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INTRODUCCIÓN
La traducción ha sido un componente fundamental en la historia de la humanidad, desempeñando el rol
de facilitador en la comunicación entre culturas. Esta práctica, presente desde la antigüedad, ha sido
crucial para que sociedades diferentes compartan ideas, creencias y conocimientos, facilitando un
intercambio intercultural que de otro modo sería inalcanzable. Sin embargo, la traducción va más allá
de simplemente transferir palabras de un idioma a otro. Se trata de un proceso complejo de
interpretación y adaptación que implica reformular el mensaje de manera que sea comprensible y
relevante para el lector en el idioma de llegada. En el ámbito educativo, la traducción es una herramienta
crucial para los estudiantes de idiomas y traducción, quienes no solo deben adquirir habilidades
lingüísticas, sino también desarrollar competencias interculturales y técnicas que les permitan trasladar
significados de manera precisa y respetuosa con la cultura original.
Uno de los desafíos principales para los estudiantes de traducción es el uso del gerundio en inglés, o
"gerund", una forma verbal que cumple funciones diversas en una oración y que a menudo genera
confusión en hablantes de español debido a la diferencia en sus aplicaciones entre ambos idiomas. A
diferencia del español, donde el gerundio es una forma verbal menos flexible y generalmente restringida
a construcciones progresivas, en inglés el gerundio puede actuar como sustantivo, como en "I enjoy
swimming," donde "swimming" cumple la función de objeto del verbo "enjoy." Este uso es
prácticamente inexistente en español, lo que plantea un reto significativo para los estudiantes de
traducción, quienes deben no solo entender la estructura gramatical, sino también el contexto semántico
y cultural en que se emplea. En este sentido, como señalan Sedano y Jiménez Juliá (2013), el gerundio
actual es resultado de una evolución histórica que lo ha diferenciado del participio de presente en latín,
una forma con funciones distintas en los idiomas romances. Estos autores destacan que la transición
hacia el uso predominante del gerundio en español ocurrió en el siglo XV, momento clave en el que esta
forma verbal se consolidó y comenzó a cumplir funciones específicas en el idioma (Sedano & Jiménez
Juliá, 2013).
El estudio del gerundio en inglés y su aplicación en la traducción al español es relevante porque muchos
estudiantes tienden a cometer errores al intentar usar equivalentes directos. Esto suele llevar a que el
texto traducido pierda naturalidad y claridad, afectando el mensaje original. En muchos casos, los