DIFICULTADES DEL COMPORTAMIENTO EN
NIÑOS Y SUS EFECTOS EN RELACIONES
SOCIALES, EN LAS PROVINCIAS DEL GUAYAS
Y SANTA ELENA, ECUADOR
BEHAVIORAL DIFFICULTIES IN CHILDREN AND
THEIR EFFECTS ON SOCIAL RELATIONS, IN THE
PROVINCES OF GUAYAS AND SANTA ELENA,
ECUADOR
Miranda Vera Washington Rafael
Universidad Estatal de Milagro
Valverde Peralta Gustavo Eleodoro
Universidad Estatal de Milagro

pág. 4282
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i2.17215
Dificultades del comportamiento en niños y sus efectos en relaciones sociales,
en las provincias del Guayas y Santa Elena, Ecuador.
Miranda Vera Washington Rafael1
wmirandav@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-9526-9552
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
Valverde Peralta Gustavo Eleodoro
gvalverdep@unemi.edu.ec
https://orcid.org/0000-0003-3050-6179
Universidad Estatal de Milagro
Ecuador
RESUMEN
El presente estudio de investigación tuvo como objetivo analizar las dificultades en el comportamiento
de niños y su impacto en el desarrollo y calidad de sus relaciones sociales. La metodología empleada
fue de tipo cuantitativo por la recolección de datos, de diseño descriptivo, transversal y correlacional, la
muestra estuvo conformada por 1798 niños de diferentes instituciones de las provincias del Guayas y
Santa Elena. Los instrumentos utilizados fueron el cuestionario de conductas disruptivas (PECI) y el
cuestionario de habilidades de interacción social (HHSS). Para el proceso de elaboración de resultados
de utilizó el programa SPSS v27. Se logró identificar dificultades como la agresividad (89.5%) e
irresponsabilidad y bajo compromiso como las dimensiones predominantes, en cuanto a la interacción
social se establecieron habilidades de solución de problemas (36.6%) y habilidades relacionadas a
sentimientos y emociones (24.1%), además de una relación significativa baja negativa entre las
dimensiones asociadas a las variables de estudio. Se concluyó que las dificultades en el comportamiento
si influyen en el desarrollo de las habilidades de interacción social en niños y niñas.
Palabras clave: comportamiento, disrupción, interacción social, habilidades, niños
1 Autor principal
Correspondencia: wmirandav@unemi.edu.ec

pág. 4283
Behavioral difficulties in children and their effects on social relations, in the
provinces of Guayas and Santa Elena, Ecuador
ABSTRACT
The present research study aimed to analyze the difficulties in the behavior of children and their impact
on the development and quality of their social relationships. The methodology used was quantitative by
data collection, descriptive design, transversal and correlational, the sample was made up of 1798
children from different institutions in the provinces of Guayas and Santa Elena. The instruments used
were the disruptive behavior questionnaire (SCCI) and the social interaction skills questionnaire
(HHSS). For the results-based processing process, used SPSS v27. Difficulties such as aggressiveness
(89.5%) and irresponsibility were identified, and the predominant dimensions of social interaction were
lack of commitment, problem-solving skills (36.6%) and abilities related to feelings and emotions
(24.1%), as well as a significant negative low relationship between the dimensions associated with the
study variables. It was concluded that the difficulties in behavior influence the development of social
interaction skills in boys and girls.
Keywords: behavior, disruption, social interaction, skills, children
Artículo recibido: 7 marzo 2025
Aceptado para publicación: 15 abril 2025

pág. 4284
INTRODUCCIÓN
La interacción social en los niños no solo es un factor asociado a la diversión y el esparcimiento, también
incluye otros elementos importantes enmarcado en el desarrollo de su identidad personal y social, es allí
que el comportamiento juega un papel importante para el desarrollo de su independencia, tanto
emocional como conductual. En este sentido, la etapa infantil considerada desde diversos puntos de
vista, vulnerable, debido a que pueden ser expuestos a múltiples factores que alteren de manera positiva
o negativa su comportamiento (Rodríguez, 2015).
Es importante resaltar que, en la actualidad por motivos del aislamiento por la inseguridad, el trabajo de
los padres o por la modalidad de estudio en casa, las interacciones sociales de los niños/as como las
relaciones familiares se están viendo impactadas, generando conflictos y malestares que afectan los
estados emocionales de los miembros de la familia, desde el punto de vista del estilo de crianza (Moreno,
2020).
Es importante destacar, en la etapa preescolar como fase inicial en la infancia los niños comienzan a
relacionarse con su entorno, lo que les permites y facilita desarrollar habilidades para desenvolverse,
crear y mantener relaciones amistosas, asumir compromisos de la valentía, proceso de comunicación, la
iniciativa y la negociación como esquemas fundamentales en este ciclo de crecimiento, fortaleciéndose
en ellos factores importantes y satisfactorios para la convivencia social como lo son la empatía, el
compromiso, el respeto y valor por las diferencias (Moreno, 2020).
Las habilidades sociales, aseguran la interacción oportuna y efectiva con las demás personas. Facilita
entonces la expresión de ideas, pensamientos y emociones de una persona, dando así la
retroalimentación efectiva con los demás (Jumbo, et al., 2024).
Jumbo et al. (2024), refieren que el primer ambiente en el que se desarrollan las habilidades sociales es
el hogar, en donde la persona fundamenta estas habilidades, que se manifiestan en la evolución personal.
De la misma manera tal como una persona se expresa en su hogar, expresará en su comportamiento en
otros contextos. Si las habilidades destacan la expresión de sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o
derechos según el contexto, la persona responderá desde su sistema de habilidades que haya adquirido
(Gullo, 2023). Por tanto, si las habilidades sociales son escasas, la respuesta social, también lo será. De

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ahí que comportamientos problemáticos pueden devenir de la falta de recursos en habilidades sociales
que se hayan formado en la persona.
Por consiguiente, es en la escuela en donde se van fortaleciendo las habilidades sociales, ya que el lapso
de tiempo que se comparte en este ambiente, es considerable y por lo tanto fortalecerá el desarrollo de
las mismas, sobre todo en la empatía, tolerancia, comunicación y trabajo en equipo (Jumbo, et al., 2024).
En un entorno educativo, la integración del aprendizaje social y emocional, puede fortalecer en los niños
de habilidades que contribuyen a la gestión emocional y a responder asertivamente a las emociones de
los otros. Esto fortalece el desarrollo de relaciones sanas, aporta a la resolución de conflictos y al trabajo
en equipo. El dominio de estas habilidades aporta al manejo de estrés, la ansiedad y otros problemas
emocionales, lo que fortalece el bienestar mental y emocional (Moyolema, et al., 2024).
Bandura (1987), refiere que las habilidades sociales se aprenden imitando figuras que a la persona le
son significativas en su entorno. Los padres vienen a ser el primer modelo a seguir, por lo que los niños
reproducen sus conductas, por lo que la repetición y el hábito fortalece las mismas.
En concordancia indica que, si las habilidades sociales son aquellas conductas que van a permitir a la
persona, desarrollarse en diversos contextos, expresando de una manera adecuada sus emociones,
pensamientos, deseos, opiniones; facilitaría la resolución de problemas o conflictos en concordancia con
el accionar de las demás personas. Cuando existen niños con habilidades sociales limitadas, pueden
tener dificultades en el ambiente escolar, ya sea bajo rendimiento, dificultades para la adaptación,
además del ausentismo a clases.
Valiente y Hernández (2020), refieren que las habilidades sociales con clave para la resolución de
conflictos, además que propenden a la prevención de dificultades futuras, siempre que la persona esté
en concordancia con los otros. Entonces es vital tener en cuenta que las habilidades sociales son
esenciales para la adaptación al entorno inmediato de la persona. Es importante también tener en
consideración la etapa del desarrollo evolutivo, ya que el entorno suele ser diferente desde la visión de
un niño, un adolescente o un adulto (Valiente & Hernández, 2020).
Es importante destacar que las habilidades sociales se manifiestan a través de comportamientos o
destrezas específicas que son necesarias para interactuar de manera competente en situaciones
interpersonales, influyendo en los demás. En la actualidad, se observa un aumento de niños y niñas

pág. 4286
involucrados en problemas de violencia, adicción a las drogas, pandillas y delincuencia, lo que refleja
un déficit en sus comportamientos sociales (Gullo, 2023).
En referencia a lo anterior, cuando se habla de las dificultades del comportamiento de niños y niñas, es
imprescindible tener en cuenta a las conductas o comportamientos disruptivos, además del conflicto y
la presencia de agresividad (Zarache , 2024). Generalmente una conducta disruptiva se presenta en el
momento en que el comportamiento de un estudiante, no coincide con los valores, motivaciones u
objetivos, lo que puede convertir al aula de clases en un entorno en el que se requiere más atención de
los docentes, o autoridades.
Este comportamiento puede implicar negativamente en el rendimiento escolar o el nivel de aprendizaje.
En algunos casos el comportamiento disruptivo suele ser reflejo de situaciones conflictivas en el hogar.
Por lo que puede tener un impacto importante en el aprendizaje (León, y otros, 2024). La presencia de
comportamientos disruptivos constituye actualmente un reto significativo, ya que interrumpe el normal
desempeño del aula y se suele dirigir la atención del maestro hacia dicho comportamiento, creando un
ambiente poco propicio para la educación.
Aunado a lo anterior, estos comportamientos pueden provocar frustración, ira y ansiedad en los
estudiantes y aún en los docentes, agravando el impacto negativo al querer aprender. Por tal motivo el
comportamiento disruptivo debe ser abordado oportunamente (León, y otros, 2024). Así también el
comportamiento del maestro en el aula puede contribuir en las conductas disruptivas. Al no manejar
adecuadamente el aula o no tener expectativas claras de comportamiento pueden, sin intención alguna,
fortalecer estas conductas.
En el contexto actual, muchas de los comportamientos disruptivos, suelen originarse desde las redes
sociales. El anonimato favorece el incremento de la agresividad e interrumpe la comunicación, lo que
puede tener consecuencias negativas en el comportamiento en clase, lo que puede llegar a violencia
tanto física como psicológica. La falta de comunicación asertiva y habilidades comunicativas es
promovida por el aumento de agresividad en el contexto escolar o familiar. La comunicación en línea
puede establecer un modelo de interacción a distancia, pero si no se maneja adecuadamente puede dar
lugar a interacciones negativas u hostiles lo que puede resultar en acoso (Perlado & Trujillo, 2024).

pág. 4287
La agresividad se relaciona con la violencia y destrucción, ya sea en dirección a otros o si mismo, en
varios sentidos se refiere a la intención de una persona a imponer sus deseos o voluntad sobre otra o
sobre un objeto, suele implicar el atacar y su manifestación en violencia es conocida, por ejemplo, física,
psíquica o sexual en algunos casos (Ramírez, et al., 2020).
Cuando las relaciones sociales se indisponen por falta de habilidades sociales debido a la aparición de
violencia física o sexual en la infancia, suele relacionarse con trastornos mentales que se generan en la
adolescencia o en la adultez, tales como la ansiedad, depresión o el conocido Trastorno de Estrés
postraumático. Es menester indicar que no sólo existe la aparición de un daño psicológico, sino que
también se afectan áreas cerebrales relacionadas con la regulación de las funciones ejecutivas y a su vez
la alteración de sistemas bioquímicos que se suelen activar en respuesta al estrés (Felliti, y otros, 2020).
Considerado todo lo referido anteriormente, se espera que el comportamiento de los niños en el aula de
clases, debiera ser de respeto a los demás, de interesarse asertivamente en las actividades escolares, de
mantener el orden y la disciplina en el aula, evitando comportamientos que puedan afectar a los demás
y a la armonía del aula. Al anticipar la indisciplina y fomentar el apoyo efectivo a los disruptores, los
maestros pueden reducir los efectos negativos de la conducta disruptiva y promover el aprendizaje
significativo (Hernández & Calvo, 2024).
Por lo que se debe promover la interacción efectiva, la colaboración y la interacción dentro de los
sistemas de relaciones sociales favorecen la inclusión, aceptación, comunicación, liderazgo,
reconocimiento y autonomía. Por tanto, la convivencia en armonía implica la participación, colaboración
e interacción de las personas, lo que incluye relacionarse con sus pares (Tufiño & Cayambe, 2023).
Así como se debe establecer el acompañamiento, control y seguimiento en la escuela, en el hogar
también se debe ser consciente de estas conductas además de manifestar preocupación y trabajar en el
cambio y control de los mismos. Recordemos que los comportamientos disruptivos suelen estar
vinculados al deterioro de prácticas de crianza. Villavicencio et al. (2013), quien refiere que se debe
tener en cuenta que algunas condiciones socio efectivas pueden derivarse a factores de riesgo, aspectos
como la permisividad, autoritarismo, hostilidad y abandono, lo que puede influenciar significativamente
en el equilibrio emocional y desarrollo de los niños (Villavicencio, et al., 2020).

pág. 4288
Justificación
Este estudio reviste de una importancia crucial debido a su impacto en el desarrollo socioemocional y
la integración de los niños y niñas en distintos entornos. Las interacciones sociales en la infancia no solo
constituyen una fuente de entretenimiento, sino que también desempeñan un papel esencial en la
construcción de la identidad personal y social, así como en la autonomía emocional y conductual.
Comprender los factores que influyen en estas interacciones es fundamental para favorecer un desarrollo
integral de manera saludable.
La carencia de habilidades sociales puede repercutir negativamente en diversos ámbitos de la vida de
los niños, afectando no solo su desempeño escolar, sino también su capacidad para resolver conflictos y
su habilidad para establecer relaciones interpersonales saludables. En este contexto, el entorno familiar
cumple un papel esencial en la adquisición y fortalecimiento de estas competencias, ya que los niños
aprenden principalmente a través de la observación e imitación de figuras significativas, como sus
padres y cuidadores. Por tanto, comprender el impacto del ambiente familiar en la conducta infantil
permitirá diseñar estrategias de intervención más efectivas.
En este sentido, las dificultades de comportamiento infantil pueden influir en la dinámica grupal dentro
de contextos educativos y comunitarios. Los niños que presentan problemas de comportamiento pueden
experimentar rechazo por parte de sus compañeros, lo que agrava su aislamiento y afecta su autoestima.
Asimismo, los docentes y cuidadores pueden enfrentar desafíos en la gestión de estas conductas, lo que
resalta la importancia de dotar a los educadores de herramientas para abordar estas dificultades de
manera efectiva y positiva.
Este estudio se justifica en la necesidad de identificar y analizar las dificultades del comportamiento
infantil con el fin de implementar estrategias que promuevan la convivencia armoniosa y el desarrollo
integral de los niños. La coordinación entre la escuela y la familia es fundamental para fortalecer las
habilidades sociales y reducir los riesgos asociados a la falta de regulación emocional y conductual,
previniendo así la aparición de problemas emocionales y conductuales a largo plazo. Además, el estudio
busca proporcionar información relevante para la elaboración de programas de capacitación para padres,
docentes y profesionales de la salud mental, con el fin de brindar un abordaje integral a las dificultades
conductuales infantiles.

pág. 4289
En síntesis, la presente investigación busca generar evidencia que permita comprender las dificultades
del comportamiento infantil y sus repercusiones en las relaciones sociales. Además de contribuir al
diseño de estrategias para mejorar la convivencia escolar y familiar, favorecer un desarrollo emocional
saludable y prevenir conflictos que puedan afectar la vida académica y personal de los niños. Dada la
relevancia de estos factores en la primera infancia y en la niñez, el estudio se convierte en un insumo
fundamental para la formulación de futuras políticas educativas y programas de intervención temprana
que fomenten el bienestar infantil y la inclusión social. Adicionalmente, este estudio podrá servir como
base para futuras investigaciones que busquen profundizar en estrategias específicas de intervención, en
los ámbitos familiar y escolar, con el objetivo de fortalecer el desarrollo emocional y social de los niños
desde edades tempranas.
METODOLOGÍA
El presente estudio es de tipo cuantitativo, esto debido que se realizó la recolección de datos mediante
instrumentos que luego se procesaron para la presentación de resultados cuantificables para sustentar
las variables de investigación (Canales , 2006). En cuanto al diseño empleado fue descriptivo porque se
desarrollaron interpretaciones a partir de los resultados presentados, también fue de diseño transversal
dado que se aplicaron los test una sola vez y con esa cohorte poder analizar los datos, además responde
a un diseño no experimental dado que no hubo manipulación de las variables de estudio, y el proceso de
aplicación de los instrumentos fue realizado de manera virtual. También responde a un diseño
correlacional, dado que se empleó método de correlación para identificar asociaciones estadísticas entre
datos, estos diseños son los más apropiados para determinar los resultados presentes dada la naturaleza
de las variables, se ha considerado tales parámetros.
En cuanto a los participantes fueron niños de instituciones educativa de las provincias del Guayas y
Santa Elena, los participantes fueron elegidos mediante el método no probabilístico por conglomerados
(Hernández, et al., 2013), esta modalidad permite al investigador seleccionar a los sujetos de estudio
cuando estos se encuentran geográficamente dispersos y cuyas condiciones para acceder sean complejas
(el levantamiento de información fue realizado en época de pandemia), fueron seleccionadas las
instituciones particulares solicitando información al ministerio de educación, posterior a ello se tomó
contacto con las autoridades de los planteles para socializar el proyecto.

pág. 4290
Asimismo, se propusieron parámetros de selección como la edad, es decir que fueron niños entre 9 a 12
años, lo cual redujo el rango de la cantidad de participantes, y también que sean de instituciones de
educación particular, llegando a tener la cantidad precisa de 1798 estudiantes, de los cuales 53.3% fueron
niñas (959) y el 46.6% varones (837).
En cuanto a la distribución de los niños según el nivel académico quedó conformada de la siguiente
manera:
Tabla 1.
Nivel de educación de los encuestados
Frecuencia Porcentaje
Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido 6to de Básica 274 15,2 15,2 15,2
7mo de Básica 442 24,6 24,6 39,8
8vo de Básica 546 30,4 30,4 70,2
9no de Básica 536 29,8 29,8 100,0
Total 1798 100,0 100,0
Nota. Los datos reflejan la cantidad de niños participantes de acuerdo al grado de escolaridad.
En cuanto al medio de recolección de datos se emplearon test psicológicos, para la variable de conductas
disruptivas se seleccionó el Cuestionario de conductas disruptivas (PECI), cuyo autor fue Krech et al.
(2010), tuvo como objetivo analizar los patrones relacionados a las dificultades comportamentales de
los usuarios, este instrumento consta de 20 preguntas cuyas alternativas de respuesta consideradas de
escala de Likert son (siempre, casi siempre, a veces, casi nunca y nunca).
Mientras que para la variable de relaciones sociales se utilizó el cuestionario de habilidades de
interacción social (CHIS) del autor Monjas, (1992) que tuvo por objetivo analizar las características
sociales en los individuos, estuvo compuesto por 60 preguntas con la misma escala de Likert anterior
(siempre, casi siempre, a veces, casi nunca y nunca), a continuación, se detallan las dimensiones que
mide cada instrumento:

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Tabla 2.
Dimensiones de instrumentos
PECI HHSS
Agresividad Habilidades sociales básicas
Irresponsabilidad y bajo compromiso Habilidades para hacer amigos y amigas
Desobediencia de las normas Habilidades conversacionales
Perturbador del ambiente de clase Habilidades relacionadas a emociones y sentimientos
Bajo autocontrol personal Habilidades de solución de problemas interpersonales
Habilidades de relación con los adultos
Respecto al procesamiento de información de los datos obtenidos se lo realizó en el programa SPSS
v27, donde se configuró la matriz para el ingreso de la información y posterior se utilizaron técnicas de
análisis de datos descriptivos como frecuencias y tablas cruzadas, e inferenciales como la correlación
de Spearman, este último para evidenciar si existe o no relación estadística entre las dimensiones de los
instrumentos utilizados para evaluar las variables de estudio.
Limitaciones metodológicas
En cuanto al desarrollo de la investigación una de las limitantes que influyó en el desarrollo del artículo
fue el realizar una evaluación de forma virtual, dada las condiciones sanitarias presentadas en la
pandemia. También fue complejo el acceso a los padres de familia para el consentimiento informado,
sin embargo, si se socializó y consiguió el permiso respectivo para la evaluación a los niños.
RESULTADOS
En cuanto a los resultados obtenidos, se destaca:

pág. 4292
Tabla 3.
Dimensiones de habilidades de interacción social
Frecuencia Porcentaje
Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido Habilidades sociales
básicas
36 2,0 2,0 2,0
Habilidades para hacer
amigos y amigas
107 6,0 6,0 8,0
Habilidades
conversacionales
319 17,7 17,7 25,7
Habilidades relacionadas a
emociones y sentimientos
434 24,1 24,1 49,8
Habilidades de solución de
problemas interpersonales
658 36,6 36,6 86,4
Habilidades de relación con
los adultos
244 13,6 13,6 100,0
Total 1798 100,0 100,0
Interpretación
En la presente tabla se exponen los resultados del instrumento de la variable de interacción social, que
se encuentra distribuida en las siguientes dimensiones: el 36% de evaluados indica poseer habilidades
de resolución de problemas a nivel interpersonal, no obstante el 24.1% aquellos que tienen habilidades
relacionadas con las emociones y sentimientos, el 17% habilidades conversacionales, el 13.6% en cuanto
al relacionamiento con adultos, el 6% habilidades para amistades y el 2% habilidades sociales básicas.
Se puede manifestar que la principal debilidad en cuanto al desarrollo social parte de aspectos básicos y
de interacción con demás compañeros de clases.

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Tabla 4.
Dimensiones de dificultades de comportamiento
Frecuencia Porcentaje
Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
Válido Agresividad 1609 89,5 89,5 89,5
Irresponsabilidad y bajo
compromiso
89 4,9 4,9 94,4
Desobediencia de las
normas
67 3,7 3,7 98,2
Perturbador del ambiente de
clase
23 1,3 1,3 99,4
Bajo autocontrol personal 10 ,6 ,6 100,0
Total 1798 100,0 100,0
Interpretación
Se presentan las dimensiones asociadas a las dificultades del comportamiento en donde el 89.5% de los
evaluados presentan actitudes agresivas, el 6% problemas de autocontrol personal, el 4.9%
irresponsabilidad y bajo compromiso, el 3.7% desobediencia a las normas y el 1.3% son perturbadores
del ambiente dentro del aula de clases. Estos resultados reflejan claramente la problemática asociada a
la forma de actuar de los niños dentro el aula de clases.
Tabla 5.
Tabla cruzada de dimensiones de dificultades de comportamiento y género de los evaluados
Género de los encuestados
TotalMasculino Femenino
Agresividad Recuento 735 874 1609
% del total 48,7% 40,9% 89,6%
Irresponsabilidad y bajo compromiso Recuento 52 37 89
% del total 2,9% 2,1% 5,0%
Desobediencia de las normas Recuento 35 31 66
% del total 1,9% 1,7% 3,7%
Perturbador del ambiente de clase Recuento 13 9 22
% del total 0,7% 0,5% 1,2%
Bajo autocontrol personal Recuento 2 8 10
% del total 0,1% 0,4% 0,6%
Total Recuento 837 959 1796
% del total 46,6% 53,4% 100,0%

pág. 4294
Interpretación
Se puede apreciar mediante la presente tabla relacional las diferencias entre niños y niñas en cuanto a
las dimensiones asociadas a las dificultades de aprendizaje, en donde se puede apreciar que los niños
tienen mayor tendencia a ser más agresivos que las niñas, en cuanto al factor de irresponsabilidad,
desobediencia de normas y agentes perturbadores del ambiente de clases son los varones los que más
llevan esa tendencia, a diferencia del bajo autocontrol personal donde son las mujeres las que conllevan
esta dificultad.
Tabla 6.
Tabla cruzada de dimensiones de interacción social y género de los evaluados
Género de los encuestados
TotalMasculino Femenino
Habilidades sociales básicas Recuento 16 20 36
% del total 0,9% 1,1% 2,0%
Habilidades para hacer amigos y amigas Recuento 53 54 107
% del total 3,0% 3,0% 6,0%
Habilidades conversacionales Recuento 157 162 319
% del total 8,7% 9,0% 17,8%
Habilidades relacionadas a emociones y
sentimientos
Recuento 209 225 434
% del total 11,6% 12,5% 24,2%
Habilidades de solución de problemas
interpersonales
Recuento 286 371 657
% del total 15,9% 20,7% 36,6%
Habilidades de relación con los adultos Recuento 116 127 243
% del total 6,5% 7,1% 13,5%
Total Recuento 837 959 1796
% del total 46,6% 53,4% 100,0%

pág. 4295
Interpretación
De acuerdo a los resultados presentados en la tabla se puede apreciar diferencias entre el género de los
sujetos de estudio y las dimensiones de interacción social, en donde se puede apreciar que las niñas
poseen mayores habilidades básicas que los niños, un resultado parejo en cuanto al desarrollo de
habilidades para hacer amigos, las mujeres poseen mayor habilidades conversacionales al igual que
aquellas relacionadas con las emociones y sentimientos, también para resolver problemas y relacionarse
con los adultos, en síntesis se puede apreciar que las niñas poseen mayores habilidades de interacción
social que los varones.
Tabla 7.
Correlación de dimensiones de dificultades de comportamiento e interacción social
Bajo
autocontr
ol
personal
Habilidad
es
sociales
básicas
Habilidad
es para
hacer
amigos y
amigas
Habilidades
conversacion
ales
Habilidad
es
relacionad
as con
emocione
s y
sentimient
os
Habilidades
de solución
de
problemas
interpersona
les
Habilidad
es de
relación
con
adultos
Rho de
Spearm
an
Agresividad C.
C
,271 -,342 -,367 ,319 -,595 -,587 ,320
Si
g.
B
,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
N 1798 1798 1798 1798 1798 1798 1798
Irresponsabili
dad y bajo
compromiso
C.
C
,243 -,364 ,500 ,352 ,358 -,494 -,351
Si
g.
B
,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
N 1798 1798 1798 1798 1798 1798 1798
C.
C
,378 -,277 -,258 ,298 ,251 ,247 -,409

pág. 4296
Desobedienci
a de las
normas
Si
g.
B
,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
N 1798 1798 1798 1798 1798 1798 1798
Perturbador
del ambiente
de clase
C.
C
,222 ,311 -,394 -,281 ,385 ,356 -,267
Si
g.
B
,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
N 1798 1798 1798 1798 1798 1798 1798
Bajo
autocontrol
personal
C.
C
1,000- ,286 -,209 ,262 ,265 -,829 ,461
Si
g.
B
. ,000 ,000 ,000 ,000 ,000 ,000
N 1798 1798 1798 1798 1798 1798 1798
Interpretación
En la presente tabla se expone los resultados de la asociación estadística de las variables de estudio
mediante los factores respectivos, se evidencia relacionamientos significativos tales como:
irresponsabilidad y habilidades sociales básicas (p=-,342) relación negativa baja; habilidades para hacer
amigos (r=-,319) relación negativa baja; habilidades vinculadas a emociones y sentimientos (p=-,587)
relación negativa moderada; habilidades para resolución de problemas interpersonales (r=-,687) relación
negativa moderada; estos valores indican que mientras mayor sea la presencia del criterio de agresividad
menor será el desarrollo de las habilidades sociales mencionadas.
En cuanto al factor de irresponsabilidad y bajo compromiso mientras mayor sea la dificultad menor será
el desarrollo de habilidades sociales básicas (p=-,364); de habilidades de resolución de problemas
interpersonales (r=,494) relación negativa moderada; y habilidades para relacionarse con adultos (p=-
,351) relación negativa baja. Respecto al factor desobediencia de normas presenta asociación con las
dimensiones de habilidades sociales básicas (p=-,277) relación negativa baja; habilidades para hacer
amigos (r=-,258) relación negativa baja; relacionamiento con adultos (p=-,409) relación moderada.

pág. 4297
En la dimensión perturbador del ambiente de clases se aprecia relación negativa baja con los factores de
habilidades para hacer amigos y amigas (p=-,394); habilidades conversacionales (r=-,281) y habilidades
de relacionamiento con adultos (p=-,267). Finalmente, el bajo autocontrol personal posee relación
negativa baja con las habilidades para hacer amigos (r=-,209) y una relación negativa alta con las
habilidades de resolución de problemas interpersonales (p=-,829). Los resultados manifestados de la
presente tabla exponen que mientras mayor sea las dificultades asociadas al comportamiento en los niños
y niñas, menor será el desarrollo de habilidades de interacción social.
Tabla 8.
Pruebas de chi-cuadrado
Valor df
Significación asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 177,483a 16 ,003
Razón de verosimilitud 175,862 16 ,000
Asociación lineal por lineal 29,121 1 ,000
N de casos válidos 1798
Interpretación
De acuerdo con la prueba de hipótesis establecida para corroborar los resultados, se unificaron las
dimensiones de dificultades y relaciones sociales dando el siguiente resultado, el valor de significancia
es 0.003<0.005 por lo tanto se determina una relación de dependencia entre variables que da como
resultado final la aceptación de la hipótesis de autor que menciona que las dificultades asociadas al
comportamiento influyen en las relaciones sociales de los niños.
DISCUSIÓN
Cabe destacar que una importante proporción de los evaluados (36%) refiere habilidades significativas
en la resolución de problemas a nivel interpersonal, lo cual puede sugerir que, aunque pudiere haber
dificultades en otros aspectos, existe la tendencia a manejar bien los conflictos con otras personas.
Bisquerra (2019), refiere que para un adecuado manejo de la comunicación y las emociones refiere que
para el desarrollo de estas habilidades se debe tener un adecuado manejo de la comunicación y de las

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emociones, lo que es pertinente para promover la convivencia en lo social, como lo educativo (Bisquerra,
2019). Sin embargo, la baja prevalencia en habilidades en áreas que son más básicas, por ejemplo, las
sociales fundamentales (2%) y las que se relacionan con amistades (6%), puede inferir una posible
deficiencia en competencias interpersonales más simples y pertinentes para construir relaciones
saludables duraderas.
En consideración con la habilidad conversacional (17% de los evaluados), refiere que la capacidad para
mantener interacciones sociales diarias fluidas y efectivas, podría estar limitada, lo que puede afectar la
calidad de sus relaciones día a día. Este resultado se alinea con lo referido por Rodrigo y Palacios (2020),
quienes argumentan que el desarrollo de la competencia comunicativa es primordial para la integración
social, y su deficiencia afecta a la vida escolar y a la personal (Rodrigo & Palacios , 2020).
Asimismo, se debe indicar que el 13,6% de los que fueron evaluados presentan habilidades para la
relación con los adultos, lo que puede referir una limitación en la comunicación con adultos o en su caso
dificultades en la adaptación con figuras de autoridad, esto puede llevar a futuro a tener dificultades en
el área educativa o laboral. Esto puede inferir en dificultades para adaptarse a figuras de autoridad, lo
cual, como señala Perlado & Trujillo, (2024), quienes en sus resultados concluyeron que un 3.6% de
evaluados presenta mejor habilidad para interactuar con personas adultas a diferencia de sus pares.
Es importante indicar que en los resultados obtenidos existe una clara incidencia de actitudes agresivas
(89%), constituyendo la dificultad más relevante que se expresa dentro del aula de clases. Esta dificultad
puede estar relacionada con la falta de manejo emocional y la influencia del ambiente tanto familiar o
escolar, que pudieren estar relacionándose con estos comportamientos. Carrasco y Del Barrio (2016)
señalan que la agresividad en el aula puede estar relacionada con una falta de regulación emocional y
un ambiente familiar disfuncional.
Además, el 6% de los niños refieren problemas de autocontrol personal, lo que puede estar relacionado
con la autorregulación emocional y comportamental. Aunque es un porcentaje menor al de la
agresividad, no se debe subestimar este porcentaje, ya que puede tener implicaciones significativas para
el ajuste social o escolar, esto se puede asociar con dificultades en la autorregulación emocional, tal
como lo refiere Eisenberg (2005), que pudiere derivar en dificultades de ajuste social en lo posterior
(Eisenberg, 2005). Por otra parte, se presenta un 4.9% que marcan irresponsabilidad y bajo compromiso

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lo que puede relacionarse con la desmotivación académica o falta de control emocional con las
actividades académicas. Este tipo de comportamiento puede devenir a dificultades académicas futuras
si no se le da el seguimiento oportuno.
Es interesante referir que la desobediencia a las normas (3.7%) y la perturbación ambiental (1.3%) se
dan en menor relevancia, aun así, de debe tener en consideración ya que siguen siendo importantes en
el aula de clases. En consideración a lo referido, Rodrigo y Palacios (2020), refieren que, aunque estos
comportamientos sean menos frecuentes, son indicadores importantes de dificultades en la integración
grupal y en la relación con figuras de autoridad, lo que afectaría el rendimiento académico y la
convivencia escolar (Rodrigo & Palacios , 2020). Aunque estos comportamientos son menos frecuentes,
su influencia en el desempeño y convivencia escolar, además de la relación con adultos, por ejemplo,
los maestros, merece una adecuada atención.
Cabe resaltar, además, que, en la tabla referencial, las diferencias entre niños y niñas en cuanto a las
dificultades de aprendizaje, se puede apreciar que los niños tienden a ser más agresivos que las niñas,
asimismo los varones llevan la tendencia en lo que respecta a irresponsabilidad, desobediencia a normas
y agentes perturbadores de ambiente de clases, en diferencia al bajo autocontrol personal en el que las
niñas llevan la tendencia. Los resultados refieren tendencia significativa en la que las niñas abarcan más
dimensiones en lo que respecta a la interacción social, destacan más en habilidades conversacionales,
manejo emocional y resolución de problemas, lo que podemos relacionar con la socialización de genero
ya que fomenta mayor sensibilidad interpersonal y empatía en ellas, los niños están más direccionados
a normas que refuerzan la independencia y la competitividad. Esto puede alinearse con estudios que
destacan lo masculino hacia la competitividad y la independencia, lo cual suele ser reforzado por las
normas de socialización (Fagot & Leinbach, 2019). El resultado en habilidades para hacer amigos está
más comparable, ya que refieren que tanto niños y niñas desarrollan estrategias efectivas para hacer
amistades.
En el análisis de la correlación, refiere asociaciones estadísticas claras entre las dificultades de
comportamiento y el desarrollo de habilidades sociales en niños y niñas, lo cual indica acerca de que
ciertas conductas problema afectan a la capacidad de los niños para interactuar socialmente. Las
relaciones negativas entre agresividad y habilidades como la solución de problemas interpersonales y la

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expresión de emociones y sentimientos (con valores de p=-,587 y r=-,687), refieren que los
comportamientos agresivos afectan significativamente el desarrollo de las competencias sociales. Por lo
que es menester abordar la agresividad preventivamente. Para evitar aspectos críticos en el desarrollo
emocional y social. Esto coincide con la investigación de Betina y Contini (2021), los cuales señalan
que niños con mayores niveles de agresividad tienden a tener más dificultades para desarrollar
habilidades sociales (p=-,612), lo que infiere negativamente en su interacción con los demás (Betina &
Contini, 2021).
La irresponsabilidad y el bajo compromiso se asocian con disminución en varias habilidades sociales,
tales como la resolución de problemas interpersonales y la relación con los adultos. Esto implica que la
irresponsabilidad, además de afectar el rendimiento académico, tiene impacto considerable en las
interacciones sociales, sobre todo en la capacidad de interactuar con figuras de autoridad. La
desobediencia a las normas, asimismo asociadas a las habilidades básicas y a la relación con los adultos,
puede interpretarse como falta en la integración grupal, lo que puede tener impacto negativo en los
entornos integrativos como la escuela.
Por otro lado, el bajo autocontrol personal, refieren una fuerte relación negativa con las habilidades de
resolución de problemas interpersonales (p=-,829), lo que implica que los niños con mayor dificultad
para el control de sus impulsos, tienen más problemas en la gestión de las interacciones sociales
complejas. Esto se relaciona con los estudios de Rodríguez, (2015), quien indica en sus resultados una
relación (r=-,678) en cuanto a la falta de control de los niños con la capacidad de resolver conflictos a
nivel interpersonal.
CONCLUSIONES
Aunque el 36% de los evaluados presenta buenas habilidades para resolver problemas interpersonales,
las competencias en áreas más básicas, como las sociales fundamentales (2%) y las de amistad (6%),
son muy bajas, lo que indica dificultades para construir relaciones duraderas. Un 17% muestra
limitaciones conversacionales y solo el 24.1% presenta manejo emocional adecuado, afectando la
calidad de sus interacciones sociales.
El 89% de los evaluados muestra actitudes agresivas, lo que refleja carencias en el manejo emocional y
exige intervenciones preventivas para evitar impactos negativos en el desarrollo social.

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La agresividad y la irresponsabilidad están negativamente correlacionadas con habilidades como la
resolución de problemas y la interacción con adultos, afectando el rendimiento social y académico.
Las niñas sobresalen en habilidades conversacionales y emocionales, mientras que los niños tienden a
ser más agresivos, irresponsables y desobedientes. El bajo autocontrol, está asociado con mayores
dificultades en las interacciones sociales complejas, destacando la necesidad de trabajar en la
autorregulación emocional.
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