos aprendizajes y el establecimiento de la armonía emocional. A continuación se presentan cuatro
argumentos sustentados (Ver figura 1) que muestran la importancia de la investigación en el tema de las
CSED y que se debe constituir en un punto clave de la agenda gubernamental colombiana, la cual
plantea de forma recurrente la necesidad de propiciar cambios educativos que promuevan aprendizajes
en los estudiantes y que respondan a las múltiples necesidades de un entorno que demanda ciudadanos
con destrezas cognitivas desarrolladas y que posean competencias para la vida que les permitan
vincularse de forma armoniosa en los diversos contextos sociales.
Figura 1. Argumentos que sustentan la atención a las CSED
Fuente: elaboración propia (2024)
pág. 2618
Legislación y lineamientos en relación con la educación y las CSED
El primer argumento que justifica la necesidad de fijar la atención al tema de las CSED en el contexto
colombiano se vincula con la existencia de legislación y lineamientos mundiales existentes a través de
los cuales se evidencia la necesidad de trabajar en pro de la calidad educativa, la cual incluye de forma
más reciente el fortalecimiento de las CSED; es así como hay que poner en acción todas aquellas ideas
y orientaciones que en el papel generan un sentir acerca del valor de la educación como foco de
desarrollo y que se deben hacer realidad . De forma prioritaria se hace referencia a la Constitución
Política de Colombia (1991), que en su artículo 67 establece que la educación es un derecho, con una
función social y que debe formar para la promoción de los derechos humanos y la democracia. Así
mismo, se hace mención del Plan Decenal de Educación (2016-2026) “El camino hacia la calidad y la
equidad” en el cual se menciona que la educación es una herramienta poderosa de transformación, que
reduce desigualdades en los campos económico y social y por ello en la búsqueda de la paz, se requiere
de una educación que promueva la formación de buenos ciudadanos y que estimule la buena
convivencia. Específicamente en el séptimo desafío se establece la formación ciudadana que desarrolle
competencias comunicativas y habilidades socioemocionales; en la misma línea y de forma precisa, en
el cuarto desafío se establece que se debe garantizar la formación docente en el campo de las CSE y
ciudadanas para la promoción de la paz y la equidad. Aunado a lo anterior, el Plan Sectorial de
Educación (2020-2024) “La educación en primer lugar” propone un trabajo encaminado a las
capacidades socioemocionales, relacionado con la justicia restaurativa y la paz.
Por otro lado, los Objetivos de Desarrollo Sostenible [ODS] establecidos por las Naciones Unidas
dentro de la agenda 2030 establecen dentro de los 17 objetivos, un cuarto que hace alusión a una
educación de calidad que dentro las líneas anteriores se ha vinculado con las CSED que son mediadoras
efectivas en los procesos escolares docente-alumno. En esa misma línea, el Banco Interamericano de
Desarrollo [BID] (2022), propone las Habilidades del S. XXI y uno de sus ejes se enfoca hacia el
desarrollo de las habilidades socioemocionales de los estudiantes con el fin de promover éxito a nivel
profesional y laboral; aunado a lo anterior, se establece el desafío de capacitar a los docentes en el tema
para que ellos apoyen los procesos de desarrollo de estas capacidades en los estudiantes y las incluyan
en los estándares de aprendizaje (Arias et al., 2020).
pág. 2619
Realizando una mirada a lo anterior, se evidencia la necesidad latente del trabajo sobre competencias
para la vida en los entornos escolares, las cuales se traducen en CSE que no solo se deben limitar al
trabajo con estudiantes, sino que por el contrario debe tener un enfoque prioritario en el trabajo con
maestros. Es así como surge la pregunta ¿se están realizando procesos de capacitación pertinentes a
docentes en formación y en servicio para fortalecer sus CSE, las cuales se pondrán en práctica en su
quehacer diario con los estudiantes? y para dar respuesta a dicho cuestionamiento, se mencionan a
continuación algunos programas emprendidos en Colombia con ciertos grupos de docentes y que sin
duda muestran un avance en torno al fortalecimiento de las CSED pero que deben impulsarse y
reorientarse con el fin de que se extiendan a un número mayor de docentes, respondiendo a las
necesidades identificadas en los diversos contextos en los que ellos se desenvuelven (ver tabla 1).
Tabla 1. Algunos programas de fortalecimiento de CSED desarrollados en Colombia
Programa
Aspectos a destacar
Aulas de Paz (2005)
Promoción de relaciones armoniosas y prevención
de la agresión a través del desarrollo de
competencias ciudadanas. Curso virtual y sesiones
presenciales para los maestros.
Por una mejor salud mental para todos (2020)
Apoyo psicológico y emocional a docentes en
época de pandemia por la COVID-19. Trabajo con
5454 docentes.
#Sanamente (2021)
Enfoque: manejo y gestión del estrés, manejo del
duelo, hábitos de autocuidado, conciencia plena,
solución de problemas y manejo de la ansiedad.
Intervención con 15558 docentes.
Programas enfocados al autocuidado y reducir
factores de riesgo psicosocial (2022): Cuidarme
para cuidar. Elige actividad, elige bienestar.
Sana tu mente, sana tu cuerpo.
Uso del Mindfulness para reducir estrés y
ansiedad. Promoción de la actividad física dentro
de los hábitos saludables. Participación de 12630
docentes y directivos docentes de 47 instituciones
educativas públicas de Bogotá.
Programa Terapeuta en tu colegio (2024)
Acompañamiento de un terapeuta, quien atiende y
ayuda a prevenir problemas asociados a la salud
mental de docentes y directivos docentes.
Fuente: (Arias et al., 2020; página de la SED Bogotá, 2024)
pág. 2620
A partir de esto se concluye que es prioritario y urgente en el contexto colombiano el trabajo sobre las
CSED, debido a que las relaciones entre docentes y estudiantes tienen un impacto favorable a través de
las CSE, lo cual influye en el ambiente de aula, los resultados académicos y el fortalecimiento de dichas
competencias en los escolares. (Lozano et al, 2022).
Bienestar y salud mental
En segundo lugar, se argumenta la atención al tema de las CSED desde el campo del bienestar, el cual
es concebido como un estado de equilibrio entre las diversas dimensiones humanas y que incluyen las
condiciones personales como la salud física y la salud mental, así como las condiciones sociales en las
que los sujetos se comunican, se adaptan a cambios constantes, están satisfechos y continúan con sus
trayectorias de vida. De acuerdo con la Real Academia Española [RAE] el bienestar se refiere a un
conjunto de cosas necesarias para vivir bien y que permiten una vida cómoda y tranquila propiciando
un buen funcionamiento de la actividad corpórea, mental y emocional; lo cual aunado a lo que menciona
Maslow (1943), la satisfacción de necesidades básicas se asocia al bienestar y van desde las fisiológicas
hasta la asociadas a la autorrealización en el que los sujetos desarrollan sus potencialidades y
experimentan un estado de plenitud.
En el campo docente, el bienestar se ve afectado por situaciones relacionadas con su salud física, su
salud mental, su salud emocional y las dinámicas que se viven en su contexto familiar, social y laboral.
En este punto se hace necesario destacar el gran impacto de la Pandemia de la COVID-19 que cambió
la vida de los maestros dadas las condiciones que se generaron y que incluyeron situaciones de angustia,
ansiedad y de incertidumbre en un momento histórico que demandaba de su trabajo y que requería de
un manejo de la tecnología que para muchos era desconocida. En medio de una gran crisis mundial, se
buscaba dar continuidad a los procesos educativos de los estudiantes, independiente de las cargas
emocionales de los docentes, de los conflictos y las pérdidas humanas de familiares y allegados que sin
duda dejaron grandes vacíos en la vida de algunos docentes. Aquí surge la pregunta, ¿Surgieron
programas pertinentes para los maestros que respondieron a las consecuencias generadas por el impacto
de la pandemia? Es así como hay una respuesta y es que se desarrollaron programas, los cuales se
mencionaron en el argumento inicial, para una escasa población de maestros, dejando de lado las
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necesidades de muchos más que a la fecha muestran consecuencias a las que no se les ha brindado la
atención que merecen.
Una situación que hoy en día es preocupante tiene relación con la salud mental del docente, la cual
permite su desarrollo, le facilita flexibilidad para asumir las situaciones de la vida y le permite establecer
relaciones con los demás. Esta se define como un estado de bienestar que permite enfrentar momentos
de estrés, desarrollar habilidades, aprender y trabajar para aportar a la mejora de la sociedad; así mismo
es el soporte para la toma de decisiones, construir relaciones y dar forma al mundo; también se
constituye como un derecho fundamental y es un elemento de desarrollo personal, social y económico
(Organización Mundial de la salud [OMS], 2022). La salud mental docente se ha visto afectada
seriamente dado que se demanda de su trabajo en un contexto en el que prima su rendimiento y
producción en medio de las adversidades que se presentan a diario, argumento respaldado por Han
(2012), quien menciona que la actual sociedad del rendimiento que busca el desarrollo de muchas tareas
a la vez, en donde abunda el exceso de positividad y en donde la supervivencia se convierte en el foco
en torno al cual gira la existencia; el desgaste profesional y enfermedades como la depresión se han
convertido en un tema fundamental (p. 14-16). Es así como de nuevo se fija la mirada hacia la atención
prioritaria sobre las CSED, dado que se relacionan estrechamente con su salud mental, ya que un
docente con estas competencias fortalecidas se comunica asertivamente y está más preparado para
asumir y enfrentar los cambios que se presentan en los diversos contextos en los cuales se desenvuelve,
a través de la toma de decisiones asertivas y aportando significativamente y de forma positiva a su salud
mental. Por el contrario, si su salud mental está afectada, su salud física se ve deteriorada, lo cual
repercute en la disminución de su rendimiento y en muchos casos, la ausencia laboral que sin duda
interfiere en los procesos educativos y en las metas que se quieren lograr con los estudiantes. A
continuación, se presentan algunas cifras en relación con la salud mental docente y que son generadoras
de reflexiones para una adecuada toma de decisiones:
De acuerdo con Proservanda, entre los meses de enero y octubre, el 78% de incapacidades de
docentes se generaron en la ciudad de Bogotá y la segunda causal de dichas situaciones estaba
asociada a problemas de salud mental entre los cuales se destacaron el estrés y los trastornos mixtos
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de la ansiedad. Lo anterior implicó un total de 26927 días de ausencia de los docentes a sus
instituciones.
Haciendo mención de información expuesta por la Unión Temporal [UT] Servisalud San José, los
docentes incapacitados por salud mental para el año 2022 fueron de 1084, en comparación con el
año 2021 que el número fue de 639 (Ver figura 2). Para la primera mitad del año 2019 se presentaron
en Bogotá 25.460 incapacidades, de las cuales el 73% correspondían a educadores, siendo las causas
principales el trastorno mixto de ansiedad y depresión con 814 casos.
Figura 2. Incapacidades por salud mental
Fuente: base de datos UT Servisalud San José (2022).
Es así como se sigue haciendo hincapié en la importancia de realizar trabajo investigativo que arroje
datos actualizados en relación con las CSED y que promuevan la toma de decisiones frente a la
implementación de programas de intervención que fortalezcan sus CSE y que a su vez garanticen una
salud mental equilibrada; para ello hay que tener presentes variables asociadas a sus condiciones
laborales, clima organizacional, entorno educativo y dignificación de su labor en un contexto en el que
se le ha perdido el respeto y el valor en relación con el rol que desempeñan. Evidentemente, los maestros
son los principales en efectuar reformas y por ello se debe empezar por el desarrollo de sus competencias
emocionales y el fortalecimiento de su salud mental para prevenir el desgaste profesional (Yataco et al.,
2022).
Humanización del docente
Un tercer argumento se relaciona directamente con la necesidad de humanizar al docente, en una nación
como Colombia, la cual posee infinitas bondades pero que también se ve afectada por dinámicas
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relacionadas con la violencia, la inequidad, la injusticia, el desplazamiento y la pobreza. El acto de
humanizar consiste en liberar a los seres humanos de la opresión y desarrollar la capacidad que poseen
para ser agentes de cambio a nivel personal y social; lo cual se logra a través de procesos de desarrollo
integral (Freire, 1970). En relación con lo anteriormente señalado, Cobo y Torres (2021) afirman que
“en una sociedad donde el contacto humano es cada vez más escaso, consolidar una educación
humanista es una tarea titánica pero no por ello imposible” (p. 53), por ello se hace necesario trabajar
sobre ella, haciendo énfasis en la tarea de humanizar al docente, asumiéndolo como un ser con carácter
de humano, de carne y hueso, con fortalezas y debilidades, con aciertos y desaciertos, con emociones y
sentimientos que le ponen la impronta de ser humano; brindándole todas las posibilidades que le
permitan potenciar su ser y su labor, que es única y con carácter especial, dado que es un ser humano
que participa en la formación de otros seres humanos. Junto con lo dicho, es importante destacar que
posee un perfil auténtico, que es hábil cognitivamente, es creativo, es un vendedor de ideas, es un
potencializador de los sueños de los estudiantes y por ello se le debe tratar y acompañar en la tarea
formativa que desarrolla, sin olvidar que es vulnerable, se agota, también comete errores y no por ello
deja de mantener su estatus de maestro. Dentro de la gran tarea de humanizar al maestro, se tienen en
cuenta los siguientes aspectos:
- Brindar atención a sus CSE, que pueden también ser definidas como un conjunto de conocimientos,
capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular de forma apropiada
los fenómenos emocionales; pueden agruparse en cinco bloques: conciencia emocional, regulación
emocional, autonomía emocional, competencias sociales y competencias para la vida y el bienestar
(Bisquerra y Pérez, 2007). Estas competencias deben ser diagnosticadas, desarrolladas y fortalecidas ya
que se convierten en motores de acción que permitan que todas las dinámicas de la vida marchen de
forma equilibrada, con los altibajos que inevitablemente hacen parte del hecho de vivir, pero que, al
mantenerse, proporcionan tranquilidad y bienestar. A nivel del trabajo con los estudiantes, las CSED se
convierte en ese toque especial que dinamiza el acto educativo en torno al buen trato, a la comunicación
asertiva, a la comprensión del otro y mantienen un clima de aula armonioso que da origen a espacios
en los que los aprendizajes son posibles y en donde se puede construir ciudadanía activa, crítica y
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reflexiva. Las CSED impactan positivamente la relación docente - estudiante, influyendo en el clima
del aula, los resultados académicos y las CSE de los estudiantes (Lozano, 2022; Brito et al., 2022).
- Generar acciones que respondan a las necesidades que se dan de forma natural como ser humano y
como trabajador en el campo de la educación. Aquí es importante resaltar esa atención, cuidado y
acompañamiento hacia ese ser formador, que trabaja en beneficio de los otros y que en determinados
momentos de la vida requiere de soporte efectivo en etapas como el inicio de su carrera, en momentos
de pérdidas humanas, financieras, en el emprendimiento de nuevos proyectos, en el ejercicio de la
maternidad o paternidad, en el proceso de actualización y formación constante y en momentos como la
jubilación que requieren de especial compañía y orientación y en situaciones de enfrentamiento frente
a la enfermedad sica y mental que sin duda transforman las dinámicas de la vida. De esta manera surge
la pregunta, ¿Está siendo valorado y acompañado el docente teniendo en cuenta ese carácter de ser
humano?, aquí la tarea es grande y la investigación rigurosa sobre el tema puede poner en evidencia las
diversas necesidades de los docentes y que deben ser atendidas de forma efectiva desde los niveles
nacionales, distritales y locales, ya que humanizar al docente implica prestar una detallada atención a
sus CSE, la cual apunta a su participación con recursos inteligentes en la solución adecuada de las tareas
que impone la vida (Sánchez & Duarte, 2020).
De acuerdo con lo anterior, el reto de humanizar al docente en el contexto actual promoverá calidad
educativa, la cual de acuerdo con Baquero et al. (2021) haciendo mención a la (OCDE, 2001) “es aquella
que garantiza no solo conocimientos, sino también capacidades, habilidades y destrezas que permitan
afrontar diversas facetas de la vida” (p. 4). Es bien sabido que la educación actual no se limita a la
dimensión cognitiva, ya que las emocionas juegan un papel muy importante en la relación estudiante
docente y en todas las dinámicas que se generan en los procesos educativos. Las emociones son
reacciones subjetivas al ambiente y van acompañadas de cambios fisiológicos y endocrinos (Guerri,
2019); son susceptibles de una educación emocional la cual se desarrolla durante toda la vida. Esta
educación asociada a las emociones hace parte del desarrollo integral de la persona y la capacita para
la vida (Bisquerra y Pérez, 2007).
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Investigación incipiente en América Latina sobre CSED
El cuarto y último argumento se vincula con la necesidad de desarrollar investigación sobre las CSED
que permita evidenciar un estado actual acerca de dichas competencias, el cual se puede convertir en
objeto de reflexión y de toma de decisiones en relación con el tema, con el fin de plantear y emprender
planes y programas vinculados a Políticas públicas orientadas a mejorar la calidad de vida del docente
y a la adquisición de herramientas que fortalezcan sus desempeños. Como se mencionó desde el inicio
del presente artículo, el tema de las CSED se asocia al planteamiento del proyecto de investigación
doctoral de la autora y que surgió al ver las situaciones asociadas a dichas competencias en su contexto
laboral.
Al realizar la construcción del estado del arte en relación con la temática de las CSED y con una ventana
de observación de los años 2019 al 2024, fue muy evidente que la mayoría de las investigaciones están
asociadas a las CSE de los estudiantes y en menor cantidad se encuentran enfocadas al campo docente,
revelando que se le ha dado prioridad al trabajo sobre dichas competencias en el campo de los
estudiantes, con la producción de bastantes programas de formación. Así mismo, al revisar los trabajos
en relación con las CSED, la mayoría se enfocan hacia los docentes en formación (Sánchez, 2023) más
que hacia los docentes en servicio y en relación con las publicaciones en el escenario Latinoamericano,
la mayoría corresponden al contexto mexicano y le siguen las del contexto peruano y colombiano; allí
se puede evidenciar la necesidad de capacitación a docentes en formación y en servicio en términos de
fortalecer sus CSE (García et al., 2021; Ordoñez, 2023; Reyes, 2022; Zaragoza, 2023)
De acuerdo con el escenario anterior y con aspectos analizados en profundidad que serán objeto la
escritura de un nuevo artículo relacionado con el estado del arte, se identifica que la investigación en
relación con las CSED en América Latina es incipiente y requiere que se convierta en el foco de estudio
de los investigadores del campo educativo y que estén interesados en comprender las dinámicas que se
presentan en relación con el tema. Seguramente si se cuenta con resultados de estudios estructurados y
sistemáticos en relación con las CSED y se divulgan, es posible que el tema se visibilice y se le brinde
la importancia que merece, conduciendo a la toma de decisiones que ya como se ha venido presentando
en las líneas anteriores, incidan positivamente en las dinámicas personales y laborales del docente y por
consiguiente aporten a la tan anhelada calidad educativa. Sin duda se hace necesario que el Estado
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escuche las necesidades de los docentes y promueva su formación en este campo (Ordoñez, 2023;
Lozano, 2022).
CONCLUSIONES
En el contexto educativo colombiano existe una gran tarea y es atender el tema de las CSED con el
objetivo de optimizar su bienestar, salud mental y rendimiento laboral, aspectos que pueden incidir en
el desarrollo de las CSE de los estudiantes y que tienen un vínculo con el establecimiento de climas de
aula armoniosos promotores de aprendizajes y de ciudadanía crítica y reflexiva.
Realizando una mirada hacia la legislación colombiana y los diversos lineamientos internacionales en
relación con la educación, se hace necesario el trabajo sobre las CSED, las cuales son mediadoras en
los procesos educativos desarrollados con los estudiantes y se convierten en un conjunto de mecanismos
que dinamizan los procesos de enseñanza aprendizaje. Un docente con CSE desarrolladas puede aportar
significativamente al fortalecimiento de las CSE de sus estudiantes, las cuales permiten un mejor
desenvolvimiento en todos los espacios en los que se desenvuelven.
El bienestar docente se asocia con el equilibrio en las diversas dimensiones de la vida, se relaciona de
forma directa con su salud mental y con sus CSE; es así como se debe prestar especial atención al
fortalecimiento de las CSED con expectativas de generar entornos en los que el bienestar permita un
mejor rendimiento personal en contextos sociales y laborales en los que la tranquilidad y la satisfacción
promuevan una mejor adaptación a los cambios, la toma de decisiones de forma asertiva y sin duda
mejores desempeños.
El acto de humanizar al docente implica brindarle la atención y el acompañamiento que requiere, dada
su condición como ser humano, vulnerable, con sentimientos, emociones, con diversas trayectorias de
vida y que participa de forma directa e influyente en la formación de otros seres humanos. Humanizar
al docente implica el trabajo sobre sus CSE con el fin de que pueda hacer una adecuada gestión de las
emociones, las cuales son mediadoras en los procesos de enseñanza aprendizaje. No hay nada más
acertado que humanizar la educación a través de la humanización del docente en un contexto en el que
confluyen diversas variables como la pobreza, la violencia y la desigualdad, que sin duda deben ser
transformadas con miras a la promoción de igualdad, paz y equidad.
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Se hace necesaria la investigación en el campo de las CSED con el fin de comprender el estado actual
de dichas competencias y así generar reflexiones y tomar decisiones asociadas a su desarrollo, en forma
de planes y programas vinculados a Políticas públicas que visibilicen y les brinden la importancia que
merecen. En la actualidad se está proyectando la construcción próximo Plan Nacional Decenal de
Educación (2026-2035), lo cual se constituye en un escenario clave para poner en evidencia la necesidad
de trabajo cobre las CSE de los docentes colombianos.
Un docente que se sienta saludable, feliz, tranquilo, reconocido, con condiciones laborales adecuadas y
capacitado para realizar su labor va a trabajar incansablemente para dar lo mejor de en cada una de
sus acciones pedagógicas, visualizando un mejor país a través de esos niños y jóvenes con los cuales
trabaja a diario y en los cuales está puesta la esperanza de prosperidad y paz.
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