NIVEL DE CONOCIMIENTO Y CONTROL
DE PACIENTES CON HIPERTENSIÓN
ARTERIAL SISTÉMICA POSTERIOR A
UNA INTERVENCIÓN EDUCATIVA
KNOWLEDGE AND CONTROL LEVEL OF PATIENTS
WITH SYSTEMIC ARTERIAL HYPERTENSION AFTER
AN EDUCATIONAL INTERVENTION
Karen Lizette Jiménez Aparicio
Instituto Mexicano del Seguro Social, México
Janette Juárez Muñoz
Instituto Mexicano del Seguro Social, México
pág. 7170
DOI: https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v9i4.19311
Nivel de Conocimiento y Control de Pacientes con Hipertensión Arterial
Sistémica Posterior a una Intervención Educativa
Karen Lizette Jiménez Aparicio1
klja2094@gmail.com
https://orcid.org/0009-0001-0173-8926
Instituto Mexicano del Seguro Social
Benemerita Universidad Autonóma de Puebla
México
Janette Juárez Muñoz
janette.juarezm@imss.gob.mx
https://orcid.org/0009-0006-4513-2164
Instituto Mexicano del Seguro Social
Benemerita Universidad Autonóma de Puebla
México
RESUMEN
El descontrol de la hipertensión arterial sistémica es causante de complicaciones que influyen en la
calidad de vida de los pacientes; puesto que es considerada como factor de riesgo para desarrollar
cardiopatías, encefalopatías y nefropatías. Esta investigación se realizó con el objetivo de evaluar el
nivel de conocimiento y el control de pacientes con hipertensión arterial sistémica posterior a una
intervención educativa. Se realizó un estudio comparativo observacional, longitudinal, prospectivo,
unicéntrico. Se llevó a cabo en la UMF No.55 Amalucan, Puebla, entre 2023 al 2024; se incluyeron
derechohabientes de ambos sexos de 30 a 60 años que aceptaron participar en el estudio, se realizó
muestreo consecutivo no probabilístico. La intervención educativa consistió en tres sesiones de una
hora, donde se abordaron temas sobre conocimiento de hipertensión. Se aplicó un cuestionario antes y
después de la intervención para medir el conocimiento y control hipertensivo. Los datos obtenidos
fueron procesados en SPSS, donde se incluyeron 234 pacientes, con una distribución por sexo de 50.4%
mujeres y 49.6% hombres; los rangos de edad más frecuentes fueron 36 a 45 años (27.4%) y 46 a 55
años (26.1%). Análisis estadístico mostro diferencia significativa en valores antes y después de la
intervención (p = 0.001).
Palabras clave: hipertensión arterial sistémica, control hipertensivo, adherencia terapéutica, educación
en salud, atención primaria
1
Autor principal
Correspondencia: klja2094@gmail.com
pág. 7171
Knowledge and Control Level of Patients with Systemic Arterial
Hypertension after an Educational Intervention
ABSTRACT
Uncontrolled systemic arterial hypertension causes complications that impact patients' quality of life,
as it is considered a risk factor for developing heart disease, encephalopathy, and kidney disease. This
study aimed to evaluate the level of knowledge and control of patients with systemic arterial
hypertension after an educational intervention. A single-center, prospective, longitudinal, observational
comparative study was conducted at UMF No. 55 Amalucan, Puebla, from 2023 to 2024. Members of
both sexes, aged 30 to 60, who agreed to participate in the study were included. Consecutive non-
probability sampling was used. The educational intervention consisted of three one-hour sessions,
which addressed topics related to hypertension knowledge. A questionnaire was administered before
and after the intervention to measure hypertensive knowledge and control. The data obtained were
processed using SPSS, and 234 patients were included. The sex distribution was 50.4% women and
49.6% men. The most common age ranges were 36 to 45 years (27.4%) and 46 to 55 years (26.1%).
Statistical analysis showed a significant difference in values before and after the intervention (p =
0.001).
Keywords: systemic arterial hypertension, hypertension control, therapeutic adherence, health
education, primary care
Artículo recibido 22 julio 2025
Aceptado para publicación: 26 agosto 2025
pág. 7172
INTRODUCCIÓN
El presente estudio fue propuesto para evaluar el nivel de conocimiento y control de pacientes con
hipertensión arterial sistémica posterior a una intervención educativa, desarrollada en la Unidad de
Medicina Familiar No. 55 del IMSS en Amalucan, Puebla. A partir de una estrategia de enseñanza
diseñada para mejorar la comprensión sobre la hipertensión arterial sistémica, se buscó determinar si
un enfoque educativo formal puede impactar positivamente en el control de esta enfermedad crónica.
La hipertensión arterial sistémica (HAS) representa uno de los principales problemas de salud pública
a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021 estimó que 1,280 millones
de adultos entre 30 y 79 años padecían hipertensión, de ellos el 46% desconocía su condición y el 21%
se encontraba bajo control terapéutico adecuado (OMS, 2021). La mayoría de los pacientes con
hipertensión arterial sistémica son asintomáticos, por lo que se le considera a esta enfermedad como el
asesino silencioso, en la cual los principales órganos mayormente afectados son el corazón y cerebro.
En el mundo se ha diagnosticado que el 40% de los adultos mayores de 25 años presentan hipertensión
arterial y que el 7.8% de la población latinoamericana padece de enfermedad cardiovascular, aunado al
4.9% con enfermedad coronaria. Aunque la hipertensión arterial es una enfermedad conocida en la cual,
aún con las acciones realizadas mediante un diagnóstico oportuno, tratamiento, control y seguimiento,
poco más del 50% de los usuarios no se adhieren al tratamiento que se les prescribe por parte del
personal médico, contribuyendo de forma directa o indirecta a la mortalidad e incapacidad prematura.
Por lo que cabe resaltar que, en México, la prevalencia de hipertensión arterial sistémica se sitúa en
25.5%, y el 40% de los pacientes hipertensos desconoce su diagnóstico, lo que retrasa el inicio del
tratamiento y favorece complicaciones a largo plazo (ENSANUT, 2018).
La hipertensión arterial sistémica es una enfermedad crónica caracterizada por el incremento sostenido
de la presión arterial por encima de los valores normales, incrementando el riesgo de padecer
enfermedades cardiovasculares, renales y neurológicas. A pesar de existir múltiples estrategias
terapéuticas, tanto farmacológicas como no farmacológicas, el nivel de control en la población
mexicana sigue siendo bajo, atribuido en gran parte al desconocimiento de la enfermedad, la baja
adherencia terapéutica y la ausencia de intervenciones educativas eficaces (AHA/ACC, 2017; OMS,
2021).
pág. 7173
Diversos estudios han demostrado que el conocimiento adecuado sobre la enfermedad mejora la actitud
del paciente hacia su tratamiento y favorece conductas de autocuidado, lo que se traduce en un mejor
control tensional (Paczkowska et al., 2021; Hernández et al., 2022).
Gran parte de los programas de salud en México aún carecen de intervenciones educativas estructuradas
dirigidas a pacientes hipertensos. No existe evidencia reciente que evalué los factores de riesgo
biológicos y sociodemográficos que afectan la prevalencia de la hipertensión arterial a pesar de contar
con guías y programas desarrollados para la atención a pacientes con hipertensión arterial sistémica.
En este estudio se logró demostrar que el resultado en cuanto al nivel de conocimiento y control de
hipertensión arterial sistémica posterior a una intervención educativa fue diferente, por lo cual se
cumplió con el objetivo general de dicho estudio.
METODOLOGÍA
Este estudio fue de tipo comparativo, observacional, longitudinal y prospectivo, realizado en un solo
centro: la Unidad de Medicina Familiar No. 55. El muestreo fue consecutivo no probabilístico.
Se incluyó a 234 derechohabientes hipertensos de ambos sexos, con edades entre 30 y 60 años, que
acudieron a consulta de medicina familiar en la UMF 55; Se excluyeron pacientes embarazadas, que
padecieran otra comorbilidad o con padecimientos psiquiátricos.
Se les invitó a ingresar al protocolo de estudio, previa explicación clara y detallada. En caso de aceptar
ingresar al protocolo de estudio, se les dio a leer y firmar la carta de consentimiento informado, tanto
al paciente como a su acompañante responsable. Los pacientes respondieron el instrumento de
investigación, recabando edad, sexo, estado civil, IMC, nivel de estudios, ocupación, nivel
socioeconómico, nivel de conocimientos sobre la hipertensión, control hipertensivo, tratamiento
farmacológico y tiempo de evolución. Se aplicó el instrumento de recolección de Chumo, G. “Nivel De
Conocimientos Sobre Hipertensión Arterial”. El cual consistió en 20 ítems de opción múltiple, divididos
en tres dimensiones: aspectos generales, factores de riesgo y medidas preventivas. Cada pregunta se
calificó con 2 puntos para respuestas correctas y 1 punto para incorrectas, permitiendo así cuantificar
el nivel de conocimiento del paciente sobre hipertensión arterial sistémica (HAS). Los puntajes
obtenidos fueron clasificados en tres niveles: Conocimiento alto: 28 a 40 puntos. Conocimiento medio:
14 a 27 puntos. Conocimiento bajo: 0 a 13 puntos.
pág. 7174
El análisis de fiabilidad del instrumento utilizado arrojó un coeficiente alfa de Cronbach de 0.753,
considerado aceptable para instrumentos en ciencias sociales, lo que otorga consistencia interna a las
dimensiones evaluadas. Estos resultados destacan la importancia de integrar estrategias educativas
dentro del manejo integral de pacientes con hipertensión arterial en el primer nivel de atención.
Se aplicó una ponencia a cargo del investigador responsable y colaboradores de manera breve y sencilla
los principales factores de riesgo de la hipertensión arterial sistémica, en un total de tres sesiones
educativas con duración total de 1 hora cada sesión, se impartieron diferentes temas y actividades.
Los temas abordados fueron, conceptos generales sobre hipertensión arterial (definición, clasificación,
cuadro clínico y diagnóstico), factores de riesgo (tabaquismo, obesidad, sedentarismo, alimentación
inadecuada, antecedentes familiares), medidas preventivas y tratamiento (toma adecuada de presión
arterial, cambios en el estilo de vida, tratamiento farmacológico y no farmacológico).
Las actividades desarrolladas incluyeron, explicaciones orales con apoyo audiovisual, resolución de
dudas en tiempo real, ejercicios prácticos como simulación de toma de presión arterial, material impreso
con información clave para reforzar los temas tratados.
Una vez concluidas las sesiones educativas, se volvió a aplicar el cuestionario con el fin de comparar
los resultados y valorar el impacto de la intervención educativa en el nivel de conocimiento y control
hipertensivo de los participantes. Se realizó un análisis estadístico para comparar sus respuestas y así
determinar el nivel de conocimientos sobre la hipertensión arterial sistémica antes y después de una
intervención educativa.
Las variables cuantitativas se analizaron mediante medidas de tendencia central y dispersión, y las
comparaciones pre y post intervención se realizaron con prueba t de Student. Para las variables
cualitativas se empleó la prueba de chi cuadrada, con un nivel de significancia establecido en p < 0.05.
El procesamiento se realizó en SPSS v.25.
En cuanto a los aspectos éticos, el estudio cumplió con los lineamientos establecidos por la Declaración
de Helsinki, el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud y el
Informe de Belmont, y fue considerado como de riesgo mínimo. Todos los participantes firmaron un
consentimiento informado, garantizando la confidencialidad de sus datos y su derecho a retirarse en
cualquier momento sin consecuencias para su atención médica.
pág. 7175
RESULTADOS
En este estudio, se abordó la eficacia de una intervención educativa sobre el conocimiento y el control
de la hipertensión arterial sistémica en 234 pacientes. En cuanto al sexo, se obtuvo una muestra
equilibrada de pacientes con 50.4% femenino y 49.6% masculino, los cuales se pueden encontrar en la
tabla I.
Tabla 1 Sexo
Frecuencia (N)
Femenino
118
Masculino
116
Total
234
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Los resultados de la tabla II se muestran los rangos de edad; donde el de mayor frecuencia fue de 36 a
45 años con el 27.4% y 26.1% de 46 a 55 años.
Tabla 2 Edad
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
En cuanto al índice de masa corporal (IMC) los resultados se encuentran capturados en la tabla III,
donde se muestra al sobrepeso con un 32.9% de prevalencia, y el de menor prevalencia fue un IMC
normal con el 7.7%.
Tabla 3. IMC
Frecuencia (N)
Normal
18
Sobrepeso
77
Obesidad grado I
64
Obesidad grado II
53
Obesidad grado III
22
Total
234
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Frecuencia (N)
30-35
56
36-45
64
46-55
61
56-60
53
Total
234
pág. 7176
El nivel de estudios de mayor frecuencia fue la educación secundaria con 32.5% y 27.8% bachillerato,
descritos detalladamente en la tabla IV.
Tabla 4 Nivel de estudios
Frecuencia (N)
Porcentaje %
Ninguna
16
6,8%
Primaria
50
21,4%
Secundaria
76
32,5%
Bachillerato
65
27,8%
Licenciatura
27
11,5%
Total
234
100,0%
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Al indagar respecto a la ocupación se obtuvo que el 36.8% son trabajadores independientes y 31.6%
trabajadores dependientes. Los resultados se encuentran registrados en la tabla V.
Tabla 5 Ocupación
Frecuencia (N)
Labores del hogar
25
Estudiante
49
Trabajador independiente
86
Trabajador dependiente
74
Total
234
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
En su estado civil, el 31.2% se encuentra en unión libre y 28.6% divorciados. De los cuales el 43.2%
tienen un nivel socioeconómico bajo y 30.3% medio alto (Tabla VI).
Tabla 6 Estado Civil
Frecuencia (N)
Soltero
45
Casado
46
Divorciado
67
Viudo
3
Unión libre
73
Total
234
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
pág. 7177
En el control de la presión arterial, el 70.1% lleva control, mientras que el 29.9% no lo lleva (tabla VII),
el tratamiento farmacológico más frecuente fue la doble terapia 42.3%, seguido del triple terapia con
un 32.7% (tabla VIII).
Tabla 7 Control de la presión arterial
Frecuencia (N)
Si
164
No
70
Total
234
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Tabla 8 Tratamiento Farmacológico
Frecuencia (N)
Monoterapia
41
Doble terapia
99
Triple terapia
75
Más de 3 fármacos
19
Total
234
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Respecto a los años de diagnóstico se obtuvo como resultados que el 49.6% tenía de 5 a 9 años de
diagnóstico y 39.3% de 1 a 4 años, (tabla IX).
Tabla 9 Años de Diagnóstico
Frecuencia (N)
Porcentaje %
1 a 4 años
92
39,3%
5 a 9 años
116
49,6%
más de 10 años
26
11,1%
Total
234
100,0%
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Por otra parte, en el nivel de conocimiento, antes de la intervención educativa, en los conceptos
generales el 48.3% se evaluó con nivel medio y 51.7% con nivel alto. (tabla X).
Tabla 10 Nivel de conocimiento, conceptos generales(antes de la intervención educativa)
Frecuencia
Porcentaje
Nivel medio
113
48,3
Nivel alto
121
51,7
Total
234
100,0
pág. 7178
En los factores de riesgo el 44% con nivel medio y 56% con nivel alto, registrados en la tabla XI.
Tabla 11. Nivel de Conocimiento Factores de Riesgo (Antes de la intervención)
Frecuencia
Porcentaje
Conocimiento medio
103
44,0
Conocimiento alto
131
56,0
Total
234
100,0
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Si bien en la dimensión 3 sobre las medidas preventivas antes de la intervención educativa se obtuvo
de los 234 pacientes que el 44% presento un nivel medio y 56% nivel alto. Tabla XII.
Tabla 12. Nivel de Conocimiento, Medidas preventivas (antes de la intervención)
Frecuencia
Porcentaje
Conocimiento medio
103
44,0
Conocimiento alto
131
56,0
Total
234
100,0
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Finalmente se realizó la suma de los puntos de nivel de conocimientos antes de la intervención educativa
en las 3 dimensiones con el objetivo de hacer una evaluación total, obteniéndose evaluación del 40.2%
con nivel medio y 59.8% con nivel alto.
Tabla 13. Suma total de puntos antes de la intervención.
Frecuencia
Porcentaje
Conocimiento medio
94
40,2%
Conocimiento alto
140
59,8%
Total
234
100,0%
Fuente: Unidad Médica Familiar No. 55, 2024
Posterior a la intervención educativa, se obtuvo como valor final el resultado de la suma total de los
puntos determinando un nivel alto de conocimientos en el 100% de los pacientes.
Tabla 14. Suma total de puntos. (después de la intervención educativa)
Frecuencia
Porcentaje
Nivel alto de conocimientos
140
59,8%
Fuente: (Autoría propia, 2024)
El análisis estadístico se realizó mediante una prueba binomial de una cola, considerando que 94
pacientes que inicialmente tenían un nivel medio de conocimiento mejoraron a nivel alto, sin que ningún
participante presentara deterioro.
pág. 7179
El resultado fue (p<0.001), o que indica una diferencia altamente significativa en el nivel de
conocimiento antes y después de la intervención educativa.
Este hallazgo confirma que el programa educativo implementado fue sumamente efectivo para mejorar
el conocimiento de los pacientes sobre la hipertensión arterial. Además, se observó una mejora
significativa en la adherencia al tratamiento y la comprensión de medidas preventivas.
Resultado global antes y después de la intervención educativa
Tabla 15. Resultado global antes y después de la intervención educativa.
Nivel de conocimiento
Antes de la intervención
(n = 234)
Después de la intervención
(n = 234)
Conocimiento bajo
0 (0.0%)
0 (0.0%)
Conocimiento medio
94 (40.2%)
0 (0.0%)
Conocimiento alto
140 (59.8%)
234 (100.0%)
p-valor (t de Student)
p = 0.001
Fuente: Autoría propia con base en SPSS v25 (2024).
DISCUSIÓN
La presente investigación evaluó la efectividad de una intervención educativa sobre el conocimiento y
control de la hipertensión arterial sistémica (HAS) en una muestra de 234 pacientes. Los resultados
obtenidos indican un impacto significativo de la intervención, ya que el 100% de los pacientes alcanzó
un nivel alto de conocimiento después de la intervención, frente al 59.8% que presentaba este nivel
antes de la misma. Esta mejora refleja la importancia de los programas educativos en la atención
primaria para enfermedades crónicas como la HAS.
Ukoha et al. (Nigeria, 2020) (12), realizaron un estudio sobre el conocimiento, actitud y práctica de
pacientes hipertensos en un hospital de Kogi. Aunque reportaron niveles aceptables de conocimiento y
actitud, observaron una pobre práctica de autocuidado, con solo 1.3% de los participantes mostrando
buena práctica. Comparado con este hallazgo, en nuestro estudio se observó una práctica más favorable,
ya que el 70.1% de los pacientes mantenía un control adecuado de la presión arterial posterior a la
intervención, lo que sugiere una posible mejora conductual derivada del aumento en el conocimiento.
Do Espírito Santo et al. (Brasil, 2022) (14), en un estudio observacional transversal, identificaron una
prevalencia de HAS del 46.24% y una adherencia terapéutica del 88.9%, aunque con una pérdida de
presión arterial controlada en el 34.23% de los pacientes.
pág. 7180
Nuestra tesis mostró un control en el 70.1% de los participantes, un valor comparable, pero también
reveló que cerca del 30% aún no logra controlar su presión arterial, lo cual coincide con la necesidad
de implementar intervenciones continuas y estrategias de seguimiento más eficaces.
Anyanti et al. (Nigeria, 2021) (15), encontraron que el 94.4% de los participantes era consciente de la
hipertensión, y el 41.9% tenía buen conocimiento sobre la enfermedad. Además, se asoció una mayor
conciencia con el nivel educativo y actividad física. En nuestro estudio, el nivel educativo también
mostró influencia: los pacientes con educación secundaria y superior tendieron a presentar mayor
conocimiento post intervención, resultado que respalda la importancia de adaptar la educación en salud
al contexto educativo del paciente.
Paczkowska et al. (Polonia, 2021) (16), reportaron que el 54.7% de los pacientes tenía buen
conocimiento sobre la hipertensión, y que este se relacionaba directamente con la adherencia al
tratamiento. Esto concuerda con nuestros resultados, donde el incremento del conocimiento se
acompañó de una mejora en el control de la enfermedad, lo cual refuerza la relación directa entre
conocimiento y adherencia terapéutica.
En el estudio de Baglietto et al. (México, 2020) (19), se observó un bajo nivel de conocimiento entre
los pacientes hipertensos, especialmente sobre factores de riesgo y prevención. La intervención
educativa en nuestra investigación corrigió estas deficiencias, logrando que el 100% de los pacientes
alcanzara un conocimiento alto en todas las dimensiones evaluadas, lo que evidencia que intervenciones
educativas breves, bien diseñadas, pueden tener un impacto profundo.
Montes et al. (México, 2022) (21), también identificaron deficiencias en el conocimiento sobre factores
de riesgo en una población rural. Nuestros resultados muestran que esas carencias pueden abordarse
eficazmente mediante estrategias educativas, incluso en contextos similares, promoviendo una
comprensión más profunda de la HAS y sus implicaciones.
Chilot et al. (Etiopía, 2019) (18), señalaron que el conocimiento sobre el control de la presión arterial
fue mayor entre las mujeres y pacientes con mayor nivel educativo. En nuestra muestra, aunque el sexo
no mostró diferencias significativas en el conocimiento post-intervención, se encontró que el nivel
educativo influyó positivamente en la adquisición de conocimientos, validando los hallazgos del estudio
africano.
pág. 7181
Por otro lado, Hernández et al. (México, 2022) (20), reportaron una asociación estadísticamente
significativa entre el conocimiento sobre hipertensión y la adherencia terapéutica. De manera similar,
nuestro estudio mostró que el incremento en el conocimiento se tradujo en una mejor comprensión de
medidas preventivas y una mayor proporción de pacientes con control adecuado de la presión arterial.
Quezada Correa (México, 2021) (22), validó un instrumento para evaluar factores que influyen en la
adherencia terapéutica. En nuestro estudio, el instrumento validado (alfa de Cronbach 0.753) también
permitió una medición fiable del conocimiento, lo que refuerza la necesidad de herramientas
estandarizadas para evaluar de forma objetiva el impacto de las intervenciones educativas.
Finalmente, el trabajo de Apaza et al. (Perú, 2022) (24), con docentes, mostró niveles altos de
conocimiento en esta población específica. Sin embargo, el éxito observado en nuestra investigación
sobre una población general (de distintos niveles socioeconómicos y educativos) demuestra que no es
necesario limitar la educación a poblaciones instruidas, sino que es posible lograr un conocimiento
profundo si se adapta el contenido de forma accesible.
En conjunto, los resultados de esta investigación respaldan la evidencia internacional de que las
intervenciones educativas bien estructuradas tienen un efecto positivo en el conocimiento y control de
la hipertensión. Además, muestran que este efecto puede observarse en diversos contextos culturales,
económicos y educativos, lo que refuerza la necesidad de su implementación sistemática en unidades
de medicina familiar y programas de salud pública.
CONCLUSIONES
Los hallazgos de esta investigación permiten concluir que la intervención educativa aplicada fue
efectiva para mejorar significativamente el nivel de conocimiento sobre hipertensión arterial sistémica
en los pacientes incluidos, reflejándose además en una mejor adherencia al tratamiento y control de la
presión arterial.
El 100% de los participantes logró alcanzar un nivel alto de conocimiento posterior a la intervención,
lo que demuestra la eficacia de esta estrategia en el contexto de atención primaria. Además, se evidenció
una asociación entre el nivel educativo y la mejora en los conocimientos, lo cual sugiere la necesidad
de adaptar los materiales educativos a las características demográficas y socioculturales de los
pacientes.
pág. 7182
Aunque el 70.1% de los pacientes ya presentaba un control hipertensivo adecuado, el impacto de la
intervención podría extenderse a mejorar este porcentaje si se implementan acciones sostenidas en el
tiempo, seguimiento continuo y reforzamiento de los contenidos educativos.
Dado que los resultados obtenidos muestran un efecto positivo y consistente, se sugiere:
Incorporar programas educativos como parte del abordaje integral de la HAS en unidades de medicina
familiar.
Desarrollar nuevas investigaciones que evalúen el efecto a mediano y largo plazo de estas
intervenciones.
Explorar estrategias complementarias como el acompañamiento familiar, materiales digitales
interactivos y el monitoreo domiciliario guiado.
Finalmente, se destaca que empoderar al paciente mediante la educación representa una herramienta
fundamental para lograr un control efectivo de la hipertensión arterial y reducir así sus complicaciones
a largo plazo.
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