CISTOADENOMA MUCINOSO DE OVARIO,
REPORTE DE UN CASO Y REVISIÓN
DE LA LITERATURA
MUCINOUS CYSTOADENOMA OF OVARIUM, A CASE
REPORT AND LITERATURE REVIEW
Marcos Leonardo Matute Rivera
Universidad Tecnológica Indoamérica
Carlos Esteban Ochoa Vinueza
Universidad Tecnológica Indoamérica
Jhuleydi Cumanda Chuncho Romero
Universidad Espíritu Santo
Karen Julissa Manrique Veliz
Universidad Espíritu Santo
Jaime Raúl Sotamba Quezada
Universidad Internacional Iberoamericana

pág. 4409
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i3.18075
Cistoadenoma Mucinoso de Ovario, Reporte de un Caso y Revisión de la
Literatura
Marcos Leonardo Matute Rivera1
dr.leonardomatute@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-6867-0700
Postgradista de Cirugía Oncológica
Universidad Tecnológica Indoamérica
Carlos Esteban Ochoa Vinueza
carlosesteban91ochoa@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-5262-4468
Postgradista de Cirugía Oncológica
Universidad Tecnológica Indoamérica
Jhuleydi Cumanda Chuncho Romero
jhuleydi.chuncho@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-8476-7062
Posgradista de Ciruiga General
Universidad Espíritu Santo
Karen Julissa Manrique Veliz
kmv4689@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-5047-5993
Posgradista Cirugía General
Universidad Espíritu Santo
Jaime Raúl Sotamba Quezada
raulqueza333@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7646-5352
Doctorando de Salud Pública
Universidad Internacional Iberoamericana
RESUMEN
El cistadenoma mucinoso de ovario es una neoplasia epitelial clasificada dentro del Grupo II según la
Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), representando cerca del 15% de las
neoplasias ováricas. Su incidencia es mayor en mujeres de mediana edad, con predominio de lesiones
benignas o de potencial maligno limitado en aproximadamente el 85% de los casos. Clínicamente, su
diagnóstico diferencial frente a formas malignas resulta complejo, ya que carecen de síntomas
específicos, siendo la histopatología el único método definitivo. Estas neoplasias pueden alcanzar
tamaños considerables, denominándose quistes ováricos gigantes aquellos con diámetros superiores a
10 cm o pesos mayores a 11 kg, aunque son poco frecuentes en la práctica clínica actual. La presentación
clínica común incluye distensión abdominal, malestar general y síntomas derivados de la compresión
de órganos adyacentes. El diagnóstico se fundamenta en técnicas de imagen, destacando la tomografía
axial computarizada (TAC) y la evaluación de marcadores tumorales como CA-125. El manejo
quirúrgico, generalmente mediante laparotomía y escisión completa, debe ser cuidadosamente
planificado considerando factores como edad, fertilidad, estado nutricional y recursos disponibles. Este
reporte de caso describe la intervención exitosa de una paciente con cistadenoma mucinoso gigante,
enfatizando la importancia de un abordaje multidisciplinario para optimizar resultados clínicos.
Palabras clave: tumor ovárico, cistoadenoma mucinoso, laparotomía exploratoria en patología ovárica,
exéresis de masa tumoral
1 Autor principal
Correspondencia: dr.leonardomatute@gmail.com

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Mucinous Cystoadenoma of Ovarium, a Case Report and
Literature Review
ABSTRACT
Mucinous ovarian cystadenoma is an epithelial neoplasm classified as Group II according to the
International Federation of Gynecology and Obstetrics (FIGO), representing approximately 15% of
ovarian neoplasms. Its incidence is higher in middle-aged women, with a predominance of benign
lesions or lesions with limited malignant potential in approximately 85% of cases. Clinically, its
differential diagnosis from malignant forms is complex, as they lack specific symptoms, with
histopathology being the only definitive method. These neoplasms can reach considerable sizes, with
those with diameters greater than 10 cm or weighing more than 11 kg being called giant ovarian cysts,
although they are rare in current clinical practice. The common clinical presentation includes abdominal
distension, malaise, and symptoms resulting from compression of adjacent organs. Diagnosis is based
on imaging techniques, particularly computed tomography (CT) and evaluation of tumor markers such
as CA-125. Surgical management, usually involving laparotomy and complete excision, must be
carefully planned, taking into account factors such as age, fertility, nutritional status, and available
resources. This case report describes the successful intervention of a patient with a giant mucinous
cystadenoma, emphasizing the importance of a multidisciplinary approach to optimize clinical
outcomes.
Keywords: ovarian tumor, mucinous cystadenoma, exploratory laparotomy in ovarian pathology,
excision of tumor mass
Artículo recibido 15 mayo 2025
Aceptado para publicación: 17 junio 2025

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INTRODUCCIÓN
El cistadenoma mucinoso es una neoplasia epitelial clasificada dentro del Grupo II, según los criterios
de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO). Representa aproximadamente el
15% de todos los tumores ováricos. Su presentación clínica es más frecuente en mujeres de mediana
edad, siendo poco habitual su aparición en etapas previas a la pubertad o posteriores a la menopausia.
En alrededor del 85% de los casos, estas lesiones son de comportamiento benigno o de potencial
maligno limitado. Clínicamente, no se identifican signos o síntomas específicos que permitan
diferenciar estas formas de su contraparte maligna, siendo el estudio histopatológico el único método
diagnóstico definitivo (1) (2) (3) (4) (5) (6)
El cistadenoma seroso presenta un rango de tamaño variable, que puede oscilar desde 1 cm hasta superar
los 30 cm en su diámetro máximo. Macroscópicamente, se caracteriza por una superficie externa lisa y
por la presencia de una o múltiples cavidades quísticas de paredes delgadas, las cuales contienen un
líquido seroso claro. Habitualmente, estas neoplasias son uniloculares; sin embargo, en algunos casos
pueden presentar una disposición multilocular (7). La definición de quiste ovárico gigante se basa en
criterios que consideran el peso, el tamaño y los hallazgos en la exploración clínica y radiológica. De
acuerdo con González y colaboradores, diversos autores establecen como punto de corte un peso
superior a 11,3 kg, mientras que otros consideran el umbral en 12 kg, e incluso algunos lo sitúan por
encima de 20 kg. Desde la perspectiva clínica, se describen como aquellos quistes que sobrepasan el
nivel umbilical en altura. Asimismo, se acepta que los quistes ováricos con un diámetro mayor a 10 cm
pueden clasificarse como gigantes; no obstante, este tipo de presentaciones constituyen hallazgos
infrecuentes en la práctica clínica contemporánea (8).
Generalmente, los síntomas asociados comprenden malestar general, distensión abdominal secundaria
al crecimiento progresivo de la masa tumoral, así como manifestaciones gastrointestinales inespecíficas,
tales como náuseas, dispepsia y sensación de saciedad precoz. Con menor frecuencia, pueden
presentarse síntomas urinarios o episodios de metrorragia. El diagnóstico se fundamenta principalmente
en estudios de imagen, siendo la ecografía y la tomografía axial computarizada (TAC) las herramientas
más utilizadas para la caracterización de estas lesiones (9), marcadores tumorales CA 125 y CA 19,9
(10) y anatomía patológica.

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El propósito de este reporte es describir el caso de una paciente sometida a intervención quirúrgica por
un cistadenoma mucinoso gigante de ovario, entidad que en la actualidad se considera de presentación
poco frecuente, atribuible al avance de las técnicas quirúrgicas y a la disponibilidad de métodos
diagnósticos de alta precisión.
REPORTE DE CASO
Paciente: Femenina, 54 años de edad, ama de casa, no fumadora, con antecedente médico de
hipertensión arterial en tratamiento con antagonistas del receptor de angiotensina II (ARA-II).
Antecedentes gineco-obstétricos
▪ Menarquia a los 13 años, inicio de vida sexual a los 16 años, tres partos vaginales, sin cesáreas ni
abortos, todos los hijos vivos.
▪ Menopausia a los 50 años.
▪ Última citología cervical realizada hace cinco años con resultado negativo para lesión intraepitelial
o malignidad.
Motivo de consulta
La paciente consultó por cuadro clínico de seis meses de evolución, caracterizado por masa abdominal
de crecimiento lento, acompañado de pérdida de peso no cuantificada e hiperexia progresiva. Negó
sangrado transvaginal u otros síntomas ginecológicos asociados.
Evaluación diagnóstica
Se realizó tomografía computarizada (TAC) de abdomen y pelvis, la cual evidenció una gran masa
quística compleja, isodensa, con atenuación de 16 unidades Hounsfield (UH), de probable origen
anexial derecho, con extensión hacia el epigastrio. Se observaron además vegetaciones y calcificaciones
internas. Las dimensiones aproximadas fueron de 27 × 18 × 24 cm, con volumen estimado en 6000 cc,
provocando desplazamiento y compresión de estructuras anatómicas adyacentes. El marcador tumoral
CA-125 se reportó en 45 U/mL (valor de referencia <35 U/mL). Debido a estas características, se
decidió la resolución quirúrgica.
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Figura 1. TAC de abdomen y pelvis simple
Evidencia Utero en anteversión de bordes regulares, no miomas se aprecia masa quistica compleja,
isodensa atenuación 16 UH, posible origen anexial derecho con crecimiento hacia epigastrio, en su
interior presenta vegetaciones y calcificaciones, las medidas aproximadas son 27x18x24cm con un
volumen de +/- 6000cc, lo que provoca desplazamiento y compresión de las estructuras anatomicas
adyacentes.
Intervención quirúrgica
Se realizó laparotomía exploradora con los siguientes hallazgos intraoperatorios: 200 mL de líquido
seroso libre en el fondo de saco y una masa ovárica izquierda de gran tamaño, con dimensiones
aproximadas de 30 × 25 × 15 cm y peso de 13 kg. No se observaron signos de diseminación tumoral en
la cavidad abdominal. Se llevó a cabo histerectomía abdominal total con anexectomía sin necesidad de
colocación de drenajes.
El tiempo quirúrgico fue de 120 minutos.
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Figura 2: imagen de lesión quística gigante abordad por laparotomía exploradora .
La paciente evolucionó satisfactoriamente en el postoperatorio, retirándose la sonda vesical a las 15
horas y siendo dada de alta a las 48 horas en sala general.
Resultados de anatomía patológica: El estudio histopatológico informó una masa de ovario izquierdo
de 30 × 25 × 15 cm, con alteraciones histomorfológicas compatibles con cistoadenoma mucinoso de
ovario. El estroma ovárico izquierdo presentó congestión vascular. El cérvix mostró metaplasia
escamosa sin signos de malignidad.
DISCUSIÓN
Los cistadenomas mucinosos de ovario representan aproximadamente entre el 10% y el 15% de todas
las neoplasias ováricas. Dentro de este grupo, la variante benigna corresponde al 80% de los tumores
mucinosos, mientras que alrededor del 10% presenta comportamiento maligno y el porcentaje restante
corresponde a tumores de potencial maligno limitado.

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Una característica distintiva de estas neoplasias es su capacidad para alcanzar tamaños considerables, y
se ha observado que, a medida que aumenta su volumen, se incrementa proporcionalmente el riesgo de
transformación maligna (11). Afectan generalmente a mujeres entre la segunda y cuarta década de la
vida en concordancia con la paciente intervenida en este caso clinico.
De acuerdo con Fernández y Rodríguez, los tumores ováricos de gran tamaño se manifiestan
predominantemente a través de síntomas atribuibles a la compresión de estructuras pertenecientes al
sistema genitourinario o al aparato respiratorio. Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes se
incluyen dolor abdominal de carácter inespecífico, sensación de saciedad precoz, náuseas, vómitos,
retención urinaria y, en algunos casos, disnea (12) sintomas que se instauran inicialmente en el presente
caso de estudio.
Las técnicas de imagen, como la tomografía axial computarizada (TAC) de abdomen, desempeñan un
papel clave en la caracterización inicial de las masas ováricas, permitiendo evaluar aspectos como la
densidad, la cual puede ser quística, sólida o presentar características mixtas con áreas multinodulares.
En este contexto, la evaluación radiológica constituye una herramienta fundamental para el diagnóstico
y el abordaje terapéutico de las neoplasias ováricas. La TAC abdominal, con una sensibilidad
aproximada del 83%, permitió en este caso identificar una tumoración de gran tamaño con múltiples
áreas de diferente densidad en su interior. Complementariamente, se solicitaron marcadores tumorales,
destacando entre ellos el antígeno CA-125, el cual es ampliamente empleado tanto en el diagnóstico
como en el seguimiento de pacientes con cáncer de ovario (13), no obstante, es también muy sensible
ante quistes, miomas y tumores benignos ováricos, siendo esta la razon por la cual describimos el valor
en este caso.
Existen diversos factores que deben ser considerados en la planificación quirúrgica, tales como la edad
de la paciente, el deseo de preservar la fertilidad, el estado nutricional, la disponibilidad de recursos
médicos y la experiencia del equipo quirúrgico. Es fundamental llevar a cabo una planificación
meticulosa con el objetivo de optimizar los resultados clínicos, siendo recomendable un abordaje
multidisciplinario que contemple la participación coordinada de ginecólogos, oncocirujanos,
anestesiólogos, intensivistas y nutricionistas, tanto en el periodo preoperatorio como en el posoperatorio
(14).

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La laparotomía y la escisión total son tradicionalmente el manejo de este tipo de tumores, aunque
se han reportado casos en los cuales se realiza drenaje y aspiración del contenido (15). González
y colaboradores señalan que el abordaje terapéutico de los cistadenomas serosos de ovario debe basarse
en la sintomatología, el tamaño tumoral, la edad de la paciente, su historial clínico y el estado
menopáusico. De manera similar, Delgado et al. recomiendan un diagnóstico precoz mediante estudios
de imagen, especialmente tomografía axial computarizada (TAC), y plantean la indicación de cirugía
mediante laparotomía cuando las dimensiones de la lesión lo requieran (16).
CONCLUSION
En conclusión, los cistadenomas mucinosos representan una proporción significativa de las neoplasias
ováricas y se caracterizan por su potencial de alcanzar grandes dimensiones, lo que incrementa el riesgo
de malignización. La ausencia de signos clínicos específicos que permitan distinguirlos de sus formas
malignas subraya la importancia del diagnóstico histopatológico como método definitivo. La
presentación clínica suele incluir síntomas inespecíficos relacionados con la compresión de órganos
adyacentes, lo que junto con el uso de técnicas de imagen avanzadas, principalmente la tomografía axial
computarizada, facilita la caracterización y planificación adecuada del manejo quirúrgico.
Por otro lado, la complejidad en el tratamiento de estos tumores requiere una evaluación integral que
considere factores como la edad, el estado reproductivo, el estado nutricional y la disponibilidad de
recursos médicos, junto con la experiencia del equipo quirúrgico. La laparotomía con escisión completa
continúa siendo el estándar terapéutico en casos de tumores de gran tamaño, mientras que el abordaje
multidisciplinario en las fases pre y postoperatorias contribuye a optimizar la recuperación y los
resultados clínicos. Este reporte de caso resalta la importancia de mantener un alto índice de sospecha
y realizar un seguimiento riguroso para asegurar el manejo oportuno y efectivo de estas neoplasias.
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