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disposiciones para la acción, que se originan ante estímulos significativos y que se producen en
diferentes sistemas reactivos los cuales pueden ser estudiadas; la experiencia Subjetiva (sentimiento
interno y privado de las emociones o inconsciente), la apreciación Cognitiva (sentimiento consciente de
las emociones que son transmitidas por el sujeto a través de los informes verbales) y la activación
fisiológica (la cual involucra tres tipos de respuestas fisiológicas, autónomas, endocrinas, somáticas y
centrales), para que este proceso sea posible, es importante la experiencia consciente de las emociones
(Lang et al., 1999, Ledoux, 1996;), “la conciencia de la propia emoción sería importante en términos de
su integración con procesos cognitivos".
En este sentido, se propuso un modelo dimensional de las emociones que destaca que el conocimiento
humano acerca de las emociones está organizado de manera jerárquica, incluyendo dos dimensiones
continuas: valencia (un constructo bipolar que va de agradable a desagradable) y activación (cuyos polos
van de calmado ha activado), representando la activación metabólica y neuronal. (Lang, Bradley, &
Cuthbert, 1999; Osgood et al., 1957). Además, se reconoce que las emociones son producto de las
interacciones el individuo, así como de las relaciones entre las personas a distintas escalas, ya que se
destaca la faceta del individuo siendo consciente, monitoreando y actuando como un agente (García y
Andrade, 2013). Finalmente, las emociones y específicamente el Amor es un término demasiado amplio
y por ende su definición varia, incluso cada persona desde su realidad, sin embargo, es importante
identificar que permite construcciones en el mundo que habita el ser humano con el fin de fortalecer sus
relaciones y perpetuar la especie humana a través del tempo (Reyes, 2021).
CONCLUSIONES
Es esencial resaltar que el ser humano, por su naturaleza, es un ente emocional intrínsecamente
vinculado a los diversos contextos en los que interactúa. En este sentido, resulta evidente que las
relaciones desempeñan un papel crucial en la configuración de los pensamientos. A través de las
interacciones sociales, se revelan los diversos paradigmas que influyen en la percepción y manifestación
del amor, así como en los actos de violencia. Este proceso de construcción se manifiesta a lo largo de la
historia, donde se observa una transición y transformación en torno a las lógicas de poder, bienestar y el
cuidado de uno mismo y de los demás es una comprensión que surge desde la percepción y la acción,
guiada por la necesidad inherente de supervivencia.