SITUACIÓN ACTUAL DE LAS
TORTUGAS MARINAS EN CENTROAMÉRICA

CURRENT SITUATION OF SEA

TURTLES IN CENTRAL AMERICA

Roberto Pino Selles

Universidad de Panamá, Panamá
pág. 6379
DOI:
https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i2.17371
Situación Actual de las Tortugas Marinas en Centroamérica

Roberto Pino Selles
1
roberto.pino@up.ac.pa

https://orcid.org/0000-0002-0782-2459

Universidad d
e Panamá
Panamá

RESUMEN

Las tortugas marinas juegan un papel de gran importancia en la ecología de los ecosistemas marino
costeros, que dependen de las costas tropicales y subtropicales para anidar y reproducirse. El ambiente
Marino-Costero de Centroamérica, se caracteriza por poseer numerosas penínsulas, golfos y bahías que
tienen extensas playas, lo que favorece su alta diversidad fisiográfica, existiendo extensas zonas
intermareales y barreras costeras bien desarrolladas que circundan grandes lagunas costeras. Además,
estas costas son muy productivas debido a la presencia de exuberantes bosques de manglares, con nueve
especies presentes en cinco géneros en el Pacífico y cuatro géneros en el Caribe, representando el 8%
de la superficie mundial de Manglar. Con respecto a las playas, estas costas centroamericanas presentan
una gran cantidad de ellas, donde anidan seis de las siete especies de tortugas marinas del mundo, pero
la persistente sobreexplotación y el continuo saqueo de huevos por parte de cazadores artesanales que
ven la comercialización de las aletas, carnes, grasas y caparazones de tortugas marinas como una fuente
importante de ingresos, son los principales responsables de su peligro de extinción. Aunado a ello, las
afectaciones a sus hábitats para el establecimiento de gran cantidad de actividades humanas:
agropecuarias, pesqueras, industriales y de servicios, siguen siendo problemáticas de nunca acabar. Para
proteger a las tortugas marinas se han desarrollo Planes de Acción específicos de manejo para estas
especies. Esta investigación compara las diversas gestiones ambientales que poseen los países
centroamericanos para proteger a estos reptiles frente a sus diversas amenazas, con medidas necesarias
para salvaguardarlas.

Palabras clave: tortugas marinas, sobreexplotación, centroamérica, ambiente marino costero, plan de
acción

1 Autor principal

Correspondencia:
roberto.pino@up.ac.pa
pág. 6380
Current
Situation of sea Turtles in Central America
ABSTRACT

Sea turtles play a vital role in the ecology of coastal marine ecosystems, which depend on tropical and

subtropical coasts for nesting and breeding. The
marine-coastal environment of Central America is
characterized by numerous peninsulas, gulfs, and bays with extensive beaches, which favors its high

physiographic diversity. It also includes extensive intertidal zones and well
-developed coastal barrier
ree
fs surrounding large coastal lagoons. Furthermore, these coasts are highly productive due to the
presence of lush mangrove forests, with nine species present in five genera in the Pacific and four genera

in the Caribbean, representing 8% of the world's man
grove area. Regarding beaches, these Central
American coasts have a large number of them, where six of the world's seven species of sea turtles nest,

but persistent overexploitation and the continued plundering of eggs by artisanal hunters who see the

comm
ercialization of sea turtle fins, meat, fat, and shells as an important source of income are the main
causes of their extinction risk. In addition, the impact on their habitats due to the establishment of

numerous human activities
: agricultural, fishing, industrial, and service industries, remain a never-
ending problem. Specific Action Plans for the management of these species have been developed to

protect sea turtles. This research compares the various environmental measures implemented by Central

American countries to protect these repti
les from their various threats, with the measures necessary to
safeguard them
.
Keywords
: sea turtles, overexploitation, central america, coastal marine environment, action plan
Artículo
recibido 20 marzo 2025
Aceptado para publicación: 15 abril 2025
pág. 6381
INTRODUCCIÓN

Ambiente Marino-Costero de Centroamérica

La formación del Istmo Centroamericano ha funcionado por cientos de miles de años como una barrera
natural que separa las poblaciones de organismos marinos a lo largo de las costas del Pacífico y Caribe.
En conjunto a la geomorfología de cada costa, esto ha favorecido a que Panamá, Costa Rica, Nicaragua,
Guatemala y Honduras, presenten una gran diversidad de ambientes y ecosistemas marinos en ambas
costas, a excepción de El Salvador y Belice, que poseen solo la costa Pacífica y Caribe, respectivamente
(Nielsen & Quesada, 2006). Todo Centroamérica posee 6,603 Km de costas, lo cual representa
alrededor de un 12% de las costas de Latinoamérica y el Caribe. En ellas se encuentran unas 567,000
Ha de manglares, 1,600 Km de arrecifes coralinos y unos 237,650 Km2 de plataforma continental
(Windervoxhel et al., 1998). Además, la costa centroamericana posee numerosas penínsulas, golfos y
bahías que favorecen su alta diversidad fisiográfica, existiendo extensas zonas intermareales y barreras
costeras bien desarrolladas que circundan grandes lagunas costeras (Barragán Muñoz, 2010).

Las condiciones climáticas varían latitudinalmente a lo largo de la costa del Pacífico, existiendo desde
el norte de Costa Rica hasta Guatemala una zona seca con déficit hídrico de al menos cinco meses
[CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe)/CAC-SICA (Consejo Agropecuario
Centroamericano del Sistema de la Integración Centroamericana), 2020]. En Guatemala se presenta una
transición hacia un sistema de mayor humedad, mientras que en el sur de Costa Rica y Panamá, las
condiciones de humedad son extremas, presentándose como máximo un período de uno a dos meses de
déficit hídrico. Por su parte, en el Caribe las condiciones tienden a ser más estables, aunque se notan
diferencias locales (Windervoxhel et al., 1998).

En términos generales los arrecifes de coral del Pacífico no son tan extensos y diversos como en el
Caribe (Guzmán & Guevara, 1998), sobresaliendo la barrera coralina de Belice o sistema arrecifal de
Belice (México, Belice, Guatemala y Honduras) de unos 220 Km lineales, donde se encuentran atolones
y otras formaciones casi únicas en el Mar Caribe (Ardisson et al., 2011). Toda la costa centroamericana
se caracteriza por la presencia de manglares, con nueve especies presentes en cinco géneros en el
Pacífico y cuatro géneros en el Caribe, representando el 8% de la superficie mundial de Manglar y un
7% de la extensión de bosques naturales de la región (Lizano et al., 2001).
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En la costa del Pacífico se encuentran largas playas arenosas, cuyo rango de textura y color es muy
amplio. En el Caribe, las playas son menos extensas, por efecto de los patrones de corrientes y los ciclos
de mareas, entre otras razones oceanográficas y geomorfológicas (Mckay, 2008). En la costa caribeña
hay una gran cantidad de islas e islotes. Tanto en Belice (los Cayos) como Honduras (Islas de la Bahía
y Cayos Cochinos), Nicaragua (Cayos Miskitos, Cisne y Maíz) y Panamá (Bocas del Toro y
Archipiélago de San Blas) existen alrededor de 2,400, asociadas en su mayoría a formaciones coralinas.
En comparación, la costa Pacífica presenta pocas islas, con excepción de Panamá donde se encuentran
unas 200 (Windervoxhel et al., 1998), entre ellas la Isla de Coiba, con 493 kilómetros cuadrados y
establecida como parque nacional [Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), 1999].

Los mayores afloramientos de aguas oceánicas de la región centroamericana, se dan en frente de los
golfos de Panamá en Panamá (ANAM, 1999) y de Papagayo en el Pacífico costarricense. Estos son
causados por vientos estacionales alisios del Caribe que empujan las aguas hacia mar afuera, causando
el afloramiento de aguas más frías y más ricas en nutrientes que provocan un aumento de la
productividad primaria y la abundancia de especies marinas (Windervoxhel et al., 1998; ANAM, 1999).
En el Caribe, las aguas superficiales se mezclan muy poco con aguas profundas, más frías y ricas en
nutrientes, por lo que las aguas abiertas son bajas en productividad primaria. La mayor riqueza, en
términos de productividad, está asociada a la presencia de arrecifes de coral, manglares y otros
ecosistemas importantes, de los que dependen las pesquerías regionales (Windervoxhel et al., 1998).

METODOLOGÍA

La presente revisión bibliográfica fue realizada a través de una búsqueda de artículos pertenecientes a
revistas científicas indexadas, además de varias legislaciones ambientales y convenios internaciones
para lo cual, se utilizaron motores de búsqueda y bases de datos como: Scopus, Science Direct, Scielo,
además de bibliotecas nacionales e internacionales especializadas en tortugas marinas, aunado a la base
de datos de varios sitios web de entidades gubernamentales de los países en mención como: La
Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá, Asamblea General de las Naciones Unidas, Asamblea
Nacional de Panamá, Régimen Legal de los Recursos Marinos y Costeros en Costa Rica, Convención
Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas de Belice, Ministerio de
Ambiente de Panamá, Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales en Costa Rica, El Salvador y
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Nicaragua, Sea Turtle Conservancy, Subdirección General de Seguridad, Contaminación e Inspección
Marítima de la Dirección General de Marina Mercante, Programa Mundial de Evaluación de los
Recursos Hídricos de las Naciones Unidas, entre otras entidades. No se establecieron restricciones en
cuanto al idioma, destacándose amplia información en español, inglés y portugués. En cuanto a los
criterios de inclusión de los artículos científicos, se aceptaron aquellos ubicados con un cuartil de Q1 a
Q4. Estos artículos debían ser originales, con metaanálisis y con revisiones sistemáticas sobre el tema
de las afectaciones a las tortugas marinas en los países centroamericanos mencionados. No hubo muchas
limitaciones por año de publicación, utilizándose información desde 1980 a la actualidad. Con respecto
a las regulaciones ambientales, se tomaron en consideración todas las vigentes.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Problemáticas que afectan a las tortugas marinas

Sobreexplotación (caza comercial y de subsistencia, recolección de huevos)

En muchas comunidades costeras, especialmente en América Central y Asia, las tortugas marinas han
sido una fuente de alimentación sin precedentes (Eckert et al., 2000), por lo que el hombre se ha
convertido en una amenaza latente para tratar de conservarlas [Convención Interamericana para la
Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT), 2004]. Por ello, la caza ilegal de estas
especies es cada vez más frecuente, pudiendo llevarlas a la desaparición de los ecosistemas marino
costeros (Cajiao-Jiménez et al., 2003).

Los cazadores artesanales ven la comercialización de las aletas, carnes, grasas y caparazones de tortugas
marinas como una fuente importante de ingresos (Ministerio de Ambiente de Panamá, 2017), es por
ello que después de años de sobreuso, especies como las tortugas verdes han sido clasificadas en el
Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), como en peligro
de extinción, y las tortugas carey y baula como en peligro crítico de extinción (Strahm, 2008).

La captura de hembras en el momento que arriban a desovar a las playas provoca el rápido colapso de
las poblaciones animales, ya que éstas al ser longevas, de crecimiento lento y maduración tardía, las
hace más vulnerables a la sobrepesca (Dirección General de los ecosistemas, 2002). Durante la
temporada de anidación los cazadores peinan las playas de noche en busca de las hembras anidadoras,
esperando hasta que éstas depositen todos sus huevos para luego matarlas y posteriormente tomar tanto
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los huevos como su carne (Sea Turtle Conservancy, 2023). Además, la afición por el consumo de este
recurso se ha extendido hasta tierra adentro y el comercio ilegal ha proliferado en los últimos años,
incrementando los puestos de venta de su carne y huevos. Aunque en el fondo, esto ocurre debido a la
pobreza, el desempleo, la falta de educación ambiental y de escasa penalización (Ruíz et al., 2007).

Las explotaciones de estos animales han tenido consecuencias graves en sus poblaciones, en particular
para la tortuga carey que es usada para crear joyas, espuelas para gallos y otros artículos de lujo (Moreno
et al., 1999; Chacón-Chaverri, 2004;.Asamblea Nacional de Panamá, 2023). Los científicos estiman
que las poblaciones de tortugas marinas, en especial la carey, han disminuido en un 90 % durante los
últimos 100 años. Desafortunadamente, mientras el comercio ilegal es la causa principal de esta
disminución, la demanda continúa en el mercado negro (Chacón-Chaverri, 2004; Asamblea Nacional
de Panamá, 2023; Sea Turtle Conservancy, 2023).

Depredación y enfermedades

Otros de los factores que poseen gran relevancia en la supervivencia de las tortugas marinas, son la
depredación y las enfermedades que atacan estas especies, diezmando sus poblaciones aceleradamente
(CIT, 2004; Ministerio de Ambiente de Panamá, 2017).

La etapa de la reproducción es una de las más peligrosas en la vida de las tortugas marinas, ya que
muchas de las crías son devoradas por los depredadores (Lovemore et al., 2020; Marcano, 2022). Sin
embargo, pese a la alta depredación que sufren en condiciones naturales y a su vulnerabilidad en las
fases de huevos y crías, no llegan a correr riesgo de una completa extinción debido a su gran fecundidad.
No obstante, la depredación natural mantiene un equilibrio de las poblaciones, pero la explotación
irracional hecha por el hombre sí puede poner en peligro la sobrevivencia de estas especies (Cifuentes
et al., 1997) al intervenirlas indiscriminadamente.

Por otra parte, muchas veces se eliminan selectivamente depredadores del ecosistema y se altera en
consecuencia, el equilibrio de las poblaciones silvestres de depredadores y presas (Bitetti, 2008). Se ha
establecido que de cada 1000 neonatos liberados al mar, sobreviven y llegan a la edad adulta el 0,2%,
debido a la gran cantidad de depredadores que tienen estas especies (Eckert et al., 2000; Harold &
Eckert, 2005; Chacon et al., 2007).
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La depredación natural puede ocurrir sobre los huevos, neonatos, crías, tortugas jóvenes o adultas por
medio de animales como las zarigüeyas (Didelphis marsupialis), mapaches (Procyon lotor), gato solo
(Nasua narica), gallinazos (Coragyps atratus), tijeretas de mar (Fregata magnificens), cangrejos de
playa (Ucydidae sp.), el tiburón tigre Galeocerdo cuvieri y animales domésticos como perros y cerdos
que causan graves daños en los nidos (Ruíz et al., 2007; Ministerio de Ambiente de Panamá, 2017).

Aunado a la depredación, diversos parásitos afectan la salud de las tortugas marinas provocando
diversas enfermedades (Valdivia, 2003; Gámez Vivaldo et al., 2009; Balladares et al., 2016). Se han
reportado algunos casos de lesiones provocadas por endoparásitos protozoos (Entamoeba invadens)
tanto en Caretta caretta como en Chelonia mydas (George et al., 1990). Caryospora cheloniae ha sido
reportado al causar síntomas como depresión y debilidad pronunciada, diarrea u ojos hundidos en otras
especies de tortugas marinas (Gordon et al., 1993). También se señala que algunas especies de percebes
incrustantes, trematodos de la sangre y lombrices intestinales pueden causar daño a estos reptiles
(Wetzel, 2020).

Glazebrook y colaboradores (1993), mencionan que no es muy común encontrar individuos de vida
libre infectactados con bacterias, pero se ha descrito un grupo de enfermedades bacterianas conocido
como Estomatitis Ulcerativa-Rinitis Obstructiva-Bronconeumonía originando altas tasas de mortalidad
(70%) en ejemplares juveniles y neonatos de tortuga boba y tortuga verde, debidas a la infección por
Vibrio alginolyticus, Aeromonas hydrophila y Flavobacterium sp. Otras bacterias que han sido
reportadas en afectaciones a tortugas marinas son: Vibrio alginolyticus, Proteus sp., Acinetobacter
calcoaceticus var. Lwoffi, Pasteurella sp., Salmonella sp. (Wiles & Rand, 1987).

En cuanto a virus, sólo se han descrito dos enfermedades víricas en tortugas marinas: la enfermedad
respiratoria por herpesvirus (HRD) (Jacobson et al., 1986) y la “gray-patch disease” (GPD).

La Fibropapilomatosis es una enfermedad epidémica que ha sido identificada en individuos juveniles,
sub-adultos y adultos de tortugas marinas (Brenes et al., 2013; Balladares et al., 2016; Cruz, 2018),
asociada a varios factores como la inmunosupresión por contaminantes, parásitos, radiación solar,
estrés, predisposición genética y biotoxinas, por lo que es una de las afecciones más comunes (Aguirre
et al., 1998; Landsberg et al., 1999).
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También se han reportado casos en los que algunos hongos y bacterias a veces invaden los nidos,
reduciendo la probabilidad de que los huevos eclosionen (Gámez Vivaldo et al., 2009).

Afectaciones al hábitat

La abundancia de recursos en las costas, ha provocado el establecimiento de gran cantidad de
actividades humanas: agropecuarias, pesqueras, industriales y de servicios (Barragán Muñoz, 2010). La
alteración de los hábitats costeros y marinos conllevan a la destrucción del área de alimentación y de
anidación de las tortugas marinas (Guada & Solé, 2000). Además, otra aspecto que degrada el ambiente
marino son el aporte de aguas servidas de las grandes ciudades costeras y centros industriales y el aporte
de sedimentos de los ríos, cuyas cuencas han perdido su cobertura vegetal debido a la tala y la quema
(Guada & Solé, 2000).

Centroamérica posee ambientes marinos y costeros dominados por arrecifes coralinos, praderas de
pastos marinos, bosques de manglares e imponentes playas (Guzmán & Guevara, 1998; Windervoxhel
et al., 1998; Burke & Maidens, 2005; Harold & Eckert, 2005; Ardisson et al., 2011). Cada uno de estos
hábitats protegen a las playas de las escorrentías y de olas provenientes de mar abierto (Ruíz et al.,
2007), salvaguardando las áreas de desove de las tortugas marinas, además de ser sitios de guarderías y
de alimentación (Romeu, 1996; Nagelkerken et al., 2000). No obstante, el desarrollo urbano, industrial
y agropecuario, aplicado sin medidas de mitigación de los impactos ambientales es uno de los mayores
generadores de cambio en el estado de estos recursos (ANAM, 1999).

Contaminación del hábitat marino

Ecosistemas marino-costeros como lagunas, manglares y marismas son a menudo contaminados por
efluentes continentales que descargan escorrentías de origen urbano: residuos industriales,
residenciales, el vertido de aguas residuales no tratadas o sin el tratamiento adecuado, además de
pesticidas y fertilizantes de zonas agrícolas que conducen a la contaminación de estas aguas costeras
[Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), 2013; WWAP (Programa Mundial de
Evaluación de los Recursos Hídricos de las Naciones Unidas), 2017; Sea Turtle Conservancy, 2023],
perturbando a las tortugas marinas y a sus hábitats.

Otra afectación marino-costera es la destrucción directa e indirecta de arrecifes coralinos y pastos
marinos, que debido a su falta de protección, se están deteriorando (Guzmán & Guevara, 1998).
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Estos ecosistemas, también pueden ser afectados por la sedimentación, el desarrollo costero y el anclaje
de navíos (Fonseca, 2013), perturbando estos hábitats de alimentación y reproducción de las tortugas
marinas.

Los derrames de petróleo también pueden llegar a ser letales, amenazando la integridad de los hábitats
de anidación, alimentación, migración y desarrollo de estos animales (Generosa & Aureggi, 2005; Ruíz
et al., 2007). Éste afecta de manera significativa la piel, algunos aspectos fisicoquímicos sanguíneos, la
respiración y el funcionamiento de la glándula de sal entre otros efectos (Sea Turtle Conservancy, 2023).

De igual importancia que los hidrocarburos, grandes cantidades de residuos se encuentran en el océano,
pudiendo provocar afectaciones al ser ingeridos accidentalmente como alimentos, causando obstrucción
gastrointestinal, reducción del apetito y la muerte (Sea Turtle Conservancy, 2023). También pueden
afectar el perfil típico de la arena de las áreas de anidación (Beckwith & Fuentes, 2018; Fuentes et al.,
2023).

Destrucción y modificación del hábitat de anidación

La extracción indiscriminada de arena en las playas para la industria de la construcción puede alterar
seriamente las condiciones ecológicas que demandan las tortugas para anidar (Fish et al., 2008; Fuentes
et al., 2016; Nelson Sella & Fuentes, 2019). Por otra parte, las luces artificiales pueden confundir tanto
a las hembras adultas como a las crías, los desorienta haciéndolos más vulnerables a los depredadores,
a la deshidratación, al agotamiento y a una muerte prematura. Las fogatas también son de preocupación,
ya que las crías pueden ser atraídas y quemadas por las llamas (Rondón et al., 2009).

El desarrollo costero a menudo crea ciclos de erosión de las playas y para proteger estas inmobiliarias,
se construyen estructuras costeras de blindaje, tales como los diques, fortificaciones de rocas y bolsas
de arena para ayudar a proteger sus bienes de la erosión natural, interrumpiendo el proceso de anidación
habitual mediante una reducción del hábitat de anidación de las tortugas y el desplazamiento de las
zonas de anidación a otras menos óptimas (Generosa & Aureggi, 2005; Sea Turtle Conservancy, 2023).

Otras actividades que pueden destruir o modificar estos hábitats son el desarrollo de la costa para
salinas, cultivo de camarón, marinas, carreteras, centros turísticos e industriales (Ruíz et al., 2007).
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Capturas incidentales por la interacción con pesquerías

Debido a factores alimenticios y ecológicos, las tortugas marinas interactúan frecuentemente con
diversos artes de pesca, pudiendo llegar a ser capturadas accidentalmente en las pesquerías, provocando
una de las mayores causas de muerte entre estos individuos marinos (Secretaría CIT, 2006; Sea Turtle
Conservancy, 2023).

Varios tipos de artes de pesca como las redes de arrastre, redes fijas, redes de cerco, las redes agalleras
(o de enmalle), los palangres pelágicos y de fondo, nasas, trampas y los desechos de artes de pesca
tirados al mar, son una fuente alta de mortalidad (Generosa & Aureggi, 2005). El peligro radica debido
a que las tortugas marinas que llegan a la superficie para respirar, se pueden ahogar al enredarse en estas
redes de pesca y otros equipos, sufrir amputaciones en sus aletas, alojamiento de grandes anzuelos en
sus cuerpos u otras lesiones graves (Secretaría CIT, 2006).

Sin embargo, la gran problemática se basa en el abandono intencional o accidental de redes en el mar,
en especial las redes de monofilamento de nylon que quedan a la deriva o en el fondo, convirtiéndose
en una trampa mortal constante para tortugas y otros organismos marinos (Secretaría CIT, 2006),
incrementando las capturas cuando quedan flotando kilómetros de redes de cerco y de palangre que se
utilizan para la pesca del atún, tiburón y otras especies pelágicas (Generosa & Aureggi, 2005; Secretaría
CIT, 2006; Ruíz et al., 2007).

Mecanismos de regulación inadecuados

Se considera que algunas normas que reglamentan la protección de las Tortugas marinas en
Centraomérica están incompletas o han quedado obsoletas, ya que no llenan todas las expectativas que
garanticen la protección de estas especies marinas en su totalidad (CITES, 2001), ya que sólo se
circusncriben a especies en particular como las tortugas carey (Asamblea Nacional de Panamá, 2023).
Además de ello, otros factores son la escasez de personal de fiscalización y vigilancia, la mala
administración de las autoridades, falta de coordinación y recursos para velar por el cumplimiento de
las leyes, carencia de información, escasa divulgación y la privación de alternativas económicas viables
para las comunidades costeras (Ruíz et al., 2007).

Impactos climáticos

La vulnerabilidad de las tortugas marinas a los impactos climáticos, imperan por los cambios en las
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playas de anidación que afectan el desove e incubación de sus huevos, la modificación del sex ratio, las
alteraciones debidas a la acidificación oceánica, los cambios de alimentación, además de la
modificación del área de distribución de estas especies (Ajuria, 2017; Patrício et al., 2021).

Ruíz y colaboradores, 2007; mencionan que fenómenos como las tormentas, podrían desenterrar,
destruir nidadas o cubrir los nidos con tanta arena que le impediría a las crías salir al momento de la
eclosión. Incluso estas tempestades lograrían alterar físicamente la playa, depositando troncos y otros
objetos que impedirían el arribo de las tortugas. Además, otros estudios mencionan que el aumento del
nivel del mar debido al cambio climático, puede provocar la destrucción de los nidos así como la pérdida
de superficie costera (Hawkes et al., 2009; Patrício et al., 2021; Rivas et al., 2023). También los
violentos oleajes impulsados por subducciones de placas tectónicas durante eventos sísmicos, tendrían
efectos similares (Ruíz et al., 2007).

El mayor factor que está influyendo sobre el clima, son las acciones antropogénicas, provocando que la
temperatura ambiental cambie aceleradamente, lo que podría afectar a las tortugas marinas de muchas
maneras (Sea Turtle Conservancy, 2023). A pesar de ello no todo es tan desalentador, pues estudios
como los de Fuentes y colaboradores, 2011; indican que si los impactos del aumento de la temperatura
se atenúan, los valores de la vulnerabilidad de casi todas las colonias podrían ser reducidos a niveles
bajos.

Gestión y protección de las tortugas marinas

A las playas de las costas del Caribe y Pacífico de los países centroamericanas, han arribado las tortugas
marinas desde hace cientos de años. No obstante, el número de arribadas ha disminuido drásticamente
en los últimos tiempos, por diversas causas, entre las cuales se puede señalar la caza indiscriminada, la
extracción de sus huevos, la captura accidental de tortugas en los barcos camarones, la pesca industrial
durante la época de veda, entre otras (CITES, 2001). Asimismo, muchas áreas de anidación y
alimentación han quedado inhabilitadas o presentan un franco deterioro, por los derrames de petróleo,
acumulación de desechos químicos, plásticos no-degradables y otros desechos antropogénicos; aunado
a los desarrollos costeros de alto impacto y, al incremento del turismo y la diversificación de estas
actividades tanto en la zona costera como en la oceánica (Eckert et al., 2000).

Por los anteriores motivos, es indispensable una adecuada gestión y reforzamiento de la debida
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protección hacia las tortugas marinas de una manera más amplia y estricta. Existen muchas iniciativas
e investigaciones que tratan de dar a conocer sobre la labor que se está llevando a cabo en todo
Centroamérica, mediante diversas gestiones enfocadas en los diferentes planes de acción y proyectos
de protección y conservación que se desarrollan en Centroamérica.

Planes de Acción para la Recuperación y Conservación de las Tortugas Marinas en
Centroamérica

Estos Planes de Acción fueron diseñados para dar a conocer la biología, el estado actual y la distribución
de las tortugas marinas en algunos países centroamericanos, tratando de establecer medidas locales y
nacionales, y recomendar medidas regionales para la conservación de las poblaciones disminuidas.

Tanto para Panamá, El Salvador y Nicaragua, existen Planes de Acción muy concretos y argumentados,
en donde se plantean recomendaciones que incluyen la creación e instrumentación de planes de
desarrollo costeros ligados con las necesidades biológicas de las tortugas. Por ejemplo, se plantea el
reforzamiento de las normas que controlarán la descarga de desechos y aguas residuales, una adecuada
colocación de boyas de amarre en áreas de arrecifes de coral y praderas de pastos marinos, el fomento
a la investigación y el monitoreo que mejoren la aplicación de la normativas y eleven la calidad de vida
de los pobladores de las zonas costeras (Ruíz et al., 2007; Ministerio de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, 2009; Araúz et al., 2021; Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, 2023). Con
argumentos muy similares, en Guatemala, Costa Rica y Honduras, se desarrollan Estrategias Nacionales
para la conservación y Protección de las Tortugas Marinas, donde se espera el desarrollo de acciones
que favorecezan la conservación y el uso sostenible de este recurso [Mendez, 2014; Consejo Nacional
de Áreas Protegidas (CONAP), 2015; Ministerio de Ambiente y Energía., 2018]. También son
imperantes en un Plan de acción, las áreas de anidación. Se deben desarrollar censos sistemáticos y
coordinados en áreas de anidación que sean potencialmente importantes, para luego junto con las áreas
de alimentación, ser declaradas como áreas protegidas (Ruíz et al., 2007).

En Belice a partir de 1992, se preparó un Plan de Acción de Recuperación de la Tortuga Marina, para
reducir la presión sobre sus poblaciones. Este Plan de Acción Regional para Gales Point, Belice se
desarrollada con el estatus de Santuario de Vida Silvestre, brindando mayor prioridad a los bosques de
manglar, manatí, cocodrilo, tortuga carey y aves (Chacón-Chaverri & Araúz, 2001).
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Un aspecto a tomarse en consideración en los Planes de Acción, son las áreas de alimentación que
agrupan a los arrecifes de coral y los pastos marinos. El Plan de Acción para la Recuperación de las
Tortugas Marinas en Panamá, propuso el diseño e implementación de estudios de campo que definirían
la superficie total de las comunidades de pastos marinos y arrecifes de coral que usualmente son usadas
por las poblaciones residentes y migratorias de tortugas. La gran ventaja de la protección de los pastos
marinos y arrecifes de coral es que se conservarán (Ruíz et al., 2007).

No hay que olvidar mencionar que estos Planes de Acción deben integrar entes vigilantes y para ello,
la integración de las comunidades costeras, organizaciones pesqueras y locales, autoridades locales,
instituciones gubernamentales y otras instituciones u organismos no gubernamentales, no deben
omitirse.

Proyectos de Conservación de las Tortugas Marinas

Conservación de Tortugas Marinas junto con el sector pesquero de Costa Rica y Panamá

Este es un proyecto financiado por la National Fish & Wildlife Foundation y la International Seafood
Sustainability Foundation (ISSF), y es una colaboración entre SUBMON, EcoPacífico+, las autoridades
de gobierno y los sectores pesqueros palangreros de Costa Rica y Panamá, cuyo objetivo final es
desarrollar e implementar un curso oficial obligatorio sobre manipulación y liberación de tortugas
marinas para las tripulaciones de las flotas mediana y avanzada de palangre de la costa del Pacífico de
Costa Rica, y establecer los mecanismos para poner en marcha un sistema similar en Panamá (Parga,
2021).

El Proyecto Ostional

También llamado Proyecto de Aprovechamiento de los huevos de tortuga lora (Lepidochelys olivacea),
está ubicado en el Refugio Nacional Silvestre Vida Ostional en la Península de Nicoya en la Provincia
de Guanacaste, Costa Rica. Se creó oficialmente en 1984 y permite la recolección de los huevos de
tortuga, de manera legal y bajo estricta reglamentación y fundamento científico (Marin, 2011).

En América Central, otro país que permite el uso responsable de subsistencia de huevos de esta especie
de tortuga, es en Panamá, el cual se desarrolla en el Refugio de Vida Silvestre Isla Cañas (Convención
Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas, 2022).
pág. 6392
Proyecto de Conservación de la tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) en El Refugio de Vida
Silvestre La Flor, Rivas-Nicaragua

Está a cargo del Departamento de Ecología de la Universidad Centroamericana, cuyo principal objetivo
es cuantificar la cantidad de tortugas anidadoras que visitan esta playa desde 1993. Se procura
desarrollar la educación ambiental en las comunidades que trabajan en el aprovechamiento de las
tortugas marinas; enfocándose a los líderes comunitarios, escuelas, niños y comunidad en general
(Chacón-Chaverri & Araúz, 2001).

Proyecto Tortuguero Punta Ratón, Choluteca, Honduras

El proyecto más antiguo de protección a las tortugas marinas se realizó en Punta Ratón, en el Golfo de
Fonseca, en 1975 (Minarik, 1985). Desde ese año al presente, los nidos fueron reubicados en criaderos
mediante la ONG, Comité para la Defensa y el Desarrollo del Golfo de Fonseca, manteniendo los
esfuerzos de protección a las anidadas y a la administración de los criaderos de las tortugas marinas
(Mendez, 2014). La Comisión de Verificación y Control Ambiental del Golfo de Fonseca, integrada
por la Municipalidad, organizaciones gubernamentales, comités comunitarios tortugueros, empresa
privada, ONG´s y los comités locales de los campamentos tortugueros son los encargados de realizar el
proceso de conservación de L. olivacea (Morales et al., 2003).

Acuerdo de cooperación para la Conservación de las tortugas marinas en la costa caribeña de
Costa Rica, Nicaragua y Panamá (TRIPARTITO)

Se da la iniciativa de constituir un acuerdo regional entre estos tres países para presentar un plan de
manejo regional con el fin de establecer acciones viables para la conservación de las poblaciones de las
tortugas marinas, cuyo objetivo acordado es implementar los convenios y acuerdos de las Partes para
la conservación de las tortugas marinas, mediante la ejecución de un Plan de Manejo Regional en la
costa caribeña, que integre a todas las partes involucradas en el manejo del recurso, haciendo uso de la
mejor información científica disponible que permita medidas de conservación de una manera
comprometida (Chacón & Araúz, 2001).

Organizaciones no gubernamentales (ONG’s) involucradas

Son muchas las ONG’s que poseen programas definidos para tratar de brindar una iniciativa de
protección hacia las tortugas marinas.
pág. 6393
En Costa Rica se puede mencionar a PRETOMA (Programa Restauración de Tortugas Marinas),
Programa de Conservación de Tortugas de Osa, Fundación KETO (Fundación de Investigación y
Conservación Marino-Costera), Fundación Vida Marina, Earth Island Institute, Fundación CECROPIA,
Fundación TUVA (Fundación Tierras Unidas Vecinales por el Ambiente), ADECORO (Asociación de
Desarrollo y Conservación de Río Oro), Grupo Surf, ASANA (Amigos de la Naturaleza del centro y
sur de la Costa del Pacífico) (Chacón-Chaverri y Araúz, 2001), o The Leatherback Trust (TLT)
(laudopo, 2023).

En Nicaragua existen algunas organizaciones como La Reserva Silvestre Quelantaro, que es una
organización local que coordina la protección de las tortugas tora, torita y paslama. También están
Fauna & Flora International (FFI), Mangrove Studio o Paso Pacífico (laudopo, 2023).

En Belice, una de ellas son la Belize Audubon Society, que es responsable por el monitoreo de la playa
de anidamiento en uno de los atolones, mientras que la Reef Conservation on a Caribbean Island es una
ONG de conservación marina enfocada en proteger y preservar los océanos a través de programas
prácticos de conservación (Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las
Tortugas Marinas Belice, 2006).

La Asociación ProCosta es una ONG salvadoreña sin fines de lucro que busca mejorar el bienestar de
la biodiversidad, los ecosistemas y las comunidades locales a lo largo de la costa de El Salvador y otros
países de Centroamérica, con énfasis en la investigación y conservación de las tortugas marinas y su
hábitat. (laudopo, 2023).

Panamá cuenta con alrededor de 20 ONG’s que protegen y llevan proyectos de conservación de tortugas
marinas, donde cada organización protege y conserva sus propias playas de anidación y además
promueven programas de educación ambiental en sus comunidades. Algunas de ellas son: Fundación
Tortuguias, Panatortugas, Panamanglar, Hablas tortuga, entre otras (Tortugas Pedasi, 2024).

Cooperación Internacional

En Centroámerica existen diversas agrupaciones internacionales en las que se trata de incrementar el
intercambio de información para así facilitar la cooperación y la coordinación entre estas naciones,
permitiendo el adecuado manejo, conservación y recuperación de las tortugas marinas y sus hábitat
esenciales. En ese sentido, se cobijan de instrumentos legales que incluyen acuerdos, tratados,
pág. 6394
convenios internacionales y regionales que promoverán la sostenibilidad de las regiones costeras y
facilitarán la protección de los hábitats naturales sensibles y de las especies presentes en ello, incluidas
las tortugas marinas.

Tratados Globales

CITES

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES),
señala en la Resolución Conf. 19.5 Conservación y comercio de tortugas marinas, que las tortugas
marinas se enfrentan a importantes amenazas, como las capturas incidentales en la pesca comercial y
recreativa, la pérdida y degradación de los hábitats de anidación y alimentación, el cambio climático;
el enredamiento en los desechos marinos, las colisiones con embarcaciones, y las capturas y el comercio
ilegales por su carne, caparazones y huevos (CITES, 2022).

Convenio sobre la Diversidad Biológica

Esta convención no contiene ninguna disposición específica para la protección de las tortugas marinas,
pero sus artículos proveen mecanismos de planificación y protección del hábitat para proteger la
diversidad biológica, tanto a nivel nacional como regional (Naciones Unidas, 1992).

Convención Marpol

La Convención Internacional para la Prevención de la Contaminación de los Barcos (MARPOL,
International Convention for the Prevention of Pollution from Ships). Este convenio enfoca aspectos
importantes para minimizar y eliminar la contaminación de cualquier tipo, procedente de buques
(Subdirección General de Seguridad, Contaminación e Inspección Marítima de la Dirección General de
Marina Mercante, 2023).

Convención Ramsar

La implementación del Convenio Ramsar en Centroamérica representa la protección de todos los
humedales dentro de su territorio y por ende de los hábitat críticos (playas de anidación, zonas de
forrajeo, apareamiento, descanso) de las especies de tortugas marinas. Por ello, este convenio Ramsar
en colaboración con la CIT señalan que en Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá se debe velar
por la protección y conservación de áreas críticas para las poblaciones de tortugas marinas (CIT, 2014).
pág. 6395
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar

Toma en consideración la naturaleza altamente migratoria de las tortugas marinas, las cuales pueden
encontrarse en el mar territorial y en las zonas económicas exclusivas de más de un país. Se busca un
acuerdo sobre las medidas de conservación y manejo de las tortugas marinas (Asamblea General de las
Naciones Unidas, 1994).

Convención de Cartagena y Protocolo SPAW

Este tratado fue ratificado por Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá (car-
spaw, 2021), donde se describe las responsabilidades de las Partes Contratantes para “prevenir, reducir
y controlar” la contaminación provocada por una variedad de causas: contaminación proveniente de los
barcos, la descarga de desperdicios en el mar, las fuentes terrestres de contaminación, las actividades
en el fondo marino, y la contaminación atmosférica y que tengan, por consiguiente, un efecto negativo
sobre las tortugas marinas que habiten los ecosiostemas mariños de los respectivos países
centroamericanos (Ruíz et al., 2007).

Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT)

Tiene como labor el promover la protección, conservación y recuperación de las poblaciones de tortugas
marinas y los hábitats de los cuales ellas dependen, basandose en los mejores datos científicos
disponibles y tomando en consideración el ambiente, socioeconómico y cultural característico de cada
nación. En Centroamérica los países que forman parte de este convenio hasta el momento son: Belice,
Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá (CIT, 2024).

CONCLUSIONES

Las Tortugas Marinas de Centroamérica, están corriendo un gran peligro de desaparición irrevocable,
debido a muchos factores como la sobreexplotación por medio de la caza comercial, de susbsistencia y
recolección de huevos, depredación, enfermedades de diversa índole, afectaciones al hábitat,
contaminación marina, destrucción y modificación del hábitat de anidación, capturas incidentales por
la interacción con pesquerías, mecanismo de regulación inadecuados y los impactos climáticos
fluctuantes que están doblegando el medio ambiente marino en la actualidad. Por todos estos motivos
es que se han estado realizando desde hace varias décadas, diversas gestiones y planes de acciones para
la recuperación y conservación de las tortugas marinas en Centroamérica.
pág. 6396
Estas medidas fueron diseñadas para dar a conocer la biología, el estado actual y la distribución de las
tortugas marinas, tratando de establecer mecanismos para la conservación de las poblaciones que han
disminuido en las últimas décadas.

Proyectos de Conservación como el Ostional en Costa Rica, el de Conservación de la tortuga golfina
(Lepidochelys olivacea) en El Refugio de Vida Silvestre La Flor, Rivas-Nicaragua, el Tortuguero en
Punta Ratón ubicado en Honduras o el de Conservación de Tortugas Marinas junto con el sector
pesquero de Costa Rica y Panamá, aunado a acuerdo de cooperación internacionales como el
TRIPARTITO, están dando buenos resultados.

Además de estas iniciativas, se ha estado sumando el apoyo de las poblaciones costeras aledañas, así
como el de diversas ONGs y otros grupos relacionados, facilitando con ello la cooperación y la
coordinación en la región y creando las capacidades requeridas para la utilización de la tecnologías que
permitan el manejo, la conservación y recuperación de las tortugas marinas y de sus hábitat esenciales
en todo Centroamérica.

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