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elemento en la dieta preserva de una de las deficiencias nutricionales más extendidas en los países
desarrollados. (Higgs, 2000. )
Fundamentalmente la carne está constituida por la parte muscular de los animales de abasto. Después
del sacrificio de los animales, la porción muscular (constituida mayormente por fibras musculares,
colágeno y grasa) sufre una serie de cambios que conducen a la transformación del músculo en carne.
Estos cambios tienen una secuencia en el tiempo, iniciándose primeramente el período denominado
rigor mortis que se caracteriza por una contracción muscular mantenida. Esta fase comienza,
dependiendo de la especie animal, entre las 6 y 24 horas después del sacrificio de los animales y tiene
una duración, también variable, dependiendo de la especie. En términos generales, la calidad puede
definirse como la medida en que un producto o un servicio satisface a lo largo del tiempo las
expectativas del usuario o consumidor. En el caso de la carne resulta cuando menos complicado definir
el concepto de “calidad de carne” ya que se trata de un producto muy heterogéneo y existe un importante
componente subjetivo sobre los criterios que determinan su calidad (color, la textura, jugosidad). A esta
dificultad se añade también que, a la hora de valorar el color, la textura, la jugosidad, el sabor y el aroma
de la carne no existen métodos objetivos (instrumentales) de fácil aplicación en el mercado que permitan
medir estos atributos (Allen, 1970.). Desde otro punto de vista, el término “calidad de carne” puede
interpretarse atendiendo a aspectos higiénicos durante su producción, a su valor nutritivo o a las
características organolépticas o tecnológicas (Mohino, 1993.). Después de haber señalado que el
concepto de calidad de carne es de difícil interpretación, en este apartado se detallan los criterios que
determinan su valor organoléptico. Éstos son los siguientes: composición química, pH, color, textura,
jugosidad y sabor. En general, los valores medios para la composición bruta de la carne comestible o
llamada la carne fresca pueden aproximarse a 62% de humedad, 20% de grasa, 17% de proteína y 1%
de cenizas para las carnes más grasas o 70% de humedad, 9% de grasa, 20% de proteína y 1% de cenizas
en el caso de las carnes más magras (Schweigert, 1994.) El color de la carne depende del contenido de
pigmentos (fundamentalmente mioglobina), del estado químico de esta molécula, del estado físico de
las proteínas musculares y de la proporción de grasa de infiltración (Forrest, 1979.) La Capacidad de
retención de agua (CRA) fue descrita por (Hamm, 1960.), como la capacidad que tiene la carne para
retener su agua constitutiva durante la aplicación de fuerzas externas o de tratamiento. Esta propiedad