Pervivencia de Valores: una Experiencia en Docentes de la Facultad de Medicina de la UAEMEX, Toluca, México

 

Dr. Héctor Lorenzo Ocaña Servín[1]

[email protected]

https://orcid.org/0000-0001-9013-515X

Investigador Independiente

 

Dra. Martha Liliana Palacios Jaimes

[email protected]

https://orcid.org/0009-0005-3614-860X

Investigador Independiente

Dra. Marcela Hernández Sánchez

[email protected]

https://orcid.org/0009-0007-5100-5177

Investigador Independiente

 

Dra. Imelda García Argueta

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-5263-748X  

Investigador Independiente

Dr. Isidro Roberto Camacho Beiza

[email protected]

https://orcid.org/0009-0003-0440-925X

Investigador Independiente

 

Dra. Beatriz Elina Martínez Carrillo

[email protected]

https://orcid.org/0000-0002-2663-5202  

Investigador Independiente

 

Dr. Arturo García Rillo

[email protected]

https://orcid.org/0000-0003-2325-6052  

Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México, México

 

 

RESUMEN

La pervivencia es un concepto que permite comprender la forma en la que las ideas, conductas, hábitos, costumbres, permanecen a lo largo del tiempo, influyendo en diferentes aspectos de la vida del ser humano: sociales, culturales, económicos y de la salud entre muchos otros. Los valores determinan la conducta del individuo y perviven en la medida que son transmitidos de generación en generación, siendo un pilar fundamental en todas sus decisiones de vida y por supuesto en su actuar profesional. El docente como guía en la construcción del conocimiento, tiene una influencia determinante en los alumnos en el proceso enseñanza-aprendizaje, puede llegar a ser clave en el aprendizaje significativo o el rechazo a cierta área de conocimiento.  La conducta mediada por el esquema de valores, determinará la efectividad y productividad del proceso de enseñanza. Por ello, el propósito del presente trabajo fue determinar la pervivencia a través del tiempo, de los valores en docentes de la Facultad de Medicina de la UAEMex en el año 2022. Se aplicó test axiológico para detección de valores: corporales, intelectuales, afectivos, estéticos, individuales, morales, sociales, ecológicos, instrumentales y religiosos. Resultados: 151 docentes estudiados de las licenciaturas de médico cirujano, nutrición, fisioterapia, terapia ocupacional y bioingeniería médica. Se destacaron valores corporales, afectivos, morales, e instrumentales. Las pruebas fueron evaluadas de acuerdo a lo establecido para c/u de los cuestionarios. Se elaboraron tablas y gráficas con los resultados. Conclusiones: La pervivencia del esquema de valores que predominan en los docentes permite encausar estrategias de capacitación docente que permiten fortalecer los valores necesarios en la formación profesional de los alumnos y con ello se infiere una mejora en  la calidad de la enseñanza.

 

Palabras clave:  pervivencia de valores; docentes; facultad de medicina

Survival of Values: An Experience in Teachers of the UAEMÉX School of Medicine, Toluca, Mexico

 

ABSTRACT

Survival is a concept that allows understanding the way in which ideas, behaviors, habits and customs, remain over time, influencing different aspects of human life: social, cultural, economic and health among many others. Values determine the behavior of the individual and survive to the extent that they are transmitted from generation to generation, being a fundamental pillar in all their life decisions and of course in their professional performance. The teacher as a guide in the construction of knowledge, has a determining influence on students in the teaching-learning process, and can become a key to significant learning or rejection of a certain area of knowledge.  The behavior mediated by the value pattern will determine the effectiveness and productivity of teaching process. Therefore, the purpose of this work is to determine the survival of values through the time in teachers of the Faculty of Medicine of the UAEMéx in the year 2022. An axiological test was applied to detect the following values: corporal, intellectual, affective, aesthetic, individual, moral, social, ecological, instrumental, and religious. Results: 151 teachers of medical surgeon, nutrition, physiotherapy, occupational therapy, and medical bioengineering degrees were studied. Body, affective, moral, and instrumental values were highlighted. The tests were evaluated according to what was established for each of the questionnaires. Tables and graphs were prepared with the results. Conclusions: The survival of values pattern that predominate in the teachers allows channeling teacher training strategies that allow strengthening the values necessary in the professional formation of the students and with this an improvement in the quality of teaching is inferred.

 

Key words: values survival; teachers; medicine school

 

 

Artículo recibido 10 agosto 2023

Aceptado para publicación: 17 setiembre 2023


 

INTRODUCCION

Antecedentes

El desarrollo de una sociedad es el fruto de un proceso en el cual interactúan todo tipo de actividades en las que el individuo desempeña un papel fundamental; sus decisiones y su actuar en su ámbito de vida están determinados por las características propias de su esquema de valores, mismos que se  conforman  desde etapas muy tempranas de la vida; Lev Semionovich Vigotsky (1982) lo refiere como un proceso complejo en el cual la persona va adquiriendo concepciones y conductas que en una primera etapa, son tomadas de normas determinadas por la función social de los adultos; posteriormente se prolonga hacia un nivel superior cuando el sujeto va conformando una concepción moral del mundo donde puede aplicar un criterio personal para tomar decisiones sobre su actuar cotidiano apoyado en una normatividad interiorizada que le permite autorregular su comportamiento. La participación de los adultos en la conformación del esquema de valores es determinante ya que acompañará

al individuo de forma relevante durante la infancia, la pubertad, la adolescencia, el adulto joven y aún más allá en la etapa adulta. En la vida familiar, la presencia de padres, abuelos, tíos, hermanos mayores que rodean al infante y durante la etapa escolar, los profesores y adultos que en el contexto sean cercanos al niño también ejercerán influencia (Martínez, M. 2006).  

El crecimiento social acelerado en el que se desenvuelve el individuo, está influenciado por diversos aspectos, políticos, culturales y económicos entre otros, los cuales terminan por definir su actuar como pilares del desarrollo social colectivo; cuando existe debilidad en principios y valores contribuyen en el deterioro social tendiente a la satisfacción personal en lugar del bien común.

Por otra parte, el creciente desarrollo de los medios de comunicación se han vuelto parte de la educación informal de las personas, ejerciendo influencia sobre la forma de pensamiento, cultura, hábitos, costumbres y formas de expresión, que terminarán por definir el esquema de valores y la perspectiva de ver el mundo, por lo cual existe la idea de que estos han favorecido el abandono de valores (Solano Sosa, 1999; Sesento García 2015).

Ante la percepción de la pérdida de valores, la educación se ha convertido en una necesidad prioritaria; actualmente, la educación atraviesa momentos históricos que demandan cambios profundos, tanto desde una perspectiva en los contenidos educativos, como en la forma de apoyar el proceso enseñanza aprendizaje, donde la tecnología avanza a pasos agigantados y se ha vuelto una herramienta clave en la búsqueda y obtención de información, lo cual ha sido determinante para la actualización de los programas educativos que coadyuven en la pervivencia de los valores que requiere una sociedad en constante evolución (Hernández Alonso 1993; Martínez, M. Buxarrais, F.E 2002; Hirsch Adler A & López Zavala R. 2014; Vargas, M.S, 2014, 2017).

Los modelos de educación han sido objeto de reflexiones a nivel internacional a fin de establecer directrices que permitan el objetivo real de un individuo con una educación de calidad que impacte en las necesidades de una sociedad de cambios acelerados. Tal es el caso del informe Delors (Unesco 1996) en el cual se refiere que “frente a los numerosos desafíos del porvenir, la educación constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social” basados en la idea de la función central de la UNESCO …“la esperanza de un mundo mejor, capaz de respetar los derechos del hombre y la mujer, practicar el entendimiento mutuo y hacer del progreso del conocimiento un instrumento de promoción del género humano, no de discriminación”, y donde se hace referencia que la educación no tan sólo debe enfocarse  a conocimientos esenciales y a la formación en competencias básicas tradicionales, sino que debe proporcionar a los estudiantes los elementos necesarios para contribuir a la cultura de paz y a la transformación de la sociedad.

En el propio informe de la Comisión Internacional sobre la educación para siglo XXI Jaques Delors (1996) lo plantea, inclusive como una utopía, pero lo cierto, es que, en el contexto actual, de continuar ignorando la influencia de la educación como el único medio para transformar la sociedad, lo más seguro es que el deterioro pueda dar paso a una descomposición social irreversible, sobre todo en los países en vías de desarrollo que cada vez invierten menos en este rubro.

Si se analizan las reflexiones de la UNESCO se han centrado en considerar que la educación debe enfocarse en que la educación tiene que adaptarse a las necesidades y cambios de la sociedad, basados en un modelo de un modelo de triple hélice: «universidad/estado/empresa», no obstante, si bien es cierto, dicho modelo permitiría un desarrollo social acorde a la globalización, de nada serviría si la formación en valores quedará en segundo término.

Los hallazgos de Moreno Jácome y cols. (2020), Escámez Sánchez (2001), García R y cols. (2006) refieren la participación de las Instituciones de Educación Superior (IES) para replantear su propósito y compromiso con la sociedad para la formación sólida de profesionistas con valores éticos y morales, así mismo; se desate la ejecución de políticas educativas orientadas a la educación en valores. La reflexión sobre esta temática debe abordarse desde la educación básica, es decir, en etapas tempranas de formación, pero no por ello la educación profesional debe prescindir de la misma o dar por hecho que el esquema de valores es suficiente y que no es necesario aportar más.

La educación superior debe asegurar la formación de un profesional reflexivo, comprometido con los problemas sociales, capaz de tomar decisiones a partir de un juicio crítico que le permita atender y dar alternativas de solución a los problemas que enfrenta la población, considerando que para llegar a esta etapa de ejercicio profesional, la ética es determinante en su formación (López López Y., & Farfán Mejía E. 2009).

En el área de la salud, la comprensión sobre los problemas que vive la población, demandan profesionales con una formación integral capaz de atender al paciente en términos de su problemática de salud con un amplio sentido ético (Caballero Uribe, C. V., & Alonso Palacio, L. M., 2010).

Es por ello, que la educación superior debe dirigir importantes esfuerzos en la inclusión de la ética y formación de valores en sus alumnos, de tal forma que esto contribuya a una mayor reflexión personal, consciente, libre y voluntaria que asegure la formación de mejores ciudadanos y mejores seres humanos (Spluga M. 2011).  De la pervivencia de valores dependerá en gran medida el desarrollo una sociedad en un ambiente más armónico y humano (Gómez-Carrasco, C. J., & Gallego-Herrera, S. 2016).

Los estudiantes son una población que aún se encuentra en formación y sobre la cual se deben orientar las mejores estrategias en recalcar y reafirmar los valores, la ética y los aspectos deontológicos que contribuyan al éxito profesional y que a su vez impacten en el desarrollo de la sociedad. Lo anterior, supone que los planes de estudio integren unidades de aprendizaje que contemplen la reflexión axiológica y deontológica dentro de la formación académica.

No obstante, aunque los objetivos de la educación se centren en el desarrollo y formación del estudiante, la responsabilidad debe ser compartida entre la institución formadora, los programas educativos y los docentes. La Institución educativa mediante su compromiso, visión, misión y apego a las políticas nacionales e internacionales a través de la adecuación de sus planes y programas de estudio ante las necesidades cambiantes de la sociedad.

Los docentes juegan un papel esencial al ser los actores más cercanos a los alumnos y quienes son los responsables directos de que los programas educativos cumplan su objetivo. La función del docente no debe limitarse al cumplimiento de objetivos de conocimiento; el proceso de enseñanza aprendizaje conlleva aspectos en los cuales interactúan la experiencia y capacidad del profesor, el dominio de conocimientos en el área de correspondencia, su habilidad para transmitirlos y manejo de aspectos pedagógicos; asimismo, aunado a la función de formación académica, los docentes también son modelos de conducta y referente de valores y actitudes para los alumnos.

El docente de nivel superior, cuenta con una formación profesional y experiencia en su área de desempeño, pero desafortunadamente, pocos han sido capacitados en aspectos pedagógicos sistemáticos que les permitan involucrar la importancia de la ética en la educación; algunos docentes desempeñan esta función sin mayor dificultad, no obstante, otros no le adjudican la importancia que amerita y se limitan a cumplir con el programa educativo; pero es justamente la ética la que debería guiar el profesionalismo docente, complementario a sus conocimientos y experiencia, ya que el docente es además referente de valores profesionales; un docente con amplios conocimientos sobre su área sin duda es valioso, sin embargo, si su desempeño no es ético, es más bien un riesgo para los alumnos, compañeros de trabajo e institución, como ejemplo se puede citar a quienes a cambio de “favores” otorgan una mejor calificación. 

Así, la influencia de un docente con un desempeño ético cuestionable, podría tener graves consecuencias en la formación académica de los estudiantes, por lo que, la capacitación continua del docente debería incluir la formación ética. Moreno-Jácome y cols. (2020), hacen referencia a la importancia de la “preparación del cuerpo docente en aspectos pedagógicos apoyándose de un diseño de escala valoral, acorde a las necesidades y contexto económico y social en el alba del siglo XXI, así mismo, que esto provoque la ejecución de políticas educativas orientadas a la educación en valores.”

La formación de valores en la educación superior debe ser un aspecto prioritario aunado a la formación académica y las IES deben considerar que su personal docente comparta la visión y misión institucional y que posea un esquema de valores que contribuya a lograr tanto los objetivos académicos como los valores morales de la institución (Estrada Molina, 2012).

Por lo anterior, es necesario realizar investigaciones que permitan conocer el esquema de valores docentes que existe en la realidad  tal y como lo perciben tanto docentes como alumnos para detectar mejor las áreas que requieren ser fortalecidas, identificar los problemas y dificultades de incorporar la dimensión ética en la función educativa del profesorado universitario y buscar soluciones que faciliten dicho objetivo para mejorar la calidad de la educación superior a partir de la docencia universitaria, con la visión de que estos sean compromisos del desempeño docente apegados a los principios esenciales del ser humano en sociedad, que estos sean percibidos por los estudiantes como ejemplo de la ética y la moralidad que la sociedad espera  para que contribuyan a cambiar el contexto actual en la medida que su ejercicio profesional lo demande.

La Universidad Autónoma del Estado de México, ha considerado la necesidad de establecer un  ”Decreto por el que se expide el código de ética y conducta de la  Universidad Autónoma del Estado de México”  y a través del cual “reconoce la necesidad de que la institución cuente con instrumentos que regulen la ética y la conducta de los universitarios…busca al mismo tiempo fomentar y fortalecer en los sectores del alumnado, del personal académico y del personal administrativo, un comportamiento regido por principios y valores en su interacción, tanto con quienes integran la comunidad universitaria como con la sociedad en general, reconociendo que el desarrollo y avance del país se encuentra íntimamente relacionado con el quehacer universitario que se pone al servicio de la transformación social, constituyéndose además como un pilar fundamental para lograr una sociedad más justa, libre, tolerante, humanista, igualitaria y solidaria”. Cabe entonces, cuestionarse cuál es el esquema de valores de los docentes y si esta corresponde a los requerimientos institucionales para lograr su visión y misión en la formación de recursos humanos en salud. Así mismo, si basta con los valores personales de los docentes o es necesario hacer reflexiones dentro de su capacitación continua que permitan introyectar las necesidades de formación desde una perspectiva ética a fin de asegurar que influyan positivamente en la formación de los alumnos.

El esquema de los valores de los docentes en el nivel superior, es una situación poco estudiada y poco considerada en el perfil del profesor al momento de su contratación, generalmente se da prioridad al currículo sobre todo en el ámbito de desarrollo profesional, también suelen evaluarse aspectos psicométricos y expectativas laborales, no así el esquema de valores éticos y morales, lo cual pudiera ser muy útil para atender situaciones de acoso, hostigamiento y circunstancias deshonestas relacionadas con la evaluación.

De acuerdo con López y Farfán (2009) una proporción importante de los estudios se enfocan a conocer la opinión de los estudiantes tanto de licenciatura como de posgrado sobre su situación valoral y la promoción de los valores profesionales y que el área donde se concentraron en menor medida los estudios de este tipo, se encuentran las ciencias de la salud, no obstante, esta área demanda una interacción social muy importante por lo que deberían fomentarse mayores estudios.

Es conocido que a través de la axiología se estudian los valores y antivalores. Los valores, son componentes de la estructura de la personalidad que determinan la forma de actuar del individuo, son buenos o malos desde un punto de vista moral, es lo que hace que apreciemos las cosas o a las personas o a los animales o al medio ambiente. Los antivalores, por lo tanto, evidencian la falta de interés o apreciación. Los valores colectivos más importantes constituyen los valores universales y estos a su vez son reconocidos en cualquier ámbito social.

MÉTODO

La investigación fue de tipo observacional, descriptiva, transversal y prospectiva.  Se aplicó un test axiológico para la detección de valores en 151 docentes de las licenciaturas de médico cirujano, nutrición, fisioterapia, terapia ocupacional y bioingeniería médica, sin límite de tiempo, elegidos en una muestra probabilística aleatoria por conglomerados. El instrumento para medir el esquema de valores se eligió a partir del estudio realizado por Álvarez R (2007), con una alfa de Cronbach = ,943; se agregaron algunas preguntas para identificar género, edad, licenciatura, tiempo de ejercer la docencia, importancia de la misma y si esta era su actividad principal. El fundamento del test axiológico reside en la reacción de agrado, desagrado o indiferencia que experimenta la persona al leer o escuchar un conjunto de palabras incluidas por categorías, posibilitando el conocimiento y fuerza o valoración de las mismas en el individuo; el test incluye diez  categorías de valores: corporales, intelectuales, afectivos, individuales, estéticos, morales, sociales ecológicos, instrumentales y religiosos, los cuales están representados en secciones de 25 palabras (por cada categoría de valor a evaluar), haciendo un total de 250 palabras. El puntaje máximo por categoría fue de 50 y el mínimo -50. El puntaje máximo total del test fue de 500. Los sujetos de estudio resolvieron personalmente los cuestionaros a partir de una serie de instrucciones sencillas para el llenado, en el cual debían llenar o tachar círculos con las opciones: Muy agradable (MA), Agradable (A), Indiferente (I), Desagradable (D), y Muy desagradable (MD) por palabra. Se resolvieron las dudas en cuanto a significado, se respetó la decisión de participar o no en el estudio y también su derecho a retirarse en el momento que el docente lo considerara necesario sin repercusiones de ninguna índole. Con base en la tabla 1 se clasificaron los tipos de valores.

Tabla 1. Categorías de valores

Categoría

Tipo de valor

Número de aspectos

A

B

Corporales

Intelectuales

1-25

26-50

C

D

Afectivos

Estéticos

51-75

76-100

E

F

Individuales

Morales

101-125

126-150

G

H

Sociales

Ecológicos

151-175

176-200

I

J

Instrumentales

Religiosos

201-225

226-250

Fuente: Álvarez R (2007)

 

Una vez contestado el test por el sujeto de estudio, se procedió a su calificación; el número de respuestas en la columna MA fue multiplicada por 2, mientras que las de A se multiplicó por 1, las de I, se multiplicaron por cero, D por menos uno y MD por -2. El puntaje total se obtuvo una vez que se realizaron todas las operaciones que se explicaron anteriormente, sumando y restando el valor de cada columna. Un punto de referencia es que cada categoría, no podría obtener más de 50 puntos, la suma total del test podría alcanzar un valor máximo de 500 puntos. Entre mayor fuera la puntuación se consideraba que la persona tendría más afinidad por el conjunto de palabras de cada categoría, lo cual significa que dicha categoría era más relevante en el esquema de valores; entre menor el puntaje, menor interés por el grupo de palabras en las mismas, por lo tanto, el valor característico de dicha categoría tendría menos presencia en el sujeto de estudio. El esquema de valores final fue considerado a partir de la sumatoria de las 10 categorías evaluadas y su análisis individual. Posteriormente los datos fueron analizados en Excel Windows 10.0

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se entrevistaron un total de 151 docentes: 48% hombres y 52% mujeres, la edad registrada estuvo entre 25 y 65 años con un promedio de 47 años; el 69% osciló en una edad entre 46 y 55 años. El 68% de los entrevistados tenía entre 6 y 15 años de ejercer la docencia, seguida de un 20% con una experiencia docente de 3 a 5 años y 7% entre 16 y 25 años como docente, sólo un 3.3% entre 0 y 3 años como docente, y un 1.3% con más de 26 años de vida docente. Lo anterior, muestra las características de la trayectoria de una muestra de los docentes que laboran en la facultad de medicina y pretende considerar estos aspectos como determinantes en la conformación de su esquema de valores.

Por lo anterior, cabe resaltar que la mayor parte de los docentes entrevistados se encontró en una etapa adulta madura y una experiencia docente considerable, entre 6 y 15 años, lo cual es importante señalarlo ya que como lo refieren Crisol, M. y Romero, M.A. (2014), “…la conciencia de la responsabilidad no se adquiere al ingresar en el profesionalismo sino que va naciendo y creciendo con el desarrollo paralelo de la inteligencia y de la voluntad ”, de ahí que puede considerarse que entre mayor es la experiencia, es más probable que el docente también posea una mayor consciencia del significado de la ética en la práctica profesional.

El 64.2% refirió a la docencia como su actividad principal, mientras que para el 35.8% es complementaria; asimismo, un 74.2% mencionó a la docencia como muy importante y apenas un 7.9% es poco importante, el restante 17.9% piensa que la importancia de la docencia es regular. Este resultado, es relevante en el sentido de que el nivel de importancia que una persona otorgue a una actividad, práctica u oficio, será determinante en su empeño por realizarlo de la mejor forma, si no le es importante, lo más probable es que desempeñe su actividad con un mínimo de interés, por lo tanto, será la actitud, que los alumnos percibirán del docente.

La facultad de medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México oferta 5 diferentes licenciaturas, de los 151 docentes entrevistados, el 49.7% fueron de la licenciatura de médico cirujano, 26.5% de la licenciatura en nutrición, 11.3% de la licenciatura de terapia ocupacional, 8.6% bioingeniería y 4% de fisioterapia. Los porcentajes se debieron al interés por participar en la investigación.

Al aplicar el test axiológico (Álvarez R.J., 2007) se encontró un puntaje promedio de 292.9 puntos de un total de 500 que representa el máximo alcanzable en el instrumento de investigación. No significa necesariamente, que el sujeto de estudio deba obtener un puntaje de 500, pero si refiere que entre más cercano a esta cifra se identifica mayormente con las palabras que conforman cada categoría de valores.

Gráfico 1

Se observó que todas las licenciaturas presentaron un promedio por arriba de 300 puntos, a excepción de bioingeniería médica, que presentó el puntaje más bajo en el test, con 232.8 puntos. La licenciatura en nutrición presentó los puntales más elevados, mientras que bioingeniería médica los más bajos.

Por categoría de valores, se encontraron los siguientes puntajes promedios: En los valores corporales, 33.6/50, intelectuales 32.5/50, afectivos 31.7/50, estéticos 28/50, individuales 31/50, morales 32.5/50, sociales 27.7/50, ecológicos 29.2/50, instrumentales 26/50 y finalmente en los religiosos 20.8/50.

A partir de estos resultados, el esquema de valores de los docentes de la facultad de medicina  tendría la siguiente secuencia: corporales, intelectuales, morales, afectivos, individuales, ecológicos, estéticos, sociales, instrumentales y finalmente los religiosos. 

Gráfico 2

Cabe destacar que los promedios se encontraron por arriba de 25 puntos que representa la mitad del puntaje en cada rubro a excepción de los valores religiosos, que se encuentra por debajo, así mismo, fue el único que presenta resultados negativos dentro de la encuesta. El hecho de que el 90% de los grupos de valores analizados se encuentre por arriba de 25 puntos, muestra por una parte que existe mayor afinidad por las palabras que caracterizan a cada grupo, tendiente más a una aceptación que a un rechazo,  esto muestra un equilibrio en la presencia de valores; es decir, el 90% de los valores, parecen encontrarse presentes en una proporción equilibrada como parte de la personalidad de los docentes, lo cual, podría ser considerado positivo ya que indicaría que estos valores caracterizan al personal docente.

La categoría que se refiere a lo religioso y que presentó los puntajes más bajos, quizás sea resultado de no coincidir precisamente con una religión en concreto, ni con los aspectos que pudieran estar relacionados con la misma, esto se debe a que la espiritualidad, tiene un significado muy diferente a religiosidad; es posible que exista más bien una tendencia hacia lo espiritual, la oración y un concepto muy personal de Dios, no apegado a profesar una religión en particular.

Es interesante destacar que los docentes de médico cirujano, nutrición, fisioterapia y terapia ocupacional, muestran una similitud muy estrecha en los diferentes grupos de valores, siendo aún más evidente, entre las licenciaturas de médico cirujano, terapia ocupacional y Fisioterapia.

Gráfico 3

Cabe hacer mención que los docentes de bioingeniería médica, presentan los valores más bajos en las puntuaciones en todas las categorías de valores.

El puntaje en valores intelectuales fue de 34.5/50, seguida de los valores morales con 30.1/50, en tanto que los puntajes más bajos fueron en la serie de valores instrumentales y religiosos con 12.1/50 y 13.1/50 respectivamente; esto podría deberse a los intereses propios de la profesión en la que destacan necesidades más enfocadas a las “ciencias exactas” y pudiera estar restando importancia a otro tipo de valores.

En las licenciaturas de médico cirujano, nutrición, fisioterapia y terapia ocupacional destacan las categorías de valores corporales, afectivos, morales, e instrumentales.

Al analizar los valores por categorías y en orden de mayor a menor porcentaje para establecer la jerarquización de valores, se encontró que el 69.6% de la población que refirió un puntaje de 31 a 50 puntos para el caso de los valores corporales (A), 61% para los valores intelectuales (B), el 66.2% para valores afectivos (C), y el 61.6% para valores morales (F).

Los valores individuales (E), el 57% de la población estableció puntajes entre 31 y 50 puntos, no obstante, llama la atención que el 39.8% estableció puntajes entre 11 y 30 puntos.

En tanto los valores ecológicos (H), el 54.9% de la población estableció puntajes entre 31 y 50 punto y 38.4% valores entre 11 y 30 puntos.

Los valores instrumentales (I), el 49% de la población estableció puntajes entre 31 y 50 y el 38.5% entre 11 y 30 puntos en esta misma categoría. En los valores sociales (G), el 48.4% de la población estableció puntajes entre 31 y 50, mientras que el 47% valores entre 11 y 30 puntos.

Los valores estéticos (D), el 48.3% de la población estableció puntajes entre 31 y 50 en tanto

que el 46.3% puntajes entre 11 y 30 puntos.

Los valores religiosos (J), el 30.5% de la población estableció puntajes entre 31 y 50; 33.1% puntuaron menos de 10, e inclusive valores negativos, 36.4% presentaron puntajes entre 11 y 30 puntos.

Los esquemas de valores encontrados por licenciatura podrían resumirse de la siguiente manera:

Médico Cirujano: Corporales, afectivos, morales, individuales, intelectuales, sociales, ecológicos, instrumentales, estéticos y religiosos

Fisioterapia: Corporales, afectivos, individuales, morales, instrumentales, intelectuales, ecológicos, estéticos, social y religioso

Terapia ocupacional: corporales, morales, afectivos, intelectuales, individuales, ecológicos, sociales, estéticos, instrumentales, religiosos

Nutrición: Morales, corporales, afectivos, intelectuales, individuales, ecológicos, sociales, estéticos, instrumentales y religiosos.

Bioingeniería médica: Intelectuales, morales, corporales, individuales, afectivos, estéticos, ecológicos, sociales, religiosos e instrumentales.

Gráfico 5

 

Al comparar el esquema de valores, resalta que en todos los docentes de las 5 diferentes licenciaturas, los valores corporales se encuentran entre los tres primeros lugares de importancia por puntaje obtenido, al igual que los valores morales, a excepción de fisioterapia que los ubican en 4 lugar. Los valores intelectuales se ubicaron entre el lugar 4 y 6, a excepción de Bioingeniería que lo ubica en primer lugar. Los valores individuales se ubicaron para todos entre la 3 y 5 posición. Por su parte los valores sociales y ecológicos se encontraron en las posiciones 6, 7 y 8 para las licenciaturas de médico cirujano, nutrición, terapia ocupacional y bioingeniería. Lo religioso e instrumental generalmente ocupan las últimas posiciones.

Médico Cirujano

Nutrición

Fisioterapia

Terapia Ocupacional

Bioingeniería médica

Corporales

Morales

Corporales

Corporales

Intelectuales

Afectivo

Corporal

Afectivo

Morales

Morales

Moral

Afectivo

Individual

Afectivo

Corporal

Individual

Intelectual

Morales

Intelectual

Individual

Intelectual

Individual

Instrumentales

Individual

Afectivo

Social

Ecológico

Intelectual

Ecológico

Estético

Ecológico

Social

Ecológico

Social

Ecológico

Instrumental

Estético

Estético

Estético

Social

Estético

Instrumental

Social

Instrumental

Religioso

Religioso

Religioso

Religioso

Religioso

Instrumental

 

DISCUSIÓN E INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

De acuerdo a Álvarez (2007) los valores corporales se refieren a aquellos que tienen relación con el cuerpo, tienen que ver en primer término con aspectos como el alimento, el descanso la salud y la higiene, en segundo término con la apariencia y estética del cuerpo, circunstancias que están vinculadas con la personalidad del individuo y dan importancia a estos aspectos, en docentes relacionados con el área de la salud, esto es relevante, pues es la imagen que proyectan a los alumnos y como es de esperar, la que ellos podrían asumir como parte del ser de un médico, un nutriólogo o un terapista físico u ocupacional.

En referencia a la categoría de aspectos afectivos, la clasificación de Álvarez (2007), está identificada por una disposición anímica de agrado caracterizada por sensación, emoción pasión y amor, es decir, aspectos que determinan la afectividad por las cosas o bien por el ser humano.

Los valores morales, que están identificados en tercer lugar en el esquema de valores encontrados en los docentes de médico cirujano, se refieren a las habilidades para juzgar y actuar en relación con el bien de los otros. Característica propia de un individuo que en su desempeño profesional buscará la recuperación de la salud y bienestar de sus pacientes. Por lo que no es de extrañar que esta categoría de valores forme parte de las prioridades en los docentes de esta profesión, inclusive antes de los valores individuales que se refieren a la autonomía, la conciencia del yo, entre otros, en que se podría justificar que el médico constantemente anteponga la atención de sus pacientes a su bienestar personal.

Los valores intelectuales se encuentran en el quinto lugar, a mitad de la escala de puntuación, está categoría se refiere a la facultad de entender, razonar y de aspectos que contribuyen a la construcción de conocimiento en la persona, lo que podría considerarse como la parte educativa y estudio, finalmente sin conocimientos sería imposible atender las necesidades de una profesión como la medicina.

La categoría de valores sociales, como su nombre lo indica son todos aquellos aspectos que determinaran la capacidad del individuo para interactuar con otros. La gran mayoría de las profesiones demandan este componente en la formación académica, debido a que el profesional se relacionará continuamente con otras personas a fin de atender necesidades específicas; el médico constantemente tendrá interacción con la población, por lo que esta categoría de valores debe encontrarse muy desarrollada, la comprensión y consciencia que se desarrolle en torno al tema social, le permitirá atender mejor las necesidades que demanda.

Los aspectos instrumentales, se refieren a la calidad de lo material, el dinero, sueldo, vivienda, etc, cuestiones que pueden ser realmente importantes para mantener un estatus socioeconómico relacionado con la calidad de vida, no obstante, aparentemente para los sujetos de estudio son necesarios, pero en su jerarquía de valores ocupan los últimos lugares.

Llama la atención la disposición de los valores ecológicos y estéticos, los cuales se refieren, en el caso de los primeros a aquellos relacionados con el cuidado del medio ambiente, la naturaleza y los seres vivos; en el caso de los segundos a la apreciación de la belleza y el arte que de alguna forma también son generadores de sensaciones y sentimientos. No obstante, las puntuaciones no están muy alejadas: 29.6 y 29.9, respectivamente.

Finalmente los valores religiosos, tienen que ver con el concepto personal de Dios que ha sido incluido en torno a elementos de tipo religioso, aunque tal vez no necesariamente deba encasillarse de esta forma, los aspectos de creencias y espiritualidad forman parte de un contexto que debe ser estudiado de manera más profunda, es posible que el instrumento presentado por Álvarez (2007) no permita hacer  un análisis más detallado en esta categoría de valores ya que no necesariamente se debe pertenecer y profesar una religión, aunque está ejerce una función muy importante en la formación de sus valores.

Lo anterior, es una apreciación del significado que representa la jerarquización de las diferentes categorías de valores analizadas en este estudio, hay que resaltar que todas las categorías se encuentran presentes en la población de estudio y que para ellos estas se encuentran aparentemente sin una diferencia significativa ya que puntúan en promedio entre 28.7 y 35.7 puntos de 50, sin considerar la más baja que fue de 22.9. No esperamos, sujetos perfectos, ni con escalas siempre elevadas ya que cada persona tiene una situación particular que lo ha definido, por lo que es posible un esquema muy característico, pero en este ejercicio nos ha permitido conocer qué tan semejante es en esta categorización

CONCLUSIONES

El esquema de valores en los docentes de médico cirujano, nutrición, fisioterapia y terapia ocupacional, muestran una similitud muy estrecha en las diferentes categorías de valores, siendo aún más estrecha, entre las licenciaturas de médico cirujano, terapia ocupacional y Fisioterapia.

Los docentes de bioingeniería médica, presentan los valores más bajos en todas las categorías de valores, mientras que los docentes de la licenciatura en nutrición, presentaron las puntuaciones más altas por categoría de valores.

En las 5 diferentes licenciaturas, los valores corporales se encuentran entre los tres primeros lugares de importancia por puntaje obtenido, al igual que los valores morales. Los valores intelectuales se ubicaron entre el lugar 4 y 6, a excepción de Bioingeniería que lo ubica en primer lugar. Los valores individuales se ubicaron para todos entre la 3 y 5 posición. Por su parte los valores sociales y ecológicos se encontraron en las posiciones 6, 7 y 8 para las licenciaturas de médico cirujano, nutrición, terapia ocupacional y bioingeniería. Lo religioso e instrumental ocuparon las últimas posiciones.

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