pág. 1830
VAGINOSIS BACTERIANA. EL ROL DE
ATOPOBIUM VAGINAE Y OTRAS
BACTERIAS ANAEROBIAS
BACTERIAL VAGINOSIS: THE ROLE OF ATOPOBIUM
VAGINAE AND OTHER ANAEROBIC BACTERIA
Carol Castro Castrillo
Caja Costarricense de Seguro Social, Costa Rica
Carolina Duarte Artavia
Caja Costarricense de Seguro Social, Costa Rica
pág. 1831
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i2.17016
Vaginosis Bacteriana. El Rol de Atopobium vaginae y otras
Bacterias Anaerobias
Carol Castro Castrillo1
carolsisabe@yahoo.es
https://orcid.org/0000-0001-9272-7394
Caja Costarricense de Seguro Social
Costa Rica
Carolina Duarte Artavia
Caroduarte1812@gmail.com
https://orcid.org/0009-0003-8305-7028
Caja Costarricense de Seguro Social
Costa Rica
RESUMEN
La etiología de la vaginosis bacteriana (VB) es compleja y sugiere que no es un proceso microbiológico
específico, si no mas bien un espectro de cambios dentro de la comunidad bacteriana que conforma la
microbiota vaginal. Atopobium vaginae es un componente importante de la microbiota vaginal en la
VB. Se ha descrito la resistencia de A. vaginae hacia el metronidazol, uno de los tratamientos actuales
de primera línea, asi como su presencia en la biopelícula polimicrobiana asociada a la VB, siendo un
mecanismo de virulencia asociado a la patogenicidad.
Palabras clave: vaginosis, microbiota, Atopobium vaginae, biopelícula
1
Autor principal
Correspondencia: carolsisabe@yahoo.es
pág. 1832
Bacterial Vaginosis: The Role of Atopobium vaginae and Other Anaerobic
Bacteria
ABSTRACT
The etiology of bacterial vaginosis (VB) is complex and suggests that is not a specific microbiological
process, but rather a spectrum of changes within the bacterial community that makes up the vaginal
microbiome. Atopobium vaginae is an important component of the vaginal microbiome in VB. The
resistance of A. vaginae to metronidazole, one of the current first line treatments, has been described,
as well as its presence in the polymicrobial biofilm associated with the VB, being a virulence
mechanism associated with pathogenicity.
Keywords: vaginosis, microbiome, atopobium vaginae, biofilm
Artículo recibido 15 febrero 2025
Aceptado para publicación: 18 marzo 2025
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INTRODUCCIÓN
El papel de las interacciones entre el huésped y la microbiota vaginal en la patogenia de la vaginosis
bacteriana
Se puede definir la vaginosis bacteriana como una disbiosis en la microbiota vaginal (Chang, et al.,
2013), afectando mayormente a mujeres en edad reproductiva y puede cursar sintomática o
asintomática. Constituye la entidad mas común de flujo vaginal a nivel mundial, con un costo
aproximado de $4.8 millones de dólares (Pleebles, et al., 2019). La VB puede aumentar en las pacientes
el riesgo de contraer otras infecciones de transmisión sexual (ITS), como lo es por ejemplo el virus de
inmunodeficiencia humana (HIV), gonorrea, clamidiasis, tricomoniasis o el virus herpes simple 2
(HSV-2). Además en la literatura se documenta una relación entre la VB y el virus del papiloma humano
(VPH), el cual es la ITS más común entre mujeres adultas jóvenes. La relación se atribuye a los altos
niveles de organismos anaeróbicos presentes cuando existe VB, de manera que estos organismos pueden
ocasionar un daño en el epitelio, aumentando el riesgo de infección por VPH. Aunque la causa de la VB
sigue siendo controvertida, se ha vinculado con el desplazamiento de la microbiota vaginal dominada
por distintas especies de Lactobacillus productores de ácido láctico responsables de mantener un pH
ácido y restrictivo para otras bacterias estableciendo una microbiota variada conformada por bacterias
anaeróbicas facultativas y estrictas. Una característica notable en la VB es la formación de una
biopelícula polimicrobiana en las células epiteliales vaginales (Bradshaw & Sobel JD, 2016) y aunque
la composición varía entre individuos, hay bacterias que se encuentran con mayor frecuencia, como lo
son Garnerella spp, Atopobium spp, Prevotella spp, Mycoplasma spp, Snethia spp, Leptotrichia spp,
Megasphera spp, Dialister spp, Bifidobacterium spp, Mobiluncus spp, entre otras bacterias. (Danielsson
D, Teigen PK & Moi H, 2011), (Rodriguez Arnoldo, González Lorenzo & Carbonell Hernández, 2014).
La tasa de recurrencia de VB es alta y en algunas ocasiones el tratamiento no tiene efecto y la VB
persiste. Los resultados de esta revisión justifican una mayor investigación de la etiología de la VB, así
como la búsqueda de un tratamiento efectivo a largo plazo y la implementación de los indicadores
pronósticos y diagnósticos en la práctica clínica. Además se reconoce la necesidad de una definición
estándar de VB persistente y recurrente.
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METODOLOGÍA
Revisión sistemática en donde se utilizaron bases de datos digitales, libros de texto y revistas indexadas
en español e inglés para realizar una revisión de la literatura, utilizando los siguientes buscadores:
SIBDI, Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Costa Rica pagina web: http://sibdi.ucr.ac.cr/ , Pub
Med- NCBI (The National Center for Biotechnology Information) página web:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov, Springer página web: http://www.springer.com/, ScienceDirect página
web: http://www.sciencedirect.com/, Scielo (Scientific Electronic Library Online) página web:
http://www.scielo.org/, Elsevier página web: http://www.elsevier.com/ y Google académico
http://www.scholar.google.com/.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Aún se desconoce si la rdida de Lactobacilos precede o se da posterior al cambio en la microbiota
vaginal sin embargo parece ser bastante seguro que se trata de una proliferación preferencial de las
bacterias relacionadas con la VB, en lugar de una adquisión exógena. (Rodriguez Arnoldo, González
Lorenzo & Carbonell Hernández, 2014).
Las infecciones vaginales en primer lugar se definieron como cuadros como cuadros de vaginitis,
categorizados según el agente etiológico. Siendo Candida, Trichomonas y Chlamydia spp, los
principales agentes relacionados con estos cuadros inflamatorios caracterizados por la presencia de una
secreción purulenta. (Danielsson D, Teigen PK & Moi H, 2011). No obstante aún existe una proporción
significativa de casos cuya etiología no está definida y en los cuales la inflamación no se presenta de
manera constante, por lo que en la época de los ochenta se definió la VB como una nueva entidad, en
la cual existe una ausencia de una respuesta inflamatoria exacerbada cuyo origen no está asociado a una
bacteria en específico, si no mas bien se define como una entidad polimicrobiana. (Danielsson D,
Teigen PK & Moi H, 2011) , (Donders G, 2010).
En la VB solo algunos pacientes son sintomáticos, manifestando una secreción maloliente, acuosa y
grisácea. Debido a la escasa reacción inflamatoria, este cuadro no cursa con dolor, picazón, dispareunia,
enrojecimiento de la vulva o vagina y no hay granulación tóxica en los leucocitos polimorfonucleares.
(Nasioudis, D., et al, 2017).
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Sin embargo, la VB incrementa el riesgo de la adquisición y transmisión de ITS y se asocia con
resultados obstétricos y ginecológicos adversos que incluyen parto prematuro, aborto espontáneo,
infección intrauterina, endometritis post cesárea, corioamnionitis, infecciones del tracto genital superior
y enfermedad inflamatoria pélvica. (Collins MD & Wallbanks S, 1992) . A vaginae es una bacteria
descrita recientemente que se encuentra con frecuencia en mujeres con VB. Su nombre procede del
griego y significa “extraño ser vivo”. El género fue propuesto en 1992 para reclasificar tres especies
bacterianas anteriormente designadas Lactobacillus minutus, Lactobacillus rimae y Streptococcus
parvulus. (Collins MD & Wallbanks S, 1992). Taxonomicamente pertenece a la familia Atopobiaceae,
filo Acinobacteria y reúne otras cinco especies: A. minutum, A. rimae, A. parvulum, A. deltae y A fossor.
(Lamont RF., et al, 2011). El primer caso reportado de A. vaginae fue descrito en 1999 por Rodriguez
et al , (Rodriguez Jovita, M., Collins, M. D., Sjödén, B., & Falsen, E. 1999) aislado de una mujer sana
en Suecia, pero fue hasta en el 2004 cuando se asocio por primera vez con la VB. (Lamont RF., et al,
2011). Son cocos Gram positivos elongados, no móviles y no formadores de esporas, pueden
presentarse como células individuales en pares o cadenas cortas. Esta morfología le permite camuflarse
por otros microorganismos y pasar desapercibida en la tinción de Gram. El cultivo no se realiza de
rutina debido a su naturaleza fastidiosa y lento crecimiento. Cuando se aísla del agar sangre forma
colonias milimétricas. Produce altas cantidades de ácido ctico, acético y fórmico además de ser
anaerobios estrictos. (Polatti F,2012).
La susceptibilidad al metronidazol es variable, sin embargo es susceptible a la clindamicina y nifuratel.
Algunos estudios han evidenciado mediante la reacción de la cadena de polimerasa (PCR) la presencia
de A. vaginae en el 96% de las personas de las mujeres con VB. Además, se ha asociado con tres de los
cuatro criterios clínicos de Amsel, incluyendo flujo vaginal, pH elevado y presencia de células guía.
.(Polatti F,2012). El análisis de la composición de la biopelícula presente en la mucosa vaginal de las
mujeres con VB ha demostrado asociación sinergista entre A. vaginae y Gardnerella vaginalis
representando a A. vaginae hasta el 40% de la biomasa. (Swidsinski, A., Mendling, W., Loening-
Baucke, V., Swidsinski, S., Dörffel, Y., Scholze, J., Lochs, H., & Verstraelen, H, 2008). En la biopelícula
las bacterias liberan antígenos que conllevan a un aumento en la producción de anticuerpos. Sin
embargo la estructura de la biopelícula actúa como barrera y los anticuerpos producidos no son capaces
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de penetrar la biopelícula y ejercer su efecto contra las bacterias. (Costerton, J. W., Stewart, P. S., &
Greenberg, E. P. (1999).
Esta interacción entre especies es clave para el desarrollo de enfermedades; una serie de procesos de
coagregación y cooperación metabólica confieren una mayor tolerancia a los antibióticos y resistencia
a la respuesta inmune del huésped lo que explica la cronicidad y/o recurrencia de la enfermedad. (Elias,
S., & Banin, E, 2012).
En otro estudio (Menard, J. P., Fenollar, F., Henry, M., Bretelle, F., & Raoult, D, 2008). categorizaron
muestras mediante el sistema de puntuación de Nugent y se evaluaron mediante qPCR dirigida a
secuencias de los genes ARNr 16S de ocho especies bacterianas diferentes y se demostró que A. vagiane
y Garnerella vaginalis proporcionaban los valores predictivos mas altos para la VB con una sensibilidad
del 95% y especificidad del 99%. Además de los criterios de Amsel y la puntuación Nugent
comúnmente utilizados en el mercado, existen pruebas de PCR multiplex altamente sensibles y
especificas disponibles para el diagnóstico de VB en mujeres sintomáticas (Gaydos, C., et al, 2017).
Este sinergismo entre G. vaginalis y A. vaginae aunado a la presencia de otros microorganismos
anaerobios como Prevotella bivia o de parásitos protozoarios como Trichomonas vaginalis ha
demostrado ser un fuerte desencadenante de inflamación mediada por la respuesta inmune innata
activando el NF-κB (principal factor de transcripción proinflamatorio) en las células epiteliales
cervicovaginales produciendo un aumento significativo en la expresión de quimiocinas incluyendo IL-
1, IL-6, IL-8, TNF-α, HBD-2, HBD-4, Gro- α, G-CSF, MIP-1β, MIP-3α (CCL20) y RANTES (CCL5).
Además se demostró utilizando un modelo in vitro que A. vaginae estimula la producción de péptidos
antimicrobianos (AMPs) después de activar el receptor Toll tipo 2 contribuyendo a la patogénesis de
VB. (Van der Veer, C., van Houdt, R., van Dam, A., de Vries, H., & Bruisten, S, 2018).
En cuanto a las opciones terapéuticas, el tratamiento de primera línea en muchos países sigue siendo el
metronidazol y clindamicina. Las tasas de curación representan el 83 -94% al final del tratamiento. Sin
embargo 3 meses después del tratamiento la tasa de recurrencia puede superar el 30%. La
susceptibilidad al metronidazol varía significativamente entre cepas de A. vaginae lo que podría
desempeñar un papel en el fracaso del tratamiento. (Collins MD & Wallbanks S, 1992), (Lamont RF.,
et al, 2011).
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La Unión Internacional contra las Infecciones de Transmisión sexual (IUSTI) incluyó recientemente en
la guía sobre el manejo del flujo vaginal el cloruro de decuanilo (DQC) como tratamiento alternativo
para la VB (Libby, E. K., Pascal, K. E., Mordechai, E., Adelson, M. E., & Trama, J. P, 2008). El DQC
ha demostrado actividad antimicrobiana in vitro contra patógenos relevantes en infecciones vaginales,
incluidas bacterias anaerobias, aerobias y especies de Candida.
Diversas alternativas a los antibióticos contra la VB se están investigando cada vez mas: antisépticos,
probióticos, compuestos derivados de plantas, agentes acidificantes y amortiguadores vaginales, así
como terapias combinadas.
La persistencia de la biopelícula constituye un aspecto importante asociado con la alta tasa de
recurrencia, razón por la cual se están investigando agentes disruptores de biopelículas como TOL-463
(tratamiento a base de ácido bórico mejorado con ácido etilendiaminotetracético. (Sherrard, J., Wilson,
J., Donders, G., Mendling, W., & Jensen, J. S, 2023).
El trasplante de microbiota vaginal (VMT) es de las otras opciones que se encuentra en estudio piloto
(DeLong, K., et al, 2019). Sin embargo un riesgo inherente de este procedimiento es la transmisión de
patógenos de transmisión sexual. Por tanto para probar la hipótesis de que la VMT puede ser una opción
de tratamiento eficaz, primero se debe establecer como evaluar a las donantes para encontrar aquellas
con un riesgo mínimo de transmisión de patógenos y una microbiota vaginal óptima para el trasplante.
CONCLUSIONES
La vaginosis bacteriana no es una entidad única, si no que consiste en diferentes bacterianacon perfiles
mayor diversidad microbiana de lo que se evidencia en los estudios dependientes del cultivo. La VB
debe considerarse un síndrome de compoisición variable que da lugar a diferentes síntomas, resultados
fenotípicos y repsuestas variables a diferentes regímenes de antibióticos. Por esta razón dilucidar la
causa de VB es crucial para el diagnóstico y tratamiento oportuno. Estudio recientes utilizan métodos
moleculares en beneficio de caracterizar este complejo espectro biológico y que permiten la
identificación de microorganismos previamente detectados. Las técnicas de base molecular no están
exentas de problemas y no reemplazarán a las técnicas basadas en el cultivo, pero cuando se utilizan en
combinación contribuyen en gran medida a nuestra comprensión acerca de la microbiota vaginal.
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El tratamiento para la vaginosis bacteriana represneta un desafio atribuido principalmente a la
supervivencia de comunidades bacterianas en biopelículas resistentes al tratamiento. Nuevas
alternativas de tratamiento estan siendo investigadas con el fin de mejorar la la probabilidad de curación,
redudir las tasas de recurrencia y combinarse con antimicrobianos tradicionales. Los atributos genéticos
del huésped y la respuesta proporcionada por el sistema inmunológico son factores importantes en la
forma en la que el microbioma vaginal contribuye tanto a la salud como a la enfermedad del paciente.
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