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Ahora bien , la educación inicial es el cimiento o soporte esencial para el desarrollo o proceso educativo
que van a tener los niños en sus primeros años de vida, ya que esta les brinda tácticas pedagógicas que
les ayudan a tener un desarrollo integral en los diferentes aspectos cognitivos, emocionales, sociales y
físicos, los cuales les son pertinentes a la hora de desarrollar o potenciar sus habilidades, para así dar
paso a un aprendizaje practico y significativo, es decir que por medio de dicha educación se puede
implementar estrategias y enfoques pedagógicos que ayuden a fortalecer o promover su desarrollo
integral en los diferentes contextos.
Los comportamientos agresivos en la edad inicial, Según estudios ha estado presente implícita o
explícitamente en el ámbito familiar, escolar, el barrio y la sociedad, éste como
un enemigo sigiloso ha permeado todas las dimensiones del ser humano llegando a destruir las
relaciones que se tejen entre los hombres que habitan los diferentes espacios públicos.
Así mismo, (ESCOBAR, 2005) citado por (Gallego, La agresividad infantil: una propuesta de
intervención y prevención pedagógica desde la escuela, 2011) señala que los comportamientos
agresivos en la infancia tienen su origen en el núcleo familiar, es la familia con quien los niños y las
niñas pasan la mayor parte de su tiempo, viendo, sintiendo y haciendo lo que los adultos hacen.
A propósito, (Zehag, 2009) mencionado por (Gallego, La agresividad infantil: una propuesta de
intervención y prevención pedagógica desde la escuela, 2011) anotan que: La familia es el escenario
de socialización primaria por excelencia. En ella se adquieren muy temprano los hábitos, costumbres y
rutinas. Cuantos más pequeños son los niños, más vulnerables son a la influencia de su entorno, de ahí
que la familia tenga una importancia decisiva para la educación.
De acuerdo con lo que menciona los autores, a lo largo de la vida logramos evidenciar como los padres
son agentes principales de la vida de los niños y cómo influyen la mayoría de sus actitudes hacia ellos,
ya que se vuelven un ente a seguir o una influencia mayoritarita, es decir se convierten en un ejemplo
para ellos, y que cualquier actitud, comportamiento negativo ellos lo van a interiorizar y a proyectar en
su vida, por eso es esencial que los padres, cuidadores y encargados de proteger niños y niñas consideren
sus actuaciones, palabras y gestos en el contexto familiar, dado que los infantes aprenden y replican
dichos comportamientos y conductas.