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INTRODUCCIÓN
La planificación estratégica es una herramienta de gestión que permite formular estrategias basadas en
el análisis de las fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades de las organizaciones. Las fuerzas
externas, como personas, regulaciones gubernamentales, necesidades de los usuarios, avances
tecnológicos, cambios culturales, políticos y económicos, representan desafíos para las organizaciones
en un entorno dinámico y complejo. Esto facilita la toma de decisiones efectivas en relación con la
organización, así como la ejecución y control de planes, programas y proyectos que buscan implementar
cambios en el entorno. (Buendia et al., 2022)
La gestión de las entidades estatales, fundamentada en instrumentos de planificación, tiene el potencial
de impulsar el desarrollo de una nación, región o distrito. Sin embargo, la realidad demuestra que esto
no siempre se materializa. Los planes estratégicos, junto con sus correspondientes planes operativos,
no siempre reflejan las verdaderas necesidades de la población. Chanamé (2018) señala que estos planes
no se articulan para abordar las brechas sociales, sino que a menudo responden a demandas partidarias
o a acciones de corto plazo. Esto resulta en que la planificación no se considere una herramienta efectiva
para la gestión, ni esté alineada con el presupuesto público. (Saavedra, 2022)
Martner y Máttar (2012) destacan que, en muchos países de América Latina, a mediados del siglo XX,
el Estado fue el actor principal en la planificación, mediante la implementación de políticas orientadas
a transformar las condiciones económicas en beneficio de todos los miembros de la sociedad. Sin
embargo, Zambrano (2006) sostiene que, aunque el Estado puede avanzar considerablemente en un
proceso de planificación con sus recursos, o un gerente al frente de una organización, lo realmente
crucial es que se establezcan y materialicen los objetivos deseados, teniendo en cuenta preguntas como:
¿Dónde estamos?, ¿A dónde vamos?, ¿Qué hacer?, ¿Cómo llegamos allí? (Gutiérrez et al., 2021)
En resumen, la conceptualización del término planificación se basa fundamentalmente en el deseo de
satisfacer una necesidad humana, económica y social, que busca revertir situaciones actuales dentro de
un sistema destinado a definir acciones futuras. Alizo (2020) señala que es sinónimo de planeamiento
y representa un método completo para abordar problemas sociales a través de proyectos concretos,
donde convergen diversas disciplinas que analizan la realidad de manera holística e integral,
cumpliendo de forma sistemática con etapas y actividades preestablecidas. (Gutiérrez et al., 2021)