ESTRATEGIAS ACTIVAS DE APRENDIZAJE:
INCIDENCIA EN EL RENDIMIENTO ACADÉMICO
DE ESTUDIANTES DE BÁSICA SUPERIOR
ACTIVE LEARNING STRATEGIES: IMPACT ON
THE ACADEMIC PERFORMANCE OF UPPER
ELEMENTARY STUDENTS
Edwin Javier Lema Cusquillo
Universidad Estatal de Milagro, Ecuador
Diana Carolina Velásquez Cambell
Universidad Estatal de Milagro, Ecuador
María Amparo León Vera
Universidad Estatal de Milagro, Ecuador
Nelly Yamile Bustamante Morán
Universidad Tecnológica TECH, México
Kelly Maythe Andrade Santander
Universidad Estatal de Milagro, Ecuador

pág. 6469
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i2.17380
Estrategias Activas de Aprendizaje: Incidencia en el Rendimiento
Académico de Estudiantes de Básica Superior
Edwin Javier Lema Cusquillo1
edwinj.lema@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0007-2047-2741
Universidad Estatal de Milagro
Milagro-Ecuador
Diana Carolina Velásquez Cambell
diana.velasquezc@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0004-8155-7800
Universidad Estatal de Milagro
Milagro-Ecuador
María Amparo León Vera
amparo.leonv@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0002-6089-060X
Universidad Estatal de Milagro
Milagro-Ecuador
Nelly Yamile Bustamante Morán
nelly.bustamantem@educacion.gob.ec
https://orcid.org/0009-0008-9731-8272
TECH México Universidad Tecnológica
México DF-México
Kelly Maythe Andrade Santander
andrademaythe1206@gmail.com
https://orcid.org/0009-0004-4435-8036
Universidad Estatal de Milagro
Milagro-Ecuador
RESUMEN
El objeto del presente trabajo de investigación fue principalmente analizar si las estrategias activas de
aprendizaje inciden en el rendimiento académico de los estudiantes de 8vo año de educación básica de
una Unidad Educativa del cantón El Empalme durante el periodo lectivo 2023-2024. La metodología
utilizada se enmarcó en el enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo y con diseño no experimental de
corte transversal. Se aplicó una encuesta estructurada a los estudiantes de 8vo año de Educación General
Básica, conformada por ítems relacionados con la participación en clase, la capacidad de análisis, la
reflexión metacognitiva, la aplicación del conocimiento, la motivación y el uso de estrategias de estudio.
Entre los principales hallazgos, se evidenció que los estudiantes muestran un nivel moderado de
participación activa, con una disposición regular a intervenir en clase, compartir ideas y trabajar en
equipo. En conclusión, se determina que existe una relación significativa entre la participación activa
en el aula y el desarrollo progresivo del pensamiento crítico. No obstante, se requiere fortalecer las
prácticas pedagógicas que estimulen la metacognición, la transferencia de conocimientos y la
autonomía en el aprendizaje, con el fin de mejorar el desempeño académico y la formación integral de
los estudiantes.
Palabras clave: estrategias activas de aprendizaje, aprendizaje activo, participación estudiantil,
motivación escolar, innovación pedagógica
1 Autor principal
Correspondencia: edwinj.lema@educacion.gob.ec

pág. 6470
Active Learning Strategies: Impact on the Academic Performance of
Upper Elementary Students
ABSTRACT
The objective of this research was primarily to analyze whether active learning strategies impact the
academic performance of 8th-year basic education students at an educational unit in the El Empalme
canton during the 2023-2024 school year. The methodology used was based on a quantitative,
descriptive approach with a non-experimental, cross-sectional design. A structured survey was
administered to 8th-year students of Basic General Education, consisting of items related to class
participation, analytical skills, metacognitive reflection, application of knowledge, motivation, and the
use of study strategies. Among the main findings, it was evident that students show a moderate level of
active participation, with a regular willingness to intervene in class, share ideas, and work as a team. In
conclusion, it was determined that there is a significant relationship between active participation in the
classroom and the progressive development of critical thinking. However, it is necessary to strengthen
pedagogical practices that encourage metacognition, knowledge transfer, and learning autonomy in
order to improve students' academic performance and comprehensive development.
Keywords: active learning strategies, active learning, student participation, school motivation,
pedagogical innovation
Artículo recibido 20 marzo 2025
Aceptado para publicación: 15 abril 2025

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INTRODUCCIÓN
En el contexto educativo actual, a nivel macro, los sistemas educativos enfrentan el reto de formar
estudiantes con capacidades críticas, autónomas y colaborativas, adaptadas a las exigencias de la
sociedad del conocimiento. Las estrategias activas de aprendizaje surgen como una respuesta
metodológica clave frente a modelos tradicionales centrados en la memorización pasiva, promoviendo
en cambio una participación significativa del estudiante en su propio proceso formativo (Mendoza &
Salas, 2021). Estas estrategias están alineadas con el paradigma socioconstructivista, donde el
aprendizaje se construye a partir de la interacción social y la experiencia activa (Vygotsky, 1978; Díaz
& Hernández, 2022).
Las instituciones educativas deben considerar que la implementación de estrategias activas de
aprendizaje incide directamente en los resultados académicos de los estudiantes. Particularmente en la
educación básica superior, donde se consolidan habilidades cognitivas y metacognitivas fundamentales,
es indispensable el uso de metodologías que fomenten el pensamiento crítico, la resolución de
problemas, el trabajo colaborativo y la autonomía académica (Álvarez-García et al., 2021). No obstante,
muchas unidades educativas aún muestran rezagos en la aplicación efectiva de estas estrategias, como
lo evidencian investigaciones realizadas en contextos similares en América Latina (Carranza, 2023;
Dorado, 2020).
Existen instituciones educativas en las cuales se observa en estudiantes de octavo año de educación
básica una desconexión entre los métodos de enseñanza tradicionales y las necesidades reales de
aprendizaje. La falta de motivación, bajo rendimiento y escasa participación en clase suelen estar
vinculados a prácticas docentes poco interactivas (Silva & Guato, 2020). La aplicación de estrategias
activas como el aprendizaje basado en proyectos, la gamificación, el aprendizaje cooperativo o el uso
de TIC permite potenciar el rendimiento académico, desarrollando en los estudiantes una actitud más
reflexiva y autónoma (Palomino, 2020; UNESCO, 2022).
Conceptualmente, las estrategias activas de aprendizaje son herramientas didácticas que colocan al
estudiante como protagonista de su proceso educativo, permitiendo que construya el conocimiento
mediante la participación activa, la exploración y la autorregulación (Maldonado et al., 2019).

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Estas estrategias tienen como finalidad mejorar el rendimiento académico, entendido como el conjunto
de logros alcanzados por el estudiante en función de los objetivos curriculares (Hurtado, 2019). Desde
una perspectiva neuroeducativa, el aprendizaje significativo se ve fortalecido cuando el estudiante se
involucra con lo que aprende, utilizando la creatividad, la emoción y la colaboración como vehículos
de construcción del saber (Restrepo, 2020).
En los últimos años, diversos estudios han demostrado la relación entre el uso de estrategias activas y
el mejoramiento del rendimiento académico. Por ejemplo, Carranza (2023) (Carranza, 2023) identificó
que la escasa implementación de metodologías activas en el área de Ciencias Naturales limitaba la
participación de los estudiantes, afectando negativamente su desempeño. De manera similar, Dorado
(2020) implementó un programa de estrategias activas en Putumayo, Colombia, logrando mejorar el
compromiso estudiantil y el rendimiento general. En Ecuador, Silva y Guato (2020) hallaron una
correlación significativa entre habilidades sociales y el uso de estrategias activas, reafirmando la
necesidad de enfoques pedagógicos integrales que consideren tanto las dimensiones cognitivas como
socioemocionales del aprendizaje.
Palomino (2020), por su parte, evidenció que el uso de estrategias lúdicas en el aprendizaje de
matemáticas incrementaba la motivación y el rendimiento de estudiantes de básica superior. Así
también, Maldonado et al. (2019) señalaron que las estrategias de codificación de información influían
positivamente en la autonomía académica, un componente clave del rendimiento.
A la luz de lo expuesto, se plantea como problemática central la limitada aplicación de estrategias
activas de aprendizaje en la educación básica superior, lo cual repercute negativamente en el
rendimiento académico de los estudiantes. Este vacío metodológico compromete el desarrollo de
competencias esenciales para la continuidad educativa y el éxito escolar. Por tanto, la presente
investigación tiene como objetivo analizar la incidencia de las estrategias activas de aprendizaje en el
rendimiento académico de los estudiantes de octavo año de básica superior, considerando los distintos
factores contextuales, institucionales y pedagógicos que influyen en este proceso.
Así, surge la interrogante que orienta este estudio: ¿Cuáles son las estrategias activas de aprendizaje
más eficaces para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes de octavo año de educación
básica?

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Su resolución permitirá identificar enfoques metodológicos adecuados para responder a las exigencias
educativas actuales y proponer acciones concretas para fortalecer el desempeño estudiantil.
METODOLOGÍA
La presente investigación se enmarca dentro del enfoque cuantitativo, el cual se fundamenta en la
recolección y análisis de datos numéricos con el objetivo de responder a las preguntas planteadas.
Atendiendo a la naturaleza del estudio, este fue de tipo explicativo, pues su propósito fue identificar las
causas del problema detectado, es decir, la limitada aplicación de estrategias activas de aprendizaje y
cómo estas inciden en los resultados académicos de los estudiantes.
La población estuvo conformada por los estudiantes del octavo año de educación básica de la Unidad
Educativa de estudio. Para este estudio se trabajó con una muestra censal de 45 estudiantes, a quienes
se les aplicó una encuesta como instrumento de recolección de datos. La elección del tipo censal
respondió a la decisión de incluir a todos los miembros de la población objetivo, lo cual permitió obtener
datos representativos y pertinentes para el análisis de la problemática.
En cuanto a las características de la población, cabe mencionar que la Unidad Educativa es de carácter
fiscal y está conformada por un equipo multidisciplinario que incluye autoridades, docentes y personal
administrativo. Los estudiantes participantes en la investigación tienen entre 11 y 13 años y residen
tanto en zonas urbanas como rurales, lo cual aportó diversidad al análisis. La delimitación de la
población se centró únicamente en los estudiantes del octavo año, por lo que se trató de una población
finita.
El proceso de selección de la muestra se realizó a través de un muestreo no probabilístico, siguiendo un
procedimiento estructurado que incluyó: la selección del nivel educativo (octavo año), la determinación
del aula específica a estudiar, la observación directa de las estrategias activas de aprendizaje
implementadas por el docente, el análisis de dichas estrategias y, finalmente, la aplicación del
cuestionario a los estudiantes.
Para el desarrollo del estudio se emplearon diversos métodos. El método inductivo permitió partir de la
observación de la realidad educativa para establecer la problemática relacionada con las estrategias de
aprendizaje. Por su parte, el método deductivo facilitó el análisis de la información bibliográfica y de
campo, a fin de generar conclusiones coherentes.

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Asimismo, se aplicó el método analítico, con el cual fue posible descomponer y examinar
detalladamente los datos obtenidos para interpretarlos correctamente.
En cuanto a las técnicas utilizadas, se aplicó la encuesta como principal herramienta de recolección de
información. Esta consistió en un cuestionario estructurado con ítems en escala de Likert, diseñado para
recoger de forma rápida y directa la percepción de los estudiantes respecto al uso de estrategias activas
de aprendizaje.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En este capítulo se presentan los resultados obtenidos mediante la aplicación de la encuesta a 45
estudiantes de octavo año de la Unidad Educativa de estudio, los cuales fueron analizados en función
del objetivo de la investigación. Se destacan a continuación las tablas más representativas para facilitar
la interpretación y discusión de los datos recabados.
1. Participación activa y colaboración en el aula
De acuerdo al 85% de los estudiantes manifiesta al menos una participación “regular” en actividades
de grupo, lo cual indica una tendencia positiva hacia la colaboración, aunque un 15% aún muestra
desinterés o baja participación, aspecto que podría mejorar con estrategias inclusivas (Tabla 1).
Tabla 1. Frecuencia con la que los estudiantes contribuyen activamente en actividades grupales.
Criterio Frecuencia % Porcentaje
Siempre 9 20
Casi siempre 13 29
Regularmente 16 36
Casi nunca 2 4
Nunca 5 11
Total 45 100
Nota. Elaborado por autores. Fuente: Encuesta aplica a los estudiantes de la Unidad Educativa.
2. Confianza para compartir ideas
En la Tabla 2 se observa que, un 72% indica sentirse cómodo compartiendo ideas con frecuencia, lo
cual refuerza un entorno de aprendizaje colaborativo. No obstante, existe un 11% que muestra barreras
comunicativas.

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Tabla 2. Comodidad al compartir ideas con el equipo
Criterio Frecuencia % Porcentaje
Siempre 7 16
Casi siempre 25 56
Regularmente 8 18
Casi nunca 5 11
Nunca 0 0
Total 45 100
Nota. Elaborado por autores. Fuente: Encuesta aplica a los estudiantes de la Unidad Educativa.
3. Motivación por el aprendizaje
Se observa en la Tabla 3 que el 100% de los estudiantes demuestra algún nivel de motivación por
aprender, con un 58% indicando un nivel alto. Este hallazgo es favorable para el desarrollo del
pensamiento crítico y la autorregulación.
Tabla 3. Motivación por adquirir nuevos conocimientos
Criterio Frecuencia % Porcentaje
Siempre 12 27
Casi siempre 14 31
Regularmente 19 42
Casi nunca 0 0
Nunca 0 0
Total 45 100
Nota. Elaborado por autores. Fuente: Encuesta aplica a los estudiantes de la Unidad Educativa.
4. Aplicación de conocimientos en contextos reales
En la Tabla 3 se observa que el 95% de los encuestados afirma aplicar conocimientos adquiridos, al
menos regularmente, en la resolución de problemas, lo que evidencia una sólida apropiación de los
contenidos académicos con miras a la transferencia del conocimiento.

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Tabla 3. Aplicación del conocimiento en resolución de problemas
Criterio Frecuencia % Porcentaje
Siempre 5 11
Casi siempre 29 64
Regularmente 9 20
Casi nunca 2 4
Nunca 0 0
Total 45 100
Nota. Elaborado por autores. Fuente: Encuesta aplica a los estudiantes de la Unidad Educativa.
5. Planificación y estrategias de estudio
Un 35% de los estudiantes presenta dificultades importantes para utilizar estrategias de estudio, lo que
representa una debilidad en su autonomía y organización del aprendizaje (Tabla 4). Es necesario
implementar acciones pedagógicas orientadas al desarrollo de habilidades metacognitivas.
Tabla 4. Uso de estrategias para estudiar y prepararse
Criterio Frecuencia % Porcentaje
Siempre 0 0
Casi siempre 3 7
Regularmente 26 58
Casi nunca 14 31
Nunca 2 4
Total 45 100
Nota. Elaborado por autores. Fuente: Encuesta aplica a los estudiantes de la Unidad Educativa.
6. Enfrentamiento de dificultades académicas
La mayoría de los estudiantes (53%) muestra una actitud de perseverancia ante los obstáculos del
aprendizaje, lo cual constituye una fortaleza para el desarrollo de la resiliencia académica. Sin embargo,
se deben atender los casos en los que esta actitud no es tan firme.

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Tabla 5. Facilidad con la que los estudiantes se rinden ante dificultades
Criterio Frecuencia % Porcentaje
Siempre 0 00
Casi siempre 2 4
Regularmente 19 42
Casi nunca 20 44
Nunca 4 9
Total 45 100
Nota. Elaborado por autores. Fuente: Encuesta aplica a los estudiantes de la Unidad Educativa.
DISCUSIÓN
Los hallazgos de la presente investigación evidencian que los estudiantes presentan niveles variados de
participación activa en el aula, así como un desarrollo moderado del pensamiento crítico, coincidiendo
parcialmente con lo planteado por autores como Ennis (2011), quien sostiene que el pensamiento crítico
implica habilidades como analizar, razonar, evaluar y tomar decisiones de forma reflexiva.
En relación con la participación activa, las Tablas 2, 3, 16 y 17 muestran que la mayoría de los
estudiantes manifiestan participar regularmente o casi siempre en las discusiones grupales y compartir
sus ideas. Por ejemplo, en la Tabla 3, el 56% indica que casi siempre se siente cómodo compartiendo
ideas, mientras que en la Tabla 16, un 36% dice que lo hace casi siempre, y un 42% lo hace
regularmente. Este patrón refleja un entorno de aprendizaje que, aunque fomenta la participación, aún
presenta áreas de mejora en cuanto a la promoción de la expresión espontánea y crítica.
Este comportamiento concuerda con lo señalado por Vygotsky (1978), quien argumenta que el
aprendizaje es un proceso social que se construye en la interacción con otros. El hecho de que los
estudiantes participen con regularidad sugiere que existe un contexto colaborativo que facilita el
aprendizaje social, pero la proporción relativamente baja de quienes siempre intervienen sugiere que no
todos los estudiantes se sienten plenamente incluidos o motivados.
Por otro lado, los indicadores relacionados con el pensamiento crítico revelan una tendencia hacia la
regularidad en el ejercicio de habilidades críticas y reflexivas.

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En la Tabla 4, un 62% de los estudiantes indica que regularmente realiza preguntas que van más allá
del contenido de clase, mientras que en la Tabla 5, el 67% afirma que sus respuestas regularmente
reflejan pensamiento profundo. Estas cifras revelan una presencia moderada del pensamiento crítico, lo
que coincide con lo propuesto por Facione (1990), quien destaca que el pensamiento crítico requiere
tanto disposición como habilidades cognitivas desarrolladas.
Asimismo, la Tabla 6 muestra que el 58% de los estudiantes reflexiona regularmente sobre su
aprendizaje, lo que evidencia cierto nivel de metacognición. Según Flavell (1979), la metacognición —
es decir, el conocimiento y control sobre los propios procesos cognitivos— es una dimensión esencial
del pensamiento crítico y del aprendizaje autorregulado. No obstante, la baja proporción de respuestas
"siempre" o "casi siempre" refleja la necesidad de fortalecer la capacidad reflexiva en los estudiantes.
En cuanto a la aplicación del conocimiento y su relación con el desempeño académico, se observa que
los estudiantes reconocen progresos en sus calificaciones (Tabla 18) y creen que pueden aplicar los
conocimientos en contextos distintos (Tabla 20). Un 49% afirma que casi siempre puede hacerlo, lo que
sugiere una comprensión funcional del conocimiento, aspecto que coincide con lo que Bloom (1956)
denomina como los niveles superiores de su taxonomía cognitiva: aplicación, análisis y síntesis.
Sin embargo, la Tabla 9 revela que solo el 9% casi siempre aplica lo aprendido a su vida diaria, y un
78% lo hace regularmente, lo cual podría interpretarse como una desconexión parcial entre el
aprendizaje escolar y la vida cotidiana. Esta desconexión podría deberse a una enseñanza centrada en
lo teórico más que en lo contextual y práctico, como señalan Freire (2005) y Perkins (1995), quienes
abogan por una pedagogía crítica y por el aprendizaje significativo que dote de sentido al conocimiento
en función de la realidad del estudiante.
Además, en cuanto a la gestión del aprendizaje (Tablas 10 y 11), los datos revelan una debilidad en la
planificación del tiempo y uso de estrategias de estudio. Solo un 7% indica que siempre planifica
efectivamente su tiempo, y ningún estudiante afirma siempre usar estrategias para estudiar. Esto
muestra una carencia en las habilidades de autorregulación, cruciales para el aprendizaje autónomo,
como afirman Zimmerman y Schunk (2011).

pág. 6479
Finalmente, el nivel de motivación académica (Tabla 14) es un aspecto positivo: el 100% de los
estudiantes indicó sentirse motivado con distintos niveles de frecuencia. La motivación es un
componente fundamental del pensamiento crítico y del aprendizaje activo, ya que impulsa la curiosidad,
el cuestionamiento y la resolución de problemas (Ryan & Deci, 2000).
CONCLUSIONES
Finalmente, de acuerdo a los datos obtenidos durante la investigación, se logra concluir acorde a los
objetivos específicos que:
De acuerdo al 62% de los estudiantes, ellos consideran que están aprendiendo efectivamente; lo cual
coincide con el 64% que también considera que su docente les enseña de manera efectiva, esto
demuestra a su vez que las estrategias activas de aprendizaje identificadas, permiten un mayor
compromiso y motivación para aprender por parte de los estudiantes, lo que al final les ayudan para
resolver problemas y tomar decisiones basadas en la comprensión de los conceptos aprendidos.
Al fundamentar las bases teóricas de las estrategias activas de aprendizaje, se logró determinar que estas
se basan en teorías pedagógicas que enfatizan la importancia de involucrar a los estudiantes de manera
activa y participativa, para alcanzar el aprendizaje en ellos, pues esto es un proceso de aprendizaje, así
también se fundamentó que el aprendizaje es un proceso constructivo y significativo que se desarrolla
a través de la interacción con el entorno y la reflexión sobre la experiencia.
Para ayudar a mejorar el rendimiento académico en los estudiantes, es importante fomentar la
participación activa y la colaboración entre los estudiantes de 8vo año de educación general básica, lo
cual es importante para aumentar su motivación y compromiso en el proceso de aprendizaje.
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