pág. 5789
Con base en los resultados de la tabla 1, se puede conocer que, entre los comportamientos más
recurrentes de un niño con discapacidad intelectual leve, se encuentra el déficit de atención, carácter
antisocial y los problemas para desarrollar la comprensión de textos; todos ellos con porcentaje similar
en aproximadamente un 33.33% del total. Por el contrario, comportamientos como la falta de iniciativa,
la dependencia de otra persona y las dificultades en la comprensión de oraciones complejas, no han
podido ser identificados.
Poder estar conscientes de este modo, de aquellos comportamientos propios de un niño con
discapacidad intelectual leve, no solo que permite a sus familiares asesorarse en torno a cómo
enfrenarlos; sino que, además, facilita al docente establecer e incorporar estrategias adecuadas que les
permitan apoyarlos de una manera más especializada en el desarrollo y ejecución de sus tareas escolares.
Así mismo, se tomó la pregunta 2 de la entrevista realizada al docente del aula, ¿cuáles son los
comportamientos de los estudiantes con Discapacidad Intelectual Leve? El docente puntualizó que sí,
sin embargo, no se desarrolla una mayor argumentación en cuanto a dicha interrogante. Esta situación
así, no permite establecer cuál es su grado de conocimiento en cuanto a dichos comportamientos, o si
en el transcurso de su carrera ha podido establecer algún tipo de comportamiento en particular; lo cual
genera a su vez una incógnita, si dicha falta de argumentación se traduce en desconocimiento o mera
desatención.
Como complemento a dicha información se debe señalar que según Hernández (2014), este tipo de
comportamiento varía entre la falta de iniciativa y la dependencia de otras personas para asumir
responsabilidades; la mantención de pocas relaciones sociales; la dificultad de atención, memorización
y recuperación de la información; necesidad de un mayor tiempo en el desarrollo de habilidades
lingüísticas; y dificultades en los procesos de análisis, síntesis y adquisición de lectoescritura.
De esta forma, si bien no todos los tipos de comportamientos señalados por este autor se encuentran
presentes en los resultados de la encuesta, al menos tres de ellos si han sido identificados por sus
familiares más cercanos; esto teniendo en cuenta que, algunos de ellos son más característicos según el
entorno en el cual se desarrollan las actividades, por lo que, aquellas características propias del entorno
familiar distan mucho de aquellas propias de un entorno educativo. De ahí la necesidad de analizar más
detalladamente y por separado este tipo de comportamientos, de modo que cada persona responsable