Estudio comparativo del microcrédito en la Comunidad Andina. Una mirada al 2020

 

Peláez Moreno Lenin Ernesto

[email protected]

 

Ochoa Herrera Johanna Maribel

[email protected]

 

Padilla Andrade Jesús Raquel

[email protected]

 

Granda Pardo Julio César

[email protected]

 

Morocho Pasaca Diana Paola

[email protected]

Loja-Ecuador

RESUMEN

El artículo se realizó con el objetivo de analizar los microcréditos otorgados en cuatro países de la comunidad andina: Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, Se utilizó un enfoque descriptivo-cualitativo para exponer los aspectos asociados a los microcréditos, se revisó información secundaria disponible como: publicaciones, normas legales, boletines, artículos académicos, y sitios web de la Superintendencias y Bancos disponibles de los cuatro países. El análisis se fundamentó en la comparación de características relevantes asociadas a los microcréditos, tales como: montos, plazos, tasas de interés, tasa de morosidad y estructura regulatoria. Las micro finanzas muestran un notable desarrollo en los cuatro países de América del Sur, considerando en promedio 12,44 % de créditos colocados como microcrédito, en cuanto a costos se consideran tasas altas, llegando a 41,83 % en Colombia, que desvirtúa la razón por las que fue creado el microcrédito, en cuanto al riesgo, el país con menor índice de morosidad es Bolivia con el 2 %. Los microcréditos han aportado significativamente a la económica de los cuatro países, orientados especialmente a la población carente de oportunidades y en ciertos casos han mejorado su nivel de vida.

Palabras clave: Microcrédito, Microfinanzas, Comunidad Andina, Pobreza, Crecimiento Económico, Emprendimiento.

 

Comparative study of microcredit in the Andean Community. A look at 2020

 

ABSTRACT

The objective of this article was to analyze the microcredits granted in four countries of the Andean Community: Colombia, Ecuador, Peru and Bolivia. A descriptive-qualitative approach was used to expose the aspects associated with microcredits, reviewing available secondary information such as: publications, legal norms, bulletins, academic articles, and websites of the Superintendencies and Banks available in the four countries. The analysis was based on the comparison of relevant characteristics associated with microcredit, such as: amounts, terms, interest rates, delinquency rates and regulatory structure. Microfinance shows a remarkable development in the four South American countries, considering an average of 12.44% of loans placed as microcredit, in terms of costs are considered high rates, reaching 41.83% in Colombia, which undermines the reason why the microcredit was created, in terms of risk, the country with the lowest delinquency rate is Bolivia with 2%. Microcredits have contributed significantly to the economies of the four countries, especially for the population lacking opportunities, and in some cases have improved their standard of living.

Key words: Microcredit, Microfinance, Andean Community, Poverty, Economic Growth, Entrepreneurship.

 

 

 

 

 

 

ABSTRATO

O objectivo deste artigo era analisar os microcréditos concedidos em quatro países da Comunidade Andina: Colômbia, Equador, Peru e Bolívia. Foi utilizada uma abordagem descritiva-qualitativa para expor os aspectos associados aos microcréditos, revendo a informação secundária disponível, tais como: publicações, normas legais, boletins, artigos académicos, e websites das Superintendências e Bancos disponíveis nos quatro países. A análise foi baseada na comparação de características relevantes associadas ao microcrédito, tais como: montantes, prazos, taxas de juro, taxas de delinquência e estrutura regulamentar. O microcrédito mostra um desenvolvimento notável nos quatro países sul-americanos, considerando uma média de 12,44% dos empréstimos colocados como microcrédito, em termos de custos são considerados taxas elevadas, atingindo 41,83% na Colômbia, o que mina a razão pela qual o microcrédito foi criado, em termos de risco, o país com a taxa de delinquência mais baixa é a Bolívia com 2%. Os microcréditos contribuíram significativamente para as economias dos quatro países, especialmente para a população sem oportunidades, e em alguns casos melhoraram o seu nível de vida.

 

Palavras-chave: Microcrédito, Microfinanças, Comunidade Andina, Pobreza, Crescimento Económico, Empreendedorismo.

 

Artículo recibido: 05 de Abril 2021

Aceptado para publicación: 28 de Mayo 2021

Correspondencia: [email protected]

    Conflictos de Interés: Ninguna que declarar

 

 

 

 

 

1. INTRODUCCIÓN

A partir de los años 30 surgieron las llamadas instituciones financieras de desarrollo, que constituyen el antecedente de las actuales entidades de microcrédito, cuyo fin era llenar el vacío de los mercados de crédito inexistentes en los países menos desarrollados. Tras la II Guerra Mundial, en las antiguas colonias, donantes y gobiernos impulsaron cientos de proyectos de crédito agrícola de pequeña cuantía a través de este tipo de entidades que realizaron importantes desembolsos en términos de dólares. Las formas institucionales eran variadas, como bancos rurales privados, cooperativas, o bancos especializados de desarrollo local. Todas tenían en común la réplica de organizaciones presentes en los países donantes. Algunas se destinaban a sectores determinados, otras a regiones específicas y otras buscaban simplemente atender a “los pobres rurales” (Gutiérrez, 2006).

Estas instituciones financieras empezaron a tener fallos ocasionados fundamentalmente por la subvención en los tipos de interés, sobrestimación de los beneficios de los agricultores y emprendedores, induciendo frecuentes insolvencias que, desembocando en pérdidas y cierres de las instituciones financieras, las pocas instituciones que lograron permanecer operando era debido a la fuerte inyección de capitales externos.

Ante estos escenarios surgen dos escuelas teóricas que buscan formular estrategias de lucha contra la pobreza:

La escuela de Ohio establecida en 1973, entre sus miembros sobresalientes están: Dale Adams, Fritz Bouman, Gorson Donald, Claudio Gonzalez-Vega y J.D. Von Pischke; esta escuela afirmaba que el crédito no juega un papel importante en el proceso de desarrollo económico, ya que el crédito debería servir para atender necesidades existentes, y no anticiparse a la demanda. Aseguraban que tendría mayor importancia promover el ahorro como disciplina financiera. Finalmente, la escuela de Ohio mantenía una fuerte hostilidad frente al subsidio a las instituciones proveedoras de microcrédito ya que aseguraban que los que mayores beneficios tenían eran las personas acomodadas (Gutiérrez, 2006).

La escuela del Grameen Bank, nacida a finales de los años 70, su principal autor es Muhammad Yunus, Yunnus afirma que la razón por la que los pobres son pobres no es porque no tienen educación o bajo nivel educativo, sino porque no pueden mantener los beneficios del trabajo, ocasionado por la falta de acceso al capital, en contraste de lo que establece la escuela de Ohio (Gutiérrez, 2006).

En 1997 en Washington se reúnen ONG´s empresas del sector social, agencias de Naciones Unidas, representantes de países desarrollados y en vías de desarrollo, instituciones financieras en la Cumbre Mundial sobre el Microcrédito, donde por primera vez se da la importancia como herramienta de lucha contra la pobreza (Gutierrez, 2005).

Este término cobró tal importancia a nivel mundial que las Naciones Unidas declararon el año 2005 como el año del microcrédito, Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, aseguraba que el acceso sostenible al microcrédito ayuda a generar ingresos, crea puestos de trabajo y logra aplacar la pobreza, mejorando la calidad de vida de sus acreedores.

América Latina se ha caracterizado a lo largo de la historia por presentar altos niveles de desigualdad, existen elevadas diferencias en la distribución de los ingresos posicionándose entre los más altos del mundo (Comisión Económica para America Latina y el Caribe (CEPAL), 2019).

De acuerdo con las encuestas de hogares más recientes disponibles, el índice de Gini alcanza en América Latina un promedio de 0,465. Los valores más bajos, inferiores a 0,400, se registran en la Argentina, El Salvador y Uruguay, mientras que en Brasil y Colombia superan 0,520 (Comisión Económica para America Latina y el Caribe (CEPAL), 2019).

Según informes de la CEPAL, el primer trimestre 2019, la pobreza en América Latina bordeaba el 30,8 %, mientras que la extrema pobreza alcanzaba niveles del 11,5 %, esto equivale a 191 millones de personas que viven bajo situación de pobreza y 72 millones de personas pertenecen a hogares que viven bajo el umbral de extrema pobreza.

En el caso de Colombia presenta indicadores de pobreza de 29,9 % y valores de extrema pobreza que equivalen al 10,8 %; Ecuador presenta una pobreza de 24,2 % y extrema pobreza el 6,5 %; de acuerdo a las estadísticas Perú tiene un 20,5 % de su población viviendo en pobreza y 2,8 % de su población en extrema pobreza; finalmente se puede evidenciar que Bolivia tiene un 34,3 % de pobreza y 15,2 de población bajo el umbral de extrema pobreza.

Estos datos de pobreza y extrema pobreza es un tema prioritario para los estados, sectores privados y ONG,s y en la incansable búsqueda de herramientas que permitan paliar este fenómeno social se ha tomado al crédito como herramienta de lucha contra la pobreza, en contraposición a lo que establece la escuela de Ohio sobre el crédito, las economías en vías de desarrollo asumen que el crédito es un estrategias de crecimiento económico que generan desarrollo humano, fortalecen la cohesión social y mitigación de la pobreza.

La literatura referente al tema permite conocer que el microcrédito ha logrado mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios, a continuación, se exponen algunos estudios que permiten evidenciar que el microcrédito tiene efectos positivos para paliar la pobreza

Aguilar et al. (2017), en estudios realizado en Chiapas concluyeron que el microcrédito atiende a un sector de la población tradicionalmente desatendido por el estado, en su estudio concluyen que el microcrédito entregado a la mujeres cabeza de hogar permite mejorar la condiciones de vida (Ingreso, autoempleo, satisfacción de necesidades básicas) acorto y mediano plazo, aseguran que para que el microcrédito tenga un impacto positivo, los programas deben contener en su diseño acciones de seguimiento, capacitación y evaluación.

Carvajar & Espinoza (2020) concluyen que el microcrédito es un mecanismo para aliviar la pobreza, siempre y cuando el crédito sea bien administrado, porque incrementa el ingreso y el consumo de las familias pobres, aumenta sus activos, disminuye su exclusión de la sociedad, mejora la salud, aumenta el nivel. Los servicios que ofrecen las instituciones bancarias en Ecuador que otorgan microcréditos abren a los pobres emprendedores la oportunidad de mejorar las condiciones precarias en las que viven e incrementar sus ingresos mediante el desarrollo de sus habilidades.

Además, consideran necesario establecer nuevas rutas de microcréditos, especialmente al sector rural ecuatoriano porque es ahí donde se concentra el mayor nivel de pobreza. Es recomendable que el Estado tenga una mejor posición en la oferta de financiamiento para emprendedores mediante Instituciones Gubernamentales que flexibilicen las políticas de crédito permitiendo mayor acceso en la zona rural a este producto financiero, ya que en su mayoría este sector se compone de pequeños agricultores (Carvajar & Espinoza, 2020).

En Perú (Tedeschi, 2008) concluye que un microempresario que tiene acceso al microcrédito, obtiene ganancias significativamente más altas al mes ($18,35 a la semana o $ 69,85 al mes), que un microempresario que no tiene acceso al microcrédito, en este estudio el autor afirma que existe un impacto positivo de la micro financiación a la microempresa, ya que el microcrédito parece haber mejorado la vida de los pobre al incrementar las utilidades las microempresas.  

En el trabajo realizado por Rivera & Cardozo (2019) para Bolivia se concluyó, que el microcrédito ha tenido un impacto en mejorar las condiciones de los negocios o puestos de venta, el hecho que hayan podido también mejorar las condiciones de sus hogares para brindar una mejor calidad de vida a sus familias, muestra que se ha logrado un bienestar en dos lugares fundamentales en la vida de cualquier persona, lugar de trabajo y lugar de vivienda.

Finalmente, no todas las investigaciones concluyen que el microcrédito sea un mecanismo que ayude a combatir la pobreza, es así que el trabajo realizado por Méndez et al. (2011), concluye para Colombia que no se encuentra evidencia estadística que determine un efecto positivo del microcrédito en la generación de empleo ni en el incremento de las ganancias, este autor indica también que el incremento de activos físicos de los hogares no es un buen indicador de bienestar en los hogares.

El artículo se guío bajo la pregunta de investigación:

¿Cuál ha sido la evolución de los microcréditos en los países andinos? y ¿Cómo ha evolucionado el proceso de microcrédito en la región Andina en relación a los planteamientos de Muhammad Yunus?

 2. ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS O MATERIALES Y MÉTODOS

Tipo de estudio

La investigación utilizó un enfoque descriptivo-cualitativo cuya finalidad fue exponer los aspectos asociados a los microcréditos en cuatro países de la Comunidad Andina. La selección obedeció a la intención de profundizar el análisis del microcrédito en una dinámica comparativa entre los países andinos por su cercanía y similitud con Ecuador. En síntesis, el objetivo del análisis fue determinar posibles relaciones entre las variables analizadas y resaltar puntos en común en los países analizados.

Instrumentos de investigación

Los instrumentos de investigación incluyen información secundaria disponible en publicaciones, normas legales, artículos académicos, boletines y sitios web de las Superintendencias y Bancos de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.

Métodos de análisis

El análisis se basó en la comparación de características relevantes asociadas a los microcréditos para lo cual se construyó un marco comparativo de análisis, considerando como parámetros de evaluación a cinco características principales de los microcréditos: volumen de microcrédito, monto y plazos, tasa de interés, tasa de morosidad y estructura regulatoria.

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En forma general, se puede señalar que Muhammad Yunus fue el promotor inicial de los microcréditos argumentado que es un medio que permite la multiplicación de microempresas orientadas hacia el crecimiento y al autoempleo que dinamizan la economía local y que a la vez mejoran las condiciones de vida.

Estas premisas, han motivado el desarrollo de varias investigaciones, la gran mayoría describen al microcrédito como un ejemplo a seguir, así: Rivera & Cardozo (2019), Vallejo et al. (2018); Vallejo & Ochoa (2019), Garcia & Díaz (2011). Pero también, existen estudios cuestionando las predicción de Yunus, donde sobresalen Bateman (2019), y  Londoño et al. (2021), los cuales atacan las premisas del microcrédito por no haber cumplido el alegato de sus fundadores

En esta línea, las microfinanzas han tenido un notable desarrollo en América del Sur, en donde los países andinos representan un caso interesante en el estudio del mercado de microcréditos y su impacto en la economía. En esta línea, esta investigación bibliográfica evalúa los microcréditos en los países integrantes de Comunidad Andina, según el siguiente detalle:

§  Colombia

Colombia es reconocida internacionalmente por la fortaleza de su sector financiero, posee 50 372 424 habitantes según los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2021), el índice de pobreza es de 35,70 % (2019) y el Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2020 alcanzó $ 285 200,4 millones de dólares.

 

 

§  Ecuador

Ecuador es un país con 17 510 643 habitantes y un PIB de 98 800 millones de dólares (BCE, 2021) lo que lo ubica como la tercera economía de la región andina. Así mismo presenta para 2020 un índice de desarrollo humano de 0,759 y una tasa de pobreza que alcanzó el 35 % (INEC, 2021). A nivel monetario financiero, destaca el ser un país dolarizado en donde los mecanismos de microcrédito se han formalizado y representan un porcentaje importante del total de créditos otorgados.

§  Perú

Perú es uno de los países de América Latina con mayor número de habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI, 2021) su población en el 2019 es de 32 millones 600 mil habitantes, con una densidad poblacional de 25 habitantes/km2, la tasa de pobreza es 20,2 % y su Índice de Desarrollo Humano (IDH) es de 0,77 en el año 2019, y con un PIB de $ 178 403 millones, que es un PIB aceptable y superior a muchos de sus vecinos latinoamericanos.

§  Bolivia

Bolivia es uno de los países que en los últimos años ha mostrado un importante crecimiento económico a partir del año 2006, según datos del FMI, BM y CEPAL, el PIB 2020 se estima en 41 mil millones de dólares aproximadamente (Banco Mundial, 2021) esto se debe principalmente a las políticas económicas referentes a la nacionalización de algunos recursos naturales, estabilidad en la moneda entre otras. La población de este país es de 11 millones 353 mil habitantes, y muestra una notable reducción de la pobreza, que se evidencia con el IDH de 0,703 y le permite alcanzar una nueva posición dentro de todos los países del mundo pasando a la posición 114° y en relación con América Latina, pasa del puesto 18° al 14° (Instituto Nacional de Estadística, 2021).

Principales características del modelo de microcrédito en la región andina

1.Volumen de crédito

Los países estudiados han colocado un monto total en créditos de 298 mil 075 millones de dólares en el año 2020, siendo Colombia el país que más créditos ha concedido con el monto de 134 mil 622 millones, mismos que representan el 45,16 % seguido por Perú con el 33,41%, el porcentaje restante corresponde a Ecuador y Bolivia, respectivamente.  Del total de créditos corresponde a microcréditos el 7,24 %, volumen muy reducido (ver Figura 1).

Figura 1. Monto de crédito año 2020 de cada uno de los países en estudio

Fuente: Instituciones Financieras de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (2021)

 

Volumen de Microcrédito en relación a la cartera total

Los montos de microcrédito colocados en estos cuatros países ascienden en promedio a 12,44 % del total de los créditos colocados. Bolivia destaca con una colocación de 8 mil millones que representan un 29,14 % del total de los créditos colocados, es el más alto no solo a nivel de la Comunidad Andina, sino a nivel sudamericano también, es un referente de colocación de microcréditos. En Ecuador se muestra un porcentaje alto del 12,70 %, le sigue Perú con el 5,03 % y por último Colombia con solo un 2,90 % en relación al total de los créditos colocados (Figura 2).

Figura 2. Monto de Microcrédito colocados por los países andinos al año 2020, en millones de dólares.

Fuente: Instituciones Financieras de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (2021)

En este contexto, se subraya que las microfinanzas en la región andina han promovido un incremento en la oferta de productos y servicios simples y homogéneos, pero no ha existido un incremento en la demanda local. Todo lo cual ha resultado en una alta tasa de nuevos emprendimientos que fomenta una intensa competencia por los pocos clientes que termina reduciendo las ganancias de los participantes en el mercado.

Un punto que apoya el argumento  se puede encontrar en el Índice de Complejidad Económica (The Observatory of Economic Complexity, 2019), que mide el nivel de diversificación de una economía. En este contexto, los países andinos respectivamente ocupan los puestos 54 (Colombia), 102 (Perú), 120 (Ecuador) y 126 (Bolivia) de un total de 157. Estos valores muestran en forma general, que los países andinos tienen un escaso nivel de desarrollo y una concentración en la producción de bienes primarios.

Por una parte, es destacable el caso de Colombia que ocupa el mejor lugar dentro del citado índice con respecto al resto de países andinos tenga también el segundo nivel más bajo en participación de los microcréditos como parte de la cartera total. Por otra parte, los países más aventajados en los procesos de microcrédito se encuentran en los puestos más bajos del índice.

Tal es el caso de Bolivia, que según Muller (2007) afirma que es un país líder en el manejo del microcrédito gracias al adecuado marco regulatorio que se implementa a partir de los años 90 y que le ha permitido el desarrollo de nuevos productos financieros y un crecimiento sostenido del volumen de microcréditos entregado.

Al respecto Bateman (2019) predice que esta situación produce una combinación de desplazamiento de mercado y de salida del mercado de las empresas arrastrando a un ‘anti-desarrollo’ que profundiza la pobreza y la inequidad . En tal sentido, se señala que el microcrédito destruye la capacidad de aumentar la productividad y, por lo tanto, también la posibilidad de asegurar el desarrollo sostenible, el crecimiento y la reducción de pobreza a largo plazo.

2.Tasa de interés

Las tasas de interés en los microcréditos han sido tradicionalmente altas, asociadas al nivel de riesgo y al mayor costo operativo en comparación al resto de productos de crédito. En este contexto, las tasas de interés de este tipo de créditos en la región andina promedian un 23,66 %; sin embargo, se pueden encontrar tasas bajas como 2,94 % en el Perú y altas como 41,83 % en Colombia, ver Figura 3.

En general, las tasas de interés se regulan en función a una compleja diversificación de los microcréditos que depende a su vez, de criterios como plazo, montos, garantías destino e incluso el tipo de entidad financiera que lo otorga. Así mismo, se entiende que la dinámica de las tasas de interés de los países estudiados responde también a situaciones específicas.

En este contexto el Banco Interamericano de Desarrollo (2012), realiza un análisis de las tasas de interés de los microcréditos en América Latina, en el que concluye que una mayor competencia entre entidades de microcréditos ayuda a disminuir las tasas. También, señala que al imponer límites a las mismas se limita el acceso a los pobres debido a los mayores costos operativos de atenderlos.

Así mismo, el mismo estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (2012), reconoce que el costo de los microcréditos es elevado en parte por los costos operativos, los préstamos incobrables, las utilidades esperadas y los riesgos crediticios y operativos. A esto se suman factores externos a las entidades como la falta de estabilidad macroeconómica o un entorno no favorable para los negocios.

Sin embargo, con respecto al argumento del riesgo si se revisan las tasas de morosidad de los microcréditos esta no supera en promedio el 5 %, y en casos individuales el 8 % para la región andina. Con lo que podríamos replicar que en la práctica el riesgo es menor al teorizado, más aún cuando se utilizan garantías conjuntas, o se exige mantener valores como garantía en las cuentas de los clientes.

En cambio, para Bateman (2019) las tasas de interés altas en los microcréditos son perjudiciales porque desvían recursos financieros a emprendimientos informales y poco productivo, pero altamente rentables para las instituciones financieras. Desde su punto de vista esto provoca que las Pymes más formales y productivas no puedan acceder a financiamiento lo que impacta en su desarrollo.

Considerando estos puntos de vista se puede puntualizar por lo menos dos cosas. Por un lado, se coincide con Bateman (2019) en el sentido que la cada vez mayor competencia de emprendimientos poco innovadores por una demanda efectiva fija, generan una disminución de ingresos y de la rentabilidad. Por lo tanto, la diferencia entre rentabilidad de los micro emprendimientos y costo financiero es quizá más reducida que la estimada.

De hecho, en Colombia (2017), se detalla que el 47 % de los microempresarios que se endeudaron en entidades financieras señalan su insatisfacción con el crédito formal, como consecuencia de los altos intereses y los requisitos (Fundación Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores (IIMV), 2017)

Figura 3. Tasas de interés de los microcréditos año 2020, aplicados en los cuatro países en estudio.

Fuente: Instituciones Financieras de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (2021)

Igualmente, se puede relacionar las tasas de interés en la región andina con el monto promedio de los microcréditos que puede explicar hasta cierto punto las altas tasa de interés, pero para los casos de Bolivia y Ecuador, esto no es generalizable en la medida que los microcréditos pueden alcanzar valores cercanos al cuarto de millón de dólares. (Ver tabla 1)

Por otro lado, se destaca que las altas tasas de interés no han impedido que el microcrédito se desarrolle como una opción de financiamiento en la región andina. Aunque, se encuentran también algunas diferencias, mientras que en Bolivia y Ecuador (2020) el microcrédito representa porcentajes del 29,14 % y 12,70 % de la cartera total respectivamente. En Colombia y Perú, apenas llega al 7 % y 2 %.

Finalmente, se puede aseverar que las tasas de interés de los microcréditos en la región andina son elevadas, sin embargo, de lo cual al menos si se toma como referencia la tasa de morosidad en la región se puede decir que el riesgo de los microcréditos es menor al que plantea la teoría y que la rentabilidad de los destinos de estos créditos es superior a su costo.

Al respecto el mismo Yunus (2018) señala que no todas las organizaciones que entregan microcréditos han adoptado los principios que rigen a Grameen, el proyecto emblema de este tipo de créditos. El mismo reconoce que “lo más tremendo es que algunas han transformado el microcrédito de una empresa social dedicada a ayudar los pobres (y, en el caso del Banco Grameen, poseída y controlada efectivamente por estos) en una argucia para ganar dinero, destinada a enriquecer a los pudientes a costa de los pobres” (Yunus, 2018, pág. 86).

Ante lo cual se puede afirmar que, como negocio financiero, es altamente rentable, y el riesgo de impago no parece ser muy diferente que el resto de créditos.

3.Regulación

La vigilancia y regulación permanentes e integrales en materia de microcréditos, dada su caracterización en los cuatro países están reguladas por las Superintendencias Financieras de control conforme a la estructura legal.

Adicionalmente, a partir de los años 90, algunos Estados adoptan como política económica el financiamiento a las áreas de producción considerando al microcrédito como un eje fundamental para promover la productividad y reducir la pobreza y la brecha de desigualdad. Muller (2007) menciona que el crecimiento de la industria regulada de las microfinanzas produce un acelerado proceso de bancarización, a través de la incorporación de otros sectores de la población a nuevos y más rentables servicios de ahorro, democratizando además el acceso al crédito significativamente más barato que el existente en el mercado informal, y con ello el ingreso de actores que históricamente estuvieron marginados del sistema financiero formal.

Los adecuados marcos regulatorios abren las puertas a varias instituciones gubernamentales y no gubernamentales, no solo para colocar sino para captar recursos de los sectores más vulnerables. No obstante, existen un número de establecimientos prestadores de crédito en cantidades reducidas de capital (microcréditos), donde se llega nuevamente al sector de la informalidad, en el sentido de la escasa o nula supervisión y control por parte de las entidades

Al respecto el marco regulatorio las entidades financieras formales como bancos, cajas, cooperativas de crédito no solamente están sujetas a leyes generales, sino también a una supervisión y regulación concreta, en el caso de Bolivia y Perú son países con mercados microfinancieros maduros y marcos regulatorios bien establecidos. Perú es más abierto y tiene un carácter más “promotor” que el de Bolivia por lo que han permitido un crecimiento rápido y equilibrado de la industria.

 En ambos casos, estas entidades supervisadas, que tienen su origen en fundaciones sin fines de lucro, dominan la provisión del microcrédito en sus países, por su parte Colombia también tiene mercado microfinanciera importante, pero muy distintos a los casos de Bolivia y Perú, su  marco regulatorio ha sido escaso (Jansson et al., 2003)

Finalmente, luego de los traspiés económicos en el caso de Ecuador, la crisis financiera del 98, los gobiernos velan por el buen funcionamiento del mercado financiero para proteger los intereses de los ciudadanos, esto implica garantizar la seguridad de las transacciones financieras. De ahí que, en el caso de Ecuador, la regulación del microcrédito es dual tanto en lo que se denomina sistema financiero privado a cargo de la Superintendencia de Bancos y el sector de la economía popular y solidaria con la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.

4.Morosidad

Las instituciones micro financieras, al momento de otorgar los créditos, incurren en un riesgo alto, considerando que el microcrédito se entrega a personas con menos posibilidades económicas y que por su condición no son sujetos de crédito de los bancos tradicionales, buscando instituciones especializadas, sumado a esto el año de estudio fue un año muy complejo para los acreedores, debido a la pandemia de la Covid19,  lo que generó una tasa de morosidad elevada como es el caso de Colombia con el 7,10 %, seguido por Perú con 5,88 %, no es el caso de Ecuador y Bolivia que tienen una morosidad del 4,8 % y 2 % respectivamente. Sin embargo, los cuatro países han sabido protegerse del riesgo implícito por cuanto han provisionado montos adecuados para créditos irrecuperables, especialmente Bolivia con un 150 %; siendo el más bajo Colombia con el 127,15 % (Figura 4).

 

 

 

 

 

 

Figura 4. Morosidad y provisión de los microcréditos año 2020 de parte de los países en estudio, expresados en porcentaje.

Fuente: Instituciones Financieras de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia (2021)

Cabe señalar dos casos especiales: Colombia es el país con mayor nivel de morosidad y con el menor porcentaje de provisión y Bolivia demuestra lo contrario con un nivel bajo de morosidad y mayor porcentaje de provisión, la situación de Colombia podría explicarse según propone Méndez et al. (2011) por cuanto el microcrédito se utiliza como un dinero para consumo y no genera un flujo de efectivo que permita pagarlo. Mientras que la situación de Bolivia presenta un proceso más desarrollado en el ámbito legal y operativo de las microfinanzas, lo que lo convierte en uno de los casos más exitosos de América Latina según Estrada & Hernández (2019).

5. Montos y plazos

Según el modelo original propuesto por Muhammad Yunus, los montos de microcrédito eran pequeños y reembolsados de forma diaria o semanal. Sin embargo, en la región Andina, la evolución de este producto financiero ha generado un crecimiento de los montos.

Conforme se observa en la Tabla 1, Colombia muestra una tendencia en sus montos que llegan a un tope máximo de 25 salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV) que obedece a lo establecido en la Ley 590 de MYPE de 2000 y con un equivalente al 2020 en dólares de 6410 aproximadamente, lo que sin embargo se constituye en uno de los más bajos de la Comunidad Andina mientras que los plazos varían entre 6 y 72 meses.

Por su parte, en Perú se observa una mayor amplitud en lo que respecta al monto de los microcréditos que va de 100 hasta 20 mil dólares y con plazos de 1 a 6 años. También se observa a Ecuador y Bolivia que tienen una mayor flexibilidad en este tipo de créditos tanto en los montos como en los plazos. Así, en Ecuador los valores de los microcréditos están entre 1 a 150 mil dólares y en Bolivia llegan a los 250 mil dólares, y con plazos de hasta 10 años en Ecuador y 9 años en Bolivia (ver Tabla 1).

Tabla 1. Montos y Plazos de Microcréditos aplicados en los cuatro países andinos en estudio.

Países de la Comunidad Andina

Montos Microcréditos  
(Dólares)

Plazos Microcréditos  

  (Meses)

MÁS  BAJO

MÁS ALTO

MÁS  BAJO

MÁS ALTO

COLOMBIA

$      1.000

$        6.410

6

72

ECUADOR

$      1.000

$    150.000

12

120

PERU

$        100

$      20.000

12

72

BOLIVIA

$        100

$    250.000

1

108

Fuente: Instituciones Financieras de Ecuador, Bolivia, Colombia y Perú (2021)

Así mismo, si bien una de las características del microcrédito se deriva que los montos de colocación son particularmente bajos, se trata de pequeñas cantidades de dinero concedidas a un corto plazo que son destinados a desarrollar algún proyecto productivo (Lacalle, 2001). Esto en la práctica se viene dando solo en Colombia (2020) en vista que el monto del microcrédito otorgado está regulado en aproximadamente $ 6 410,00 (Art. 75 Ley 590) en el cual se estaría facilitando financiamiento a los microempresarios de escasos recursos,

En esta línea, la evolución regional de la estructura de microcréditos ha sido diversa, y por ejemplo en Ecuador dentro del segmento microcrédito BanEcuador (2021), que es un banco público otorga hasta 150 000 dólares a tasas entre 11,24 % y 15,30 % para microempresas. Lo que abre un debate sobre el tema en tanto que una empresa que requiera los montos indicados podría entrar más bien en el segmento de mediana empresa.

De lo anterior se puede decir que Ecuador y Bolivia (2020) han salido de la línea del microcrédito, en el sentido que los montos que están otorgando difieren de una de las características del microcrédito, que comprende la concesión de pequeños créditos dirigidos a individuos de recursos limitados, para que éstos puedan emprender en pequeños actividades comerciales que generen ingresos para mejorar su nivel de vida y el de sus familias (Lacalle, 2001).

Igualmente, se puede decir que los altos montos ofertados en calidad de microcrédito en parte Ecuador y Bolivia (2020) no son direccionados a personas de bajos recursos, por lo que no necesariamente se dirigen a los más pobres, sino a nichos del mercado desatendidos perdiendo así su enfoque inicial.

Por su parte Gutiérrez (2006) en un informe sobre el microcrédito señala que las entidades financieras racionan su cartera de crédito porque les resulta más barato conceder un préstamo grande que muchos pequeños (pág.178). En tal sentido, esto se explica porque los desembolsos pequeños ocasionan más gastos administrativos, más tiempo de gestión, y riesgos por incobrabilidad.

En esta misma línea, pero, de forma más crítica se han extendido los plazos, particularmente en Ecuador (2020) que entre los países de la región Andina es uno de los más altos que llega hasta 10 años (120 meses), le sigue Bolivia hasta 9 años (108 meses), Perú y Colombia (2020) tienen un tope máximo de plazo de 6 años (72 meses), mientras que el enfoque inicial del microcrédito se concedían a muy corto plazo, habitualmente por un periodo de un año dadas las características de la clientela de este tipo de crédito.

En tal sentido es importante nuevamente resaltar las características del microcrédito que menciona Lacalle (2001) particularmente dirigido a personas de bajos recursos, monto reducido y a muy corto plazo, normalmente por un período de un año o inferior a un año, en contraste las entidades financieras de los países Andinos que ofertan este producto se han salido del enfoque originalmente establecido de los microcréditos cuyos plazo llegan a ser de hasta 10 años y desde luego esto tiene que ver también con los altos montos de crédito que ofertan.

4. CONCLUSIÓN O CONSIDERACIONES FINALES

La región andina presenta un desarrollo significativo de las microfinanzas, en promedio el volumen de la cartera de microcréditos representa el 12,44 % de la cartera global, siendo, Bolivia el país con el porcentaje de participación más elevado y considerado el más desarrollado en términos de microcrédito. Sin embargo, presenta el índice de pobreza más alto (37,20 %), y el peor desempeño con respecto al Índice de complejidad económica en donde ocupa el lugar 126 en relación a los demás países andinos.

En general el microcrédito al estilo Grameen, se desvirtúan con lo observado en los países andinos encontrando algunas innovaciones de todo tipo. Esto se puede evidenciar en los países analizados: en Perú (2020) son entidades estatales regionales denominadas Cajas municipales de ahorro y crédito las que manejan un gran porcentaje de los microcréditos otorgados. En Bolivia, la normativa sobre microcrédito establece las garantías no convencionales establecidas en la Ley 393.Y en Ecuador y Colombia las tasas de interés máximas son reguladas por el Estado.

Sin embargo, en los países analizados se ha adaptado la idea inicial de Yunus en el sentido de utilizarlo como una herramienta para reducir la pobreza. Aunque los resultados no han sido los esperados.

Si se considera la evolución de la pobreza en la región andina, esta se ha reducido, sin embargo, sigue siendo elevada, a pesar del crecimiento sostenido del volumen de microcrédito. Lo que pone en tela de duda la afirmación de Yunus, quien señaló que el microcrédito aportaría a erradicar la pobreza y ésta sólo podría observarse en museos.

Finalmente, el microcrédito en la región andina ha tenido un éxito relativo, en especial como apoyo para los sectores excluidos financieramente; lo cual ha resultado en un crecimiento importante de los volúmenes de microcrédito entregados, pero también se observa una creciente mercantilización del mismo.

5. LISTA DE REFERENCIAS

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