La Representación de Lo Nacional en el Cine Ecuatoriano: Análisis Fílmico de los Elementos Narrativos de El Rezador (2022) del Director Tito Jara

 

 

Richard Joel Acosta Briceño[1]

[email protected]

https://orcid.org/0009-0008-1362-8872

Investigador independiente

 

 

RESUMEN

 

Los cineastas ecuatorianos han demostrado tener interés por plasmar aspectos de lo nacional en sus films a través de los diferentes elementos que componen la cinta, en ocasiones para suplementar la trama de sus historias o permitir que las mismas avancen. Sin embargo, también suele incluirse estos elementos por el simple hecho de que el Ecuador haga presencia en dichos films. El Rezadr es una película ecuatoriana estrenada en el año 2022 en la cual se encuentran varias similitudes con otros films ecuatorianos. Por este motivo, el objetivo de este artículo es realizar un análisis a los elementos que componen este film ecuatoriano, y comprobar si estos elementos buscan representar características de lo nacional. Para ello, se utilizará una metodología que nos permita descomponer al film en partes más pequeñas y comprobar en que instancias el director representa al Ecuador, y de qué forma lo hace, si apoyan a la narrativa, o si simplemente buscan cumplir una cuota de incluir al país en los films. Este enfoque permitirá analizar las partes que componen el film con respecto a la representación, la narración y la comunicación. Las conclusiones permitirán identificar si el cine ecuatoriano sigue una fórmula que lo esta estancando, o si por el contrario existe una evolución en la forma de narrar historias.

 

Palabras clave: el rezador; cine ecuatoriano; nacionalismo; elementos narrativos.

 

 

 

 

 

 

 

 


 

The Representation of the National in Ecuadorian Cinema: Film Analysis of the Narrative Elements of El Rezador (2022) by Director Tito Jara

 

ABSTRACT

 

Ecuadorian filmmakers have shown an interest in capturing national aspects in their films through the different elements that make up the film, sometimes to supplement the plot of their stories or allow them to advance. However, these elements are also usually included for the simple fact that Ecuador is present in said films. El Rezador is an Ecuadorian film released in 2022 in which there are several similarities with other Ecuadorian films. For this reason, the objective of this article is to carry out an analysis of the elements that make up this Ecuadorian film, and check if these elements seek to represent national characteristics. To do this, a methodology will be used that allows us to break down the film into smaller parts and check in which instances the director represents Ecuador, and in what way he does so, if they support the narrative, or if they simply seek to meet a quota of including the country in the films. This approach will allow us to analyze the parts that make up the film with respect to representation, narration and communication. The conclusions will allow us to identify if Ecuadorian cinema follows a formula that is stagnating it, or if, on the contrary, there is an evolution in the way of telling stories.

 

Keywords: el rezador; film analysis; ecuadorian cinema; nationalism; narrative elements.

 

 

 

Artículo recibido 21 agosto 2023

Aceptado para publicación: 26 septiembre 2023

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INTRODUCCIÓN

El Rezador del director Tito Jara es un film ecuatoriano estrenado en el año 2022. El cine ecuatoriano se ha caracterizado por resaltar “lo nacional” a la hora de contar sus historias. El mismo Tito Jara, en su anterior film A tus espaldas del año 2011, siguió con esta tendencia de centrar una gran parte de este trabajo audiovisual en resaltar la identidad nacional ecuatoriana, tal y como lo venían haciendo films como Ratas, ratones, rateros (Sebastián Cordero, 1999) o Prometeo Deportado (Fernando Mieles, 2010), por citar algunos ejemplos. Mediante un análisis fílmico, se identificará los diferentes elementos narrativos que componen el film El Rezador. Una vez identificados, se comprobará si estos elementos contribuyen a la representación del nacionalismo ecuatoriano, o al menos a la idea que el cine a construido sobre lo que representa al Ecuador. El cine, al ser un medio audiovisual, ofrece una narrativa compleja en dónde todos y cada uno de los elementos que componen un film forman parte de las ideas que se buscan transmitir a los espectadores. Según Tarín Gómez (2006) para realizar un análisis fílmico completo es necesario descomponer el film en sus elementos constituyentes, es decir, deconstruir o describir, y luego establecer relaciones entre tales elementos para comprender y explicar los mecanismos que les permite constituir un todo significante, es decir, reconstruir o interpretar. Por lo tanto, será necesario analizar los elementos narrativos de forma individual para entender que función cumplen y luego comprender como estos elementos en conjunto crean un significado, el cuál es la idea que el film busca transmitir. Siguiendo este proceso, se verificará si al igual que otros films ecuatorianos, El Rezador busca representar el nacionalismo ecuatoriano.

El constante deseo de los cineastas ecuatorianos por representar una identidad ecuatoriana en sus films, genera grandes problemas, incluido el hecho de que se limita el alcance de estos films y como resultado la industria no puede crecer con historias más frescas. Un motivo por el cual los films ecuatorianos siguen esta fórmula es que el cine del Ecuador como tal, aún no ha sido globalizado y únicamente tienen como audiencia objetiva al espectador ecuatoriano. Si bien, muchas de las historias que se han visto en la filmografía del Ecuador pueden entenderse fácilmente sin ningún contexto adicional, en ocasiones existen detalles para los cuales es necesario ser ecuatoriano si se quiere entender la esencia del film en su totalidad. El cine ecuatoriano tiene un antes y un después desde Ratas ratones, rateros, según explica Castro (2012) este film fue la primera obra cinematográfica realizada en el país que no era una adaptación literaria ni histórica. Sin embargo, sí que mantiene, con relación a esas adaptaciones, la necesidad de reflejar “lo nacional”. A partir de eso, muchos ecuatorianos parecen tratar de imitar lo que Sebastián Cordero hizo en este film, y por ello la corrupción, la delincuencia, y la falta de valores éticos y morales, serán una constante en la filmografía ecuatoriana. Como resultado a muchas personas no les gusta y no consumen cine ecuatoriano. Antes de 1999, los films del cineasta Camilo Luzuriaga La Tigra (1989), o Entre Marx y una Mujer Desnuda (1996), eran los mayores exponentes del cine ecuatoriano, siendo adaptaciones de las novelas homónimas pertenecientes a la literatura ecuatoriana. En ambos casos, el contexto político y social forman parte de la trama, como resultado el significado de ser ecuatoriano está presente. Esto va arraigado al hecho de que las novelas ecuatorianas en las que se basaron ambos films forman parte de la cultura ecuatoriano, por lo que el contexto de lo nacional está presente. En el film El Rezador esto no aplica puesto que la historia se trata de un guion original escrito por el mismo director Tito Jara. Es decir, que el escritor no tuvo la obligación de plasmar ningún elemento que se relacione a la cultura ecuatoriano, ya que tuvo libertad de contar una historia desde cero. El producto final es una obra de suspenso, la cual se pretende analizar para verificar si el nacionalismo tiene relevancia en la misma, limitando que más audiencias logren disfrutar de la cinta.

Además, se puede afirmar que existe un problema derivado de esta causa, ya que, si bien el cine ecuatoriano limita su audiencia al centrarse demasiado en lo que significa ser ecuatoriano, también se comete el error de limitar la audiencia a un sector más exclusivo, marginando así al resto de espectadores. Esto se debe a que realmente, no se representa un nacionalismo acertado, sino que, por el contrario, muchos de los films tratan de imitar la fórmula de Ratas, ratones, rateros y resaltar únicamente aspectos negativos de lo nacional. En la investigación realizada por Santiago Estrella Silva (2017), en la que, entrevisto a diferentes grupos culturales ecuatorianos, la mayoría de encuestados miran al cine local como el retrato de una problemática de la sociedad que no quiere salir adelante, además de que indicaron que preferirían que se retrataran valores más positivos, como tradiciones, lo cual no está presente en películas ecuatorianas. Los ciudadanos encuestados, están de acuerdo que las realidades que se plantean en los films nacionales no conectan con sus vivencias cotidianas. Esto ha estado presente en varios films ecuatorianos, tales como Cuando me toque a mí (Dir. Víctor Arregui, 2007), Pescador (Dir. Sebastián Cordero, 2011), Mejor no hablar de ciertas cosas (Dir. Javier Andrade, 2013), por mencionar algunos ejemplos, en donde el punto en común de estos films es que representan lo nacional de forma negativa e incluso decadente en donde la violencia y la falta de valores es el único eje central que se resalta como parte del nacionalismo ecuatoriano. Si bien, mantener la esencia del Ecuador presente en los films nacionales parece necesario, puesto que, una característica del cine fuera de Hollywood es que siempre busca representar la cultura perteneciente al lugar donde se realizó el film. Tal y como sucede con los films del director italiano Federico Fellini, en donde el siempre busca representar los aspectos culturales y sociales de Italia, films suyos como Roma (1972), o Amarcord (1973), son claros ejemplos de cómo la identidad nacional de Italia esta plasmada en las películas producidas en el país europeo. “El discurso de la identidad se construye desde un espacio histórico, basado en las creencias y la problemática social de aquel momento, y el cine va cambiando de acuerdo con nuevas realidades, donde su objetivo es cuestionar lo que se dice y lo que se muestra” (Vilatuña Moreno, 2018). Estos dejan en claro que representan su país mediante la comida, los acentos, los modismos del lugar, los escenarios, en si los elementos que componen los films evocan a los países propios. No obstante, el error que existe en el cine ecuatoriano es reflejar únicamente una pequeña parte del país, con la que ni siquiera los mismos ecuatorianos se sienten identificados.

Antecedentes

Al igual que Cordero, o Luzuriaga, Jara también demuestra un interés en representar este nacionalismo ecuatoriano en sus films. En su opera prima A tus espaldas, el Ecuador juega parte central de la trama. Por ejemplo, la división de las clases sociales entre Quito norte y sur, incluyendo el espacio físico que es separado por la estatua de la virgen, o la forma en como las personas hablan e interactúan entre si dependiendo de la zona en la que viven. Y más evidente aun, las diferencias económicas que se muestran entre ambas clases sociales, en donde la delincuencia forma parte de las clases económicas más bajas y la corrupción forma parte de la clase alta. El motivo de esta tendencia es explicado por Byron Reinoso Sánchez (2013), quien sugiere que el sistema narrativo y estético que se propone en la película ecuatoriana Ratas, ratones, rateros es un reflejo de la vida que se desarrolla en los lugares marginales del país, razón por la que muchas personas se identifican con el film. Entonces, este nacionalismo fue en primer lugar el motivo del éxito de Ratas, ratones y rateros, y en este caso, es natural que el film al ser el primero en muchos aspectos narrativos opte por representar lo nacional desde este punto de vista violento, lleno de corrupción y un ambiente de pobreza. Jara vuelve a proponer esta división en su nueva obra, un poco más específica en esta ocasión, ya que la trama del film sucede en el barrio de Atucucho ubicado en la ciudad de Quito, un pueblo bastante humilde en donde en ocasiones las personas son bastante inocentes e ignorantes con respecto a diferentes temas, quizá por la falta de educación y oportunidades debido a su posición económica por lo que están vulnerables a la presencia de alguien que busca aprovecharse de su situación para su beneficio propio. En cualquier escenario, aunque la división no es tan clara como en A tus espaldas, sí que podemos decir que este pueblo está marginado del resto de la ciudad. La identidad nacional plasmada en los films ecuatorianos va más allá de representarla directamente, sino que, en un film se puede incluir a través de los varios elementos que lo componen, es decir que, aunque los diálogos y la trama principal no traten exclusivamente sobre lo nacional, otros elementos si harán referencia a lo mismo. Por ejemplo, Marlon Muñoz Palaquibay (2018) explica que Ratas, ratones, rateros retrata una parte del país y de su historia nacional, que, aunque no aparezca en ninguna postal se palpita desde las calles, estableciendo así una relación con ese pasado histórico del cual todos somos parte. Se entiende que los elementos que conforman la película ya sean escenarios, decoraciones, diseño de vestuario, sonido y demás, hacen alusión a que la historia que presenta el film tiene al ecuador como aspecto importante de su narrativa.

Justificación y objetivo

El motivo para realizar este análisis fílmico es demostrar si el cine ecuatoriano está estancado y esto le impide alcanzar nuevas audiencias. Los films ecuatorianos al centrarse demasiado en los mismos temas repitiéndolos una y otra vez, impide la creación de nuevas obras que aludan a valores con los que no solo todos los ecuatorianos se puedan identificar, sino que tengan un alcance de espectadores de todo el mundo. En primera instancia, El Rezador pese a ser un guion original y haberse estrenado en el año 2022, sigue manteniendo similitudes con el film Ratas, ratones, rateros, aun cuando existe 23 años de diferencia entre ambos films. Sin embargo, se aprecian diferencias en cuanto a la forma de narrar la historia y representar al ecuador. Como objetivo se planea analizar si estas diferencias son una evolución o simplemente son una diferente manera de seguir estancados en la misma narrativa. “En el ficcional ecuatoriano actual nos encontramos, en algunos casos, con una buena realización, más la historia no conecta. Los directores ecuatorianos están olvidando que muchas veces lo que quieren mostrar, individualmente se entiendo, pero colectivamente no” (Loaiza Ruiz & Gil Blanco, 2015). Esto limita que no exista una conexión con una audiencia más amplia, y por lo tanto las personas que vean dichos films no los recomendaran, impidiendo que la audiencia crezca.

METODOLOGÍA

El método con el que se realizara este análisis fílmico es el método de Francesco Casetti y Federico Di Chio. Eugenio Sulbarán Piñero (2000) explica que este método consiste en determinar las tres instancias básicas que debe contener el análisis fílmico: la representación, la narración y la comunicación. La representación es definida como la puesta en marcha de una reproducción, analizable a partir de la puesta en escena, la puesta en cuadro (encuadre) y la puesta en serie (el montaje). La narración debe estudiarse partiendo de sus componentes: acontecimientos, personajes, situaciones y transformaciones. Finalmente, la comunicación se basa en el estudio del emisor como narrador, del receptor como narratario y el punto de vista. El equipo desarrollador de El Rezador tomó varias decisiones con respecto al guion, fotografía, dirección, iluminación, producción en general, ya sean decisiones artísticas y/o técnicas, estás forman parte de la narrativa del film y de los significados que se buscan contar a los espectadores. Consecuentemente, la información transmitida por este film puede ser emitida por los diferentes elementos, o complementándose dos o más de estos elementos. Por ejemplo, la puesta en escena puede usarse para resaltar aspectos de la vida del personaje, quien a su vez aporta a la historia a través de diálogos y acciones, y el mundo que lo rodea ayuda a que se generen situaciones en donde este personaje interactúa. Mediante este método, se identificará si estos elementos conservan ese deseo de representar lo nacional tal y como lo han hecho otros films ecuatorianos. “Se entenderá como lo nacional al grupo de personajes, espacios, condiciones, relaciones y demás características presentadas en pantalla para evocar al ecuador y sus habitantes, en uso de esta noción se seleccionarán secuencias que contengan los elementos antes citados y se someterá dichos elementos al método de la representación” (Muhlethaler, 2017).

Resumen

Antes de analizar los elementos de este film, es importante saber de qué se trata el mismo. La historia de El Rezador gira alrededor de Antanacio, un estafador interpretado por Andrés Crespo, conocido como el rezador. Este se encuentra metido en problemas con el crimen organizado, al mismo tiempo que presenta problemas de salud y una adicción a las sustancias ilícitas. La forma en la que gana dinero es aprovechándose de la fe de otras personas, incluyendo trabajos como curandero o falso padre que reza en misas y funerales con el fin de obtener ingresos de fieles creyentes. Al inicio del film Antanacio explica que debido a la muerto de un niño por culpa de sus supuestos medicamentos como curandero, se encuentra sin trabajo y le debe dinero a esta organización criminal. Para solucionar sus problemas, el camino de Antanacio se ve entrelazado con el de una familia de un barrio pobre de Quito, Atucucho, quienes afirman que su hija, Gema, tiene el poder de ver a la virgen y la reconocen como una santa. Antanacio, aprovecha esta oportunidad para iniciar un negocio y ganar dinero en base a los supuestos poderes de la niña y la fe de las personas. Pese a conocer la verdad sobre la niña, Antanacio eventualmente termina creyendo en los supuestos poderes de ella. Mientras su enfermedad va deteriorando su salud, Antanacio inicia una relación con la madre de la niña, Nela interpretada por Emilia Ceballos, buscando escapar con ella y tener un nuevo inicio. Eventualmente, sus planes no salen como él esperaba, y las únicas que escapan son Gema y su madre, mientras que a Antanacio le toca una muerte violenta.

El Análisis Fílmico

Partiendo del método planteado anteriormente y el resumen del film, se procede a analizar los elementos que componen al film de manera individual para comprender de mejor manera el mensaje del film, al igual que verificar si lo nacional está presente en este film de la misma manera como ocurre con otros films ecuatorianos.

Análisis de la representación

Como lo plantea el método de análisis fílmico de Casetti y Di Chio (1990), la representación se la puede separar en tres partes, la puesta en escena, la puesta en cuadro y la puesta en serie. Que en conjunto se denomina Mis-en-scene, el cual es un término francés que se refiere a los elementos que componen cada escena, incluyendo el diseño de producción, la iluminación, la composición, vestuario, actores, props (ítems o accesorios), y cualquier elemento que el director considere necesario, creando en ocasiones metáforas visuales o simbolismos, que representan algún punto importante para la trama. Tito Jara ya ha hecho un uso importante de estos elementos para apoyar su narrativa, según explica Kevin Dueñas Núñez (2022) La cinematografía en la narrativa de A tus espaldas, configura en un conjunto de imágenes simbólicas religiosas, con los que inculca a la identidad nacional: la virgen, el dialecto regional, la vestimenta y además del español como única lengua oficial han formado la imagen nacional proveniente desde el mito tradicional. Además de que se plasma la crítica al estatus social y al tradicionalismo.

La puesta en Escena

La puesta en escena hace referencia a los elementos físicos que comprenden una toma. Elementos que se consideran durante la pre-producción del film y que son de vital importancia durante la filmación, a continuación, se procede a analizar el uso de estos elementos en momentos clave del film.

Primeramente, el diseño de producción. Cuando hablamos de este elemento nos referimos al escenario cinematográfico, es decir todo lo que compone el fondo de la imagen, habitaciones, casas, paisajes, decoraciones, en pocas palabras el mundo que rodea al personaje. Los escenarios en este film juegan un rol fundamental, no solo a la hora de crear un ambiente, sino también como elemento narrativo. El film al haber sido filmado en el país y la historia estar ambientada en Ecuador, es evidente que los paisajes, diseños de arquitectura, interiores y demás, representen lo nacional. Sin embargo, el arte del cine es complejo, puesto que los elementos que componen el diseño de producción están colocados ahí de manera intencional. El director sitúa la trama en Atucucho, porque es importante para el desarrollo de la historia, sin embargo, esta ciudad en ningún momento toma el protagonismo del film, lo que significa que incluso las personas que no estén familiarizadas con dicha ciudad puedan seguir la trama fácilmente. Al mismo tiempo, las dos locaciones que tienen relevancia en la historia son la casa de la familia de Gema y el templo que se piensa reconstruir. Ambos lugares hacen referencias a aspectos religiosas, apoyando la narrativa que se quiere presentar, y nunca desviando su objetivo. Al hablar de religión, la audiencia es más amplia, por lo que es sencillo relacionar estos espacios con el supuesto don de la niña. A diferencia de otros films ecuatorianos, El Rezador no hace uso de su diseño de producción para resaltar la presencia de lo nacional en el film, sino que lo aprovecha para beneficio de su historia.

Por otro lado, el diseño de vestuario como elemento del film es muy importante, ya que por un lado un buen diseño de vestuario incremente la calidad visual de un film, véase en los dramas históricos. Aún más importante, el diseño de vestuario sirve como medio para transmitir información, ya sea directa mostrándonos parte de la vida del personaje, o de manera simbólica siendo usada por parte del director para detonar metáforas visuales. Por medio del vestuario se puede trasmitir parte de una cultura, por ejemplo, en el film La Tigra, conocemos más sobre este poblado ecuatoriano, y a lo que se dedican en base a la ropa que usan. Mientras que en Ratas, ratones y rateros el vestuario es utilizado para resaltar la separación que existe entre la costa y la sierra. Ángel quién es de la costa, utiliza una camiseta del equipo de futbol ecuatoriano Barcelona, lo cual ayuda a remarcar los orígenes de este personaje y como ese es un aspecto muy importante de su vida. Sin embargo, esto puede ser un arma de doble file debido a que resultaría difícil de identificar la metáfora visual para alguien que no sea ecuatoriano, salvo que este familiarizado con el futbol del país, además de caer en lo estereotípico. Tito Jara, por otro lado, no utiliza este tipo de recursos en El Rezador, sino que más bien la ropa de los personajes es casual y común, por decirlo de cierta forma, lo que provoca que todo tipo de espectador se identifique fácilmente con los personajes. Hay instancias en que este elemento es utilizado para apoyar la narración del film y para resaltar la personalidad de los personajes, tal y como sucede con el vestido blanco que utiliza la niña Gema, en referencia a su pureza y su supuesto don para ver a la virgen María. Acertadamente, el vestuario es utilizado como un recurso que apoya la historia, y no para presentar un concepto ecuatoriano que pueda no significar nada para una audiencia no familiarizada con el mismo.

Adicionalmente, de manera similar al vestuario, el maquillaje y la peluquería son elementos que están representados de la manera más casual en el film, usualmente son utilizados para resaltar situaciones específicas como el avance de la enfermedad de Antanacio. En menor instancia, estos elementos se usan para separar las clases sociales. Como vemos, las personas que habitan en el pueblo de Atucucho, tienden a ser más sencillas con respecto a su apariencia física, una manera eficaz de representar su situación económica. Mientras que la reportera está mejor arreglada físicamente e incluso se resalta su belleza, consiguiendo así una buena representación de su apariencia en cuanto a su profesión. Tanto el vestuario como el maquillaje y peluquería en conjunto sirven para separar a los personajes y distinguirlos, darles personalidad y trasfondo que serán complementados con el guion y las actuaciones. Las decisiones sobre estos elementos son tomadas con la intención de separar a los personajes de acuerdo con su rol dentro del film. Por un lado, la organización de la tía con la que Antanacio está involucrado son fácilmente identificables debido a la presencia que generan por su apariencia. Por otro lado, el pueblo de Atucucho son gente ordinaria que mayormente se dedican a negocios pequeños. Pero, en ningún momento se presume de utilizar estos elementos para resaltar o representar el nacionalismo ecuatoriano.

Además, están los accesorios, ítems u objetos, que se utilizan en el film y que tienden a usarse en favor de la trama. Por ejemplo, las pastillas para demostrar las adicciones del protagonista, las figuras religiosas que crean la atmosfera que el film trata de construir. Los pocos elementos que hacen referencia a Ecuador únicamente sirven para complementar los escenarios, dígase los ítems que aparecen en las tiendas, los ítems que venden las personas en la calle, etc. Que en general, no tratan de introducir la presencia de lo nacional de manera artificial, sino que su uso se siente natural y por ningún momento entorpece la historia. Inclusive elementos un poco más importantes como lo es el dinero, que a lo largo del film no tiene mayor significado más que el hecho de servir como una motivación y un punto para el conflicto.

La Puesta en Cuadro

La puesta en cuadro también conocida como puesta en cámara se refiere al encuadre, es decir, a todo lo que se decide incluir dentro de los fotogramas de la película durante la filmación. Este concepto va de la mano con la puesta en escena, ya que mientras la primera se refiere a la composición del set como tal en conjunto a las actuaciones, personajes, iluminación, entre otros, la puesta en cuadro es un elemento un poco más técnico y en general se refiere a la posición de la cámara y al bloqueo que esta realiza, es decir, a los elementos del mundo ya construido por la puesta en escena que se deciden mostrar en el resultado final. Para ellos influye, el movimiento de la cámara, la composición, el uso de los lentes, la posición de la cámara con respecto a las luces, y ultimadamente a lo que el director en conjunto con el director de fotografía busca capturar en la toma, es decir a la cinematografía. De usarse correctamente, el concepto de la puesta en cuadro puede conseguir que una escena tenga significado propio, fuera del dialogo y acciones de los personajes, y que ayude al desarrollo de la historia al añadir mas contenido. Además, una sola escena puede contener diferentes significados coexistiendo al mismo tiempo. “A la imagen cinematográfica le es muy difícil significar un solo enunciado a la vez ya que todo plano contiene virtualmente una pluralidad de enunciados narrativos que se superponen” (Gaudreault & Jost, 1995).

La cinematografía de El Rezador es bastante componente técnicamente hablando, pero no solo eso, sino que al momento de aportar a la historia también es muy eficaz. Por ejemplo, al inicio del film, vemos como un trabajar entra en una obra en construcción, y se da cuenta que algo tétrico se encuentra detrás de él, la cámara se mueve lentamente revelándonos que se trata de un muerto colgado. La escena de por si tiene mucho significado, ayuda a crear suspenso y consigue la atención de los espectadores, además de que la composición alude a una figura religiosa demostrando que la religión será parte importante del film. El uso de la luz además de resaltar la imagen también ayuda a esconder el cadáver para que el espectador no sepa de quien se trata sino hasta el final del film.

Por otro lado, esta cinematografía también llega a ser usado para representar elementos nacionales del país. Como se mencionó, al igual que con su otro film, A tus espaldas, el directos Tito Jara, juega con la idea de presentar la separación de clases sociales del país. Esto es evidente al utilizar la cinematografía para hacerlo notar, mientras que el barrio Atucucho es un barrio pobre, se sabe que Antanacio tiene ambiciones más grandes, es por ello por lo que se le ve contemplando la gran ciudad desde el techo de la casa de la familia de Gema. Una imagen que sin palabras o dialogo, nos habla de cuáles son sus sueños, y de cómo él se siente atrapado al no poder salir. El pueblo actúa como el lado más pobre de la ciudad, con un protagonista que contempla un mejor futuro para él y para gema y su mama, y al igual que en A tus espaldas, ese mejor futuro se encuentra lejos del pueblo pobre en que se encuentran.

La Puesta en Serie

La puesta en serie se refiere a el montaje o edición, que es básicamente el proceso final de una producción que consiste en unir las diferentes escenas para darle sentido y ritmo al film. Adicionalmente, el montaje puede crear nuevos significados al film, para Rocío Delgadillo Velasco (2011) el montaje puede comunicar estética, filosofía, ideología y estados de ánimo. Puede ser coherente o no con su contenido explícito y así significar más desde la forma. Así, este elemento juega un rol importante en la forma en que la historia de El Rezador es contada. Al inicio del film, se nos introduce una escena que en realidad es el final del film, para luego transportarnos al pasado y empezar la historia ahí. Este recurso fue implementado de manera similar por el director Tito Jara en su trabajo anterior A Tus Espaldas (2011). Sin embargo, en este film tiene un propósito ya que busca generar intriga y suspenso desde el primer momento, después de todo, ese es el objetivo de este film al ser del género de suspenso. De todas formas, es imposible no relacionar esta técnica con su previo trabajo y por ende con otras películas ecuatorianas, quitándole un poco de autenticad a su nuevo proyecto y estancando un poco la evolución del cine nacional.

La puesta en serie en este film no pretende desviar la atención de la trama principal para resaltar aspectos nacionales como si lo A Tus Espaldas. En dicho film Jara juega con la ubicación de la ciudad para incluirla en las transiciones, al igual que la estatua de El Panecillo y la ciudad de Quito en general está constantemente presente. En El Rezador, no es tanto la cultura ecuatoriana la que se representa, sino una experiencia humana de cómo viven las personas. Por eso el montaje de este film no excluye a otras audiencias ya que únicamente presenta elementos que van conectados a la trama, en lugar de desviarse para cumplir la cuota de inclusión nacional.  Por ejemplo, en las escenas de la gente de Atucucho vendiendo o asistiendo a misa, existen cortes de edición que nos presentan acercamientos y se aprecia detalles de la vida ecuatoriana, como su comida, sus vestimentas, sus tradiciones. Sin embargo, esto solamente sucede como transiciones para demostrarnos lo que sucede en la trama. Mientras que, en otras películas, estos montajes que utilizan escena tras escena usualmente buscan resaltar aspectos de la cultura como los paisajes, monumentos, o aspectos que de manera directa explique lo que significa ser ecuatoriano.

El Análisis de la Narración

El método utilizado plantea que la narración debe estudiarse partiendo de sus componentes: acontecimientos, personajes, situaciones y transformaciones. Es a través de la narración que, además, la identidad nacional es usualmente más marcada y donde más fuerza toma, especialmente si consideramos que, a partir de Ratas, ratones, rateros el cine ecuatoriano paso a formar parte de la tendencia de crear cine de marginalidad, en donde dichas representaciones se les relaciona con lo nacional. “En este sentido se produce un desplazamiento de las macro-temáticas vinculadas a los sujetos revolucionarios, los destinos colectivos y la historia nacional hacia temáticas menores de los sujetos marginales, la imposibilidad de futuro, la violencia callejera y la cotidianidad en la gran urbe. Con este cambio de terreno, se introduce el conflicto en el discurso de la identidad, entendido como la afirmación de una unidad nacional o latinoamericana, homogénea y cerrada a partir de la cual se afirman la autenticad del cine y la cultura” (León, 2005). Esta narrativa no es solo un producto de querer representar lo nacional, sino de continuar con lo que empezó haciendo el film de Cordero. Si bien, Ratas, ratones, rateros, marco un punto importante en el cine ecuatoriano, abriendo varias puertas, también es responsable de que el cine que le procedió carezca de una amplia representación de la cultura ecuatoriana, y por el contrario represente valores negativos, como la violencia y el realismo más bajo de la sociedad.

Personajes

Es a través de los personajes que la trama se desenvuelve, sin experiencia humana, no existe conflicto. No por nada la historia se mueve a través de ellos, los espectadores estamos constantemente observándoles, escuchándolos y aprendiendo de ellos. Por ello, a diferencia de otros elementos que componen el film, los personajes son activos y directos al momento de contar la historia. Estos no se basan en otros recursos externos para contar sus ideas, sino que directamente se expresan mediante diálogos y acciones que la audiencia puede entender fácilmente y relacionarse.

Si analizamos a los personajes principales de la serie, rápidamente entramos en los problemas que planteaba la investigación de Santiago Estrella. La representación en pantalla es mayormente negativa, y es que al igual que con films como Ratas, ratones, rateros o Pescador, es bastante difícil encontrar un solo personaje que sea bueno, no hablando de si está bien escrito, sino bueno en el sentido de que represente valores positivos. Los personajes con estereotipos pueden llegar a ser perjudiciales para el espectador, Roberto Rosero Ortega (2017) explica que un personaje dentro del film es una figura con la que el espectador o la audiencia pueden identificarse como algo semejante a su entorno. Esta identificación depende de los rasgos culturalmente mostrados y compartidos, donde el espectador o la misma audiencia se siente y se ve proyectada en la pantalla. Aunque algunos tengan características ecuatorianas, puesto que los personajes son ecuatorianos, ellos no resaltan ningún aspecto positivo de la cultura, en su mayoría se encasillan demasiado en esta idea de ser malas personas, por lo que en lugar de representar lo nacional de una forma en que el público se identifique, logra el efecto contrario, excluyendo a su propia audiencia objetiva que son los ecuatorianos.

Empezando con el protagonista, Antanacio, es un personaje trágico que está involucrado en problemas legales y adicciones, lo cual no parece un problema en general, pero la cosa cambia cuando aprendemos que no solo es corrupto y drogadicto, sino que representa “la viveza criolla”, concepto ecuatoriano que se refiere a alguien que cree ser más inteligente y abusa de su situación para aprovecharse de personas que él considera son incautas e inferiores a él. El giro al final del film en donde indica que el personaje de Antanacio siempre fue la mente maestra que controlo todo y estafo a la familia lejos de ser sorprendente o apoyar a la trama, únicamente genera un mal sabor de boca por lo falso que se siento, además de seguir con este estereotipo de los pueblerinos ignorantes que son fácilmente engañados. En una escena incluso, el padre de la niña, Carlos, le comenta a Antanacio que no confiaba en él en un inicio debido a su color de piel. Una especie de racismo que habla de cómo los serranos mestizos viven desconfiados de los blancos por el trato abusivo que han recibido a lo largo de la historia del país.

El papá de Gema, Carlos Toapanta interpretado por Carlos Valencia, representa el machismo puesto que él busca tener un control sobre la vida de su esposa, sintiéndose dueño de esta, además de que parece que le interesa más el dinero en lugar de la salud de su propia hija. Adicionalmente, siempre busca resolver los problemas con violencia, ya sea física o sicológica.

La madre, si bien no se muestra violenta físicamente durante casi todo el film, sí que muestra una actitud amargada y una violencia psicología todo el tiempo. Le gusta jugar el papel de víctima, a pesar de que ella mismo hace malas cosas a lo largo del film, y en todo momento responde a las personas con una total falta de educación, es grosera y mal hablada. Algo que no representa en nada a las mujeres ecuatorianas. Además, asegura que debería tener algo mejor para ella, a pesar de que no trabaja en nada y espera que las cosas se solucionan por otras personas mientras ella sigue victimizándose, una deconstrucción de lo que es la mujer fuerte que ya vimos en otros films ecuatorianos como en Qué tan lejos (Tania Hermida, 2006).

Gema es más bien un recurso narrativo en lugar de un personaje complejo, ella sirve para que la trama avance, pero al tratarse de una niña como personaje no aporta absolutamente en nada a la historia.

Finalmente, personajes secundarios y terciarios como los socios de Antanacio, la tía, la periodista, e incluso los fieles creyentes que buscan a la niña, ninguno de ellos representa un valor positivo, solo negocios ilegales en el caso de los primeros, corrupción por parte de la periodista, y finalmente ignorancia y violencia por parte de los creyentes, durante la trifulca que asesina a una persona, o al tomar justicia por mano propia al final del film, solo son un reflejo de una sociedad en declive que claramente no representa a los miles de ecuatorianos honestos, trabajadores, educados, etc.

Los Acontecimientos

Uno de los acontecimientos más importantes del film es la muerto de uno de los creyentes en el disturbio que ocurre durante la gran misa que se realiza en honor a Gema. Durante este evento, podemos ver de mejor manera como interactúan los personajes entre sí, al igual que aprendemos un poco del pensamiento de ellos, pero, sobre todo, tenemos una visión amplia de como el director retrata a los ecuatorianos. En este acontecimiento, a pesar de que el evento era por motivo religioso, los asistentes se comportan de una manera salvaje, una representación de la violencia que ocurre en el ecuador, y como a pesar de que se trata de personas religiosas que tienen su fe y aparentemente son buenas personas, pierden el control y terminan causando la muerte de un inocente. Este exceso de violencia vuelve a ser retratado en el final del film, con el linchamiento de Antanacio. Sin embargo, en este último es un evento de justicia, por lo que muchas audiencias pueden identificarse con lo sucedido. Por otro lado, el primer ejemplo es difícil de creer por lo absurdo que es que un evento religioso termine en un disturbio con un muerto, y que únicamente generara que el espectador asocie esta violencia sin sentido con el comportamiento de los ecuatorianos.

Las Situaciones

De manera similar a los acontecimientos, las situaciones del film usualmente revelan el lado oscuro de lo que significa ser ecuatoriano. El protagonista, Antanacio, está constantemente en situaciones que, para una persona normal, son difíciles de asimilar, puesto que se ve involucrado en problemas en los que en primera instancia no sucederían si el fuera una buena persona. Por ejemplo, constantemente es asechado por los miembros de la organización criminal con la que está involucrado y a la cual le debe dinero. Por otro lado, la situación de la niña que es presentada como un milagro religioso, que rápidamente es visto como una oportunidad de lucrar, en lugar de tomarlo como un verdadero evento religioso, esta situación aparece como la oportunidad para obtener dinero de ecuatorianos ingenuos. Y no solo eso, sino que la situación es totalmente manipulada por el protagonista, demostrando todos esos antivalores que son constante en el cine ecuatoriano.

Las Transformaciones

Antanacio, quien busca beneficio propio, es quien cambia y el único que realmente termina creyendo que Gema realmente tiene poderes, a pesar de confesar que desde un inicio el sabía que el milagro de la anciana no era real. El personaje que en teoría creía ser el más inteligente, pasando por encima de los padres de Gema, engañando a todo un pueblo y utilizando al crimen organizado a su favor, es quien al final termina creyendo que la niña es milagrosa, quizá debido a que al saber que su vida se acaba finalmente quiere creer en algo, puesto que en sus trabajos anteriores de curandero en realidad Antanacio siempre fue un charlatán.

El pueblo de Atucucho sufre otra transformación, ya que la muerte de Carlos hace que toda su inversión quede en manos de la tía y del pueblo para seguir con este pequeño micro-mercado en base de la fe de los pobladores. El nombre de san Carlos en la iglesia simplemente eleva el mito a un nuevo lugar más allá de lo que hizo Gema.

Finalmente, no sabemos hasta qué punto cambio la madre internamente, pero físicamente logro cumplir su objetivo, tener dinero, huir lejos y empezar una nueva vida. Que se merezca ese final es debatible, pero que haya habido un cambio gigante con respecto a su calidad de vida es innegable.

Al final del film, la vida de todos los protagonistas cambia por completo, sin embargo, no es del todo un final feliz. Como se mencionó en el análisis de personajes, no existen personajes buenos en el film, y ninguno muestra esta transformación al final, sino que permanecen como personajes que representan el aspecto más bajo de la sociedad ecuatoriana, salvo la niña, que es una víctima en esta situación, pero que se espera que su nuevo inicio sea un mejor destino que el que le esperaba en Atucucho.

El Análisis de la Comunicación

Emisor como Narrador

En el caso El Rezador no existe una voz de fondo que narre los eventos, ni siquiera llegamos a escuchar los pensamientos de los personajes. Por ese motivo el narrador entra en la categoría de narrador cuasi-omnisciente, es decir, conocemos todo lo que muestra la cámara, y conocemos lo que los personajes nos muestran, mas no lo que piensan. La historia de este film es presentada a través de hechos, acciones y diálogos, en donde la composición de las imágenes juega un rol importante al momento de transmitir información. De igual manera, al no tener una voz que explica los acontecimientos ni que relate los hechos que ocurren en pantalla, es más sencillo que el espectador genere su propia opinión de los hechos.

Esta forma de narrar es eficaz para resaltar el género del film, suspenso. Especialmente, porque mediante las acciones del protagonista, el espectador está al tanto de lo que sucede en la historia, sin embargo, al no poder escuchar sus pensamientos, es que el giro de trama que sucede al final tiene relevancia, denotando que no se llegó a conocer al protagonista por completo durante el transcurso del film. Por otro lado, esta forma de narrar genera que aspectos que representan el nacionalismo ecuatoriano sean más evidentes, especialmente la forma en como las personas son retratadas como ignorantes al pertenecer a un pueblo pobre. El espectador no sabe lo que los pobladores piensan, pero sus acciones son presentadas de tal forma que ciegamente escuchan todo lo que Antanacio propone.

Receptor como narratorio

El receptor se refiere al espectador del film, es decir la persona a la que va dirigida la historia. No se puede hablar de una audiencia como tal puesto que esto es más específico y se refiere a quienes terminan viendo la película, por lo que no se puede saber sus reacciones y opiniones al film. Sin embargo, si se puede saber quién es el espectador objetivo que es parte de la producción del film. Mientras que otros films ecuatorianos, buscan la reflexión sobre los actos de los protagonistas, o son una critica directa a la sociedad, El Rezador opta por apuntar a un espectador más casual, por ello la trama gira en torno a un evento fantástico que genera suspenso y conflicto, si bien los personajes representan muchos de los valores negativos que otros films han construido sobre el Ecuador, en esta ocasión es más bien una ficción que no busca reflexiones ni críticas, sino adentrar al espectador a este mundo en donde transcurre la historia.

No por nada, el film ha logrado tener una resección mayor comparada a otros films ecuatorianos, sobre todo al conseguir proyectarse en el festival de cine de Locarno, en Suiza, y con planes para estrenarse de manera digital. Esto nos habla de cómo el narratario del film deja de ser el espectador ecuatoriano, y la historia logra expandir su audiencia objetivo. El único punto que limitaría a los espectadores es el tema religioso, y la forma en como los ciudadanos son presentados como personas que creen ciegamente en cualquier cosa relacionada a su fe. No obstante, estos no son temas exclusivos de la cultura ecuatoriano y como resultado la audiencia objetiva sigue siendo mucho más amplia en comparación con films que incluyen temáticas más propias del país, limitándose únicamente a lo nacional.

Punto de Vista

El punto de vista que plantea esta historia es el de Antanacio. Ya que es el personaje del que más llegamos a saber, sus vicios, sus negocios, sus contactos y en general su círculo social puesto que todos los personajes giran en torno a él. Siempre siendo un personaje un poco misterioso, ya que el film plantea cosas de su pasado que son resueltas poco a poco. Pero, sobre todo, es gracias a este personaje que el espectador descubre el mundo en donde transcurre la historia. La primera vez que se introduce a Gema y su familia, se lo realiza a través de Antanacio, cuando presenciamos el supuesto milagro de la anciana sorda, también es a través de los ojos de Antanacio, es decir, el espectador conoce tanto como lo hace el protagonista.

Este punto de vista nos muestra la visión de un hombre que está metido en problemas que el mismo cosecho al dedicarse a actividades poco éticas y al tratar de buscar el beneficio propio a costa de otras personas. Si bien, el protagonista es claramente ecuatoriano, la narrativa nunca combina sus aspectos negativos con los de su nacionalidad, sino que él es presentado como un antihéroe, al que cualquier espectador asociaría con una persona poco ética, que sirve para contar esta historia que se centra en presentar a un estafador, y no en resaltar aspectos de lo nacional. Coryat D. & Zweig N. (2019) de hecho sugieren que algunas películas ecuatorianas son más glocales que otras. Bajo la rúbrica del Nuevo Cine Ecuatoriano, varios cineastas celebres tienden a producir lo que denominamos narrativas mestizas ficticias, películas de autor particulares del contexto ecuatoriano que están hechas de tal forma que son agradables a un gusto universal, diseñadas para el circuito de festivales. Claramente, El Rezador entra en este contexto ya que es fácilmente entendible y nunca limita su audiencia a los ecuatorianos, sino que retrata diferentes aspectos sociales, que, si bien son valores negativos, estos nunca se ven anclados a las tradicionales nacionales.

CONCLUSIONES

Si bien, en un principio es fácil de reconocer que existen elementos que representan un nacionalismo ecuatoriano en este film. Al analizar los elementos por separado se puede distinguir que la mayoría de las decisiones tomadas por el equipo creativo son en pro de la narrativa de esta historia, y no sobre representar al Ecuador. De igual manera, los elementos del film buscan generan significados que van con la temática religiosa de la historia. En comparación con otros films ecuatorianos, El Rezador es un film que apunta a una audiencia objetiva más amplia, y que trata de incluir pocos temas exclusivamente para el espectador ecuatoriano. Aunque, de igual manera a otros films, el trabajo de Tito Jara persiste con la idea de representar a los ecuatorianos con antivalores como la corrupción o la violencia, sin embargo, no está al mismo nivel que otros trabajos ecuatorianos como Ratas, ratones, rateros, o como el mismo trabajo anterior de Jara A tus espaldas.

En lo que el film si falla, es en representar a los ciudadanos ecuatorianos. Si bien, cualquier persona puede entender el film, su historia y su narrativa, sin necesidad de ser ecuatorianos, puesto que el tema central de esta obra es el suspenso, posiblemente al espectador le resultara difícil conectar con estos personajes que se sienten tan poco humanos. Especialmente el film falla al no incluir ningún personaje que represente valores positivos para así contrastarlo con el resto de los personajes que se caracterizan por ser violentos, mal hablados, poco amigables, corruptos, interesados y malas personas en general. Visualmente, muchos de los recursos no crean ni hacen alusión a lo nacional, el problema de El Rezador recae en sus personajes, incluido sus diálogos, y el complejo de no incluir personajes que puedan salirse del molde planteado por Ratas, ratones, rateros. De todas maneras, estos personajes no limitan la audiencia al espectador ecuatoriano, sino que simplemente crean una representación errónea de lo que significa ser ecuatoriano, cayendo en estereotipos negativos.

En general, El Rezador conserva muy poco de ese deseo por representar lo nacional, en ocasiones erróneamente, en el cine ecuatoriano. Esto le permite tener una audiencia objetiva más amplia que no se vea limitada por las barreras de no ser ecuatoriano para entender los diferentes contextos del film. Además, El Rezador deja de lado muchos de los elementos negativos anteriormente vistos en otros films, aunque sigue pecando de retratar a los ecuatorianos como personas violentas, corruptas e ignorantes. Es un gran paso para la filmografía del Ecuador, y posiblemente sea la antesala de una nueva era de cine ecuatoriano, en donde la calidad de la producción y de la narrativa de las historias está por encima de querer plasmar lo nacional en pantalla.

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[1] Autor principal

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