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resultados relevantes que demuestran su efectividad en la psicología de las organizaciones. Conceptos
como engagement, comunicación organizacional, estados afectivos, calidad de vida laboral,
compromiso, satisfacción, demandas y recursos laborales, y resiliencia se habían venido desarrollando
simultáneamente durante el traslado a la era de la información.
“En sus inicios, la psicología positiva tuvo un impacto grande en distintos campos de intervención, entre
ellos están el campo clínico y el educativo” (Contreras y Esguerra, 2006, p. 315). Lupano y Castro
(2010, p. 50) consolidan un conjunto de técnicas que han ayudado, con eficacia comprobada
científicamente, a elevar la felicidad y los eventos positivos, como son la escritura de eventos positivos
(técnicas narrativas), mindfulness, los cinco ejercicios de Seligman, cartas de gratitud, ampliación y
construcción de emociones positivas (meditación, savoring, flow), portafolios personalizados de
emociones positivas, y muchos más, que generan resultados beneficiosos a corto y largo plazo.
Para las organizaciones, esta idea tiene el mismo espíritu: lograr, a través de un enfoque planificado,
sistemático, consistente, constructivista y proactivo, el incremento de las emociones positivas,
empoderamiento, mejorar la calidad de vida y, en consecuencia, los resultados organizacionales. En
relación con las organizaciones positivas, enfocadas en la salud, Sena (2016) expresa:
La Psicología Organizacional, disciplina en la que el diseño, la intervención, forma una parte
esencial del propio ciclo investigador, se trata no solo de comprender sino también intervenir,
anticipar y cambiar los eventos que ocurren en torno al comportamiento organizacional. Por lo
que al hablar de Psicología Organizacional positiva y de organizaciones saludables será
necesario también intervenir, anticipar y cambiar dentro de esta perspectiva positiva (p. 6).
Estas prácticas toman en cuenta todos los niveles organizacionales (individual, grupal y organizacional),
y entre ellas se encuentran intervenciones y estrategias en la selección y evaluación del personal,
construcción y fortalecimiento del contrato psicológico, potenciamiento del engagement, talleres,
rediseño del trabajo (demandas y recursos laborales), construcción del liderazgo, desarrollo profesional,
comunicación organizacional, y demás (Salanova y Schaufeli, 2004, p.120).
Un aspecto clave es la confianza organizacional, que media el éxito de las intervenciones en pro del
bienestar de los colaboradores que se impulsen dentro de la institución y de la cual a través de su